8 restaurantes mexicanos en Madrid que no te puedes perder

Tacos, guacamole, enchiladas, burritos, nachos o platos totalmente desconocidos de la gastronomía mexicana. Este país cuenta con una cocina que atrae a los paladares más exigentes y en Madrid podemos presumir de tener algunos de los mejores restaurantes

Tacos y nachos Los Agaves. Foto: Marta Pérez Ruiz

Tacos y nachos Los Agaves. Foto: Marta Pérez Ruiz

La capital española se ha convertido en un auténtico paraíso para los amantes de la gastronomía mexicana. Desde vibrantes taquerías, hasta elegantes restaurantes, la oferta es amplia y diversa, capaz de satisfacer a los paladares más exigentes.

En este artículo, te invitamos a un recorrido por 8 restaurantes mexicanos en Madrid que te transportarán al corazón del país azteca. Déjate conquistar por la explosión de sabores, aromas y texturas que te esperan en cada uno de estos lugares.

Benditos Sueños

  • Dónde: Calle de San Bernardino, 7, Madrid
  • Precio: medio de 20 euros por comensal

El maíz en forma de chilaquiles es el protagonista de la carta de Benditos Sueños, la que dice ser la primera chilaquería de Europa. En el año 2021 abrió sus puertas en la zona de Plaza de España y ahora ha hecho lo propio en otra delegación en pleno Paseo de la Castellana.

Foto: Benditos Sueños.

Se entiende el éxito del concepto cuando se prueban esos chilaquiles tan fragantes y evocadores. En México son el mejor desayuno posible, pero en estos restaurantes de Madrid se sirven tanto a la hora del almuerzo como para la cena y con presentaciones más que convincentes.

La fórmula es tan sencilla como interactiva: con una base de totopos fritos cada comensal elige la salsa (verde o roja, dulce o picante, de frijol con chile o cremosa de guajillo y chipotle), luego la proteína (cochinita pibil, camarón, arrachera, filetes de pollo, picadillo de chorizo, huevos, secreto de cerdo y vegetal) y todo ello se acompaña de una serie de guarniciones que no se eligen: queso costeño, crema agria, lechuga, cebolla y frijoles refritos.

Sea cual sea la combinación elegida, en cuanto llega el tenedor a la boca saltan a la lengua y el paladar muchos de los sabores y aromas de la que, con seguridad, es la cocina con más éxito de Latinoamérica.

Luego, si los comensales vienen al local con mucha hambre, siempre pueden continuar el festín con unos tacos (el de pescadito estilo ensenada es cosa fina) y terminar con alguna especialidad como las enchiladas verdes de pollo o las poco conocidas enfrijoladas hogareñas.

Foto: Benditos Sueños.

Pero no es una cuestión solo de comida: tratándose de México y de una reunión en torno a la mesa, la bebida (la alcohólica en concreto) cumple un papel primordial. Desde luego este es un buen lugar para probar algunas de las marcas de chela (cerveza) más populares de ese país, ingrediente fundamental de las micheladas.

También buena selección de tequilas, base de las diferentes formas de preparar margaritas; y de mezcales, con las procedencias y variedades más dispares.

Bakan

  • Dónde: Plaza de la Independencia, 5, Madrid
  • Precio: medio de 25 euros por comensal

Bakan forma parte de la corriente de restaurantes elegantes y glamourosos de capital mexicano que desde hace unos años se multiplican los barrios de Salamanca y Salesas en Madrid y que tanto, como dar de comer, aspiran a convertirse en ‘place to be’ capitalinos.

En la propuesta gastronómica, que capitanea el chef mexicano Sergio Suazo, los ceviches, moles, aguachiles, guacamole o enchiladas comparten espacio los insectos que buscan tentar a los paladares más arriesgados: chapulines, gusanos de maguey, hormigas chicatanas o escamoles en tacos, salsas o cacalas -versión tostada a la leña de la tortilla de maíz.

Restaurante Bakan Foto: Bakan Madrid.

Entramos en el reino del maíz, donde los granos secos traídos de México se cuecen y sumergen en una solución de agua con cal alimentaria que permite eliminar su capa exterior y, a la vez, potenciar el sabor y el aroma y favorecer la digestibilidad de las elaboraciones, ya sean tortillas, cacalas, tamales o atole, entre otras.

Es lo que se conoce como nixtamalización y, según Dinay, es la “piedra angular” de la propuesta de Bakan. Después el maíz se pela, se muele, se aplana en una máquina también importada de México y se deposita en el comal, donde adquiere temperatura. Todo en casa.

Tortillas de maíz en Bakan.
El maíz, del grano a la tortilla. Foto: Mar Nuevo.

El resultado es una tortilla delgada, pero de apariencia insuflada y con dos membranas, “tal y como marca la costumbre mexicana”, que gracias a la variedad de maíz azul chalqueño empleado, con más antioxidantes y un valor nutricional superior al de otras variedades, apunta el gerente del local, luce una tonalidad azul grisácea y mantiene una textura cremosa.

Las tortillas llegan luego a la mesa en forma de delicias como la tostadita de ceviche de corvina, el taco de carnitas prensadas con chicharrón y guacamole, el taco de lubina o la cacala campesina con chapulines, frijol negro y queso de cabra, con el toque ácido y un punto crunchy que te hace olvidar que estás comiendo insectos.

Pollo de corral deshuesado, estilo al-pastor y con piña asada, costilla cargada en mole de olla o tomahawk madurado son algunos de sus imprescindibles, sin olvidar los sabores del mar a través del pulpo asado o la lubina veracruzana aderezada con 5 tipos de hierbas frescas y arroz jardinera.

Mezcaloteca Corazón de Agave

  • Dónde: Calle del Humilladero, 28, Madrid
  • Precio: medio de 17 euros por comensal

Quien quiera ahondar en el mundo de los mezcales y los tequilas debería pasar por la Mezcaloteca Corazón Agavero. Allí le explicarán que el tequila no es sino una versión específica del mezcal que tiene denominación de origen y que se elabora solo a partir del agave azul (o meguey), cultivado en los estados de Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas.

Allí también le mostrarán el ritual de cómo hay que tomarlo: nada que ver con la rodaja de limón y la pizca de sal con que se toman estas bebidas en los bares “gringos”.

Foto: Mezcaloteca Corazón Agavero.

Y, además, aquí se pueden degustar algunos platillos puramente mexicanos como chilaquiles y aguachiles (con pescado y mariscos), tacos de tinga de pollo, camarón, carnitas, cochinita, al pastor, gringas, tamalitos… Conviene prestar atención a la carta de cócteles de este local, incluida la efímera, en la que entran los licores más diversos y no solo mexicanos.

Can Chan Chán

  • Dónde: Calle de Serrano, 47, Madrid
  • Precio: medio de 30 euros por comensal

Diez años después de su primer restaurante en España, Ruiz lleva da un paso más a nivel gastronómico. “Se trata del décimo proyecto que emprendo y para mí siempre es un examen donde aplicar todo lo que he aprendido en mis conceptos anteriores”.

En Can Chan Chán, explica, busca recuperar el espíritu de lo que fue Mezcal Lab “y traerlo a 2023 para crear en libertad y descubrir sabores nuevos poniendo en valor las sinergias españolas y mexicanas a través de técnicas, producto y el gusto por ciertos sabores”.

Porque lejos del purismo presente en otros restaurantes mexicanos de la capital, el chef hace bandera de la fusión, mezclando tacos y zarajos, navajas y chiles, tortillitas de camarón y guacamole.

Componen la carta de Can Chan Chán 20 platos y platillos ideados para compartir y que irán variando en función de la temporada.

Tortillita de camaron estilo Can Chan Chan
Tortillita de camaron estilo Can Chan Chán

Entre sus propuestas hoy, guiños a España como las tortillitas de camarones y la gamba cristal que acompañan al guacamole o el carpaccio de rubia gallega, tártara de jalapeños y pistachos enchilados

Ya cuentan con fans platos como el pargo adobado al pastor, que se cocina a la brasa y con salsa fresca de tomatillo verde.

También el aguachile divorciado de vieiras, langostinos y taco tieso, o el más difícil taco de zarajos con navajas a la plancha y salsa brava de guajillo.

Taco de Roberto Ruiz en Can Chan Chán.
Taco de zarajos, navajas a la plancha y salsa brava de guajillo. Foto: Can Chan Chán

Las Mañanitas

  • Dónde: Calle Bravo Murillo, 57, Madrid
  • Precio: medio de 20 euros por comensal

Siguiendo por esta ruta mexicana por Madrid, el que suscribe reconoce que el restaurante Las Mañanitas le toca el corazón desde hace tiempo. Fue uno de los primeros de Madrid (abrió hace más de 25 años) en ofrecer la rica cocina azteca. Y ahora, en su nuevo local de Bravo Murillo, 57 ha ganado en atractivo gracias a una decoración más vistosa y evocadora que la del que tenían en la calle de Fuencarral.

Detrás del negocio está Ernesto Diaz, nacido en Ciudad de México e hijo de inmigrantes españoles, que llegó a Madrid para estudiar y que luego decidió quedarse aquí. Su mujer es bailaora de flamenco y ambos son los propietarios del tablao Las Carboneras, junto a la Plaza Mayor. Y también tienen otro restaurante Las Mañanitas en Boadilla del Monte.

En sus restaurantes las esencias de México atrapan al comensal al primer vistazo, con esas paredes repletas de motivos simbólicos del país y con sabores que recuerdan en mucho a los experimentados en los restaurantes, cantinas y puestos de comida callejera mexicanos, empezando por esas tortillas de maíz negro mixtamalizado que son todo un placer, que son el complemento perfecto para sus quesadillas de flor de calabaza.

Tacos 100% mexicanos. Foto: Las Mañanitas.

Pero antes bien merece empezar la comida o cena con alguna de las sustanciosas sopas: la de tortilla y la de pozole rojo son de lagrimilla de emoción.

Después conviene seguir con alguna enchilada, bien potentes de picante pero también de otros muchos matices saporíferos, y dejarse embaucar por alguna de las “sugerencias del patrón”, como las quesadillas de chicharrón, los chilaquiles o la costra de queso, que aquí sirven con pastor o huitlacoche (el hongo del maíz, con su profundo humami).

Para finalizar, en especial para los más golosos, está la cajeta (dulce de leche) que adereza su flan y su crêpe. Puro (e irrenunciable) vicio para el paladar.

Tepic

  • Dónde: Calle de Ayala, 14, Madrid
  • Precio: medio de 25 euros por comensal

De alguna forma la cocina de Las Mañanitas está hermanada en concepto y honestidad con del restaurante Tepic. Eso sí, la del segundo parece, y de hecho lo es, más sofisticada.

Aguachile. Foto: Tepic.

Influye en esto su situación: en pleno Barrio de Salamanca y junto al Paseo de la Castellana. Y también la clientela, que son tanto vecinos que habitan en la zona como muchos de los ejecutivos que trabajan en ella. Aunque también los hay que hacen peregrinación desde otras zonas de la ciudad para disfrutar de una cocina que navega muy bien entre lo tradicional y la estética moderna.

La carta es fundamentalmente mexicana y recorre el país, de Norte a Sur, recopilando las mejores preparaciones de cada estado, aportándoles un aire nuevo y, desde luego, muy estético. Aunque también hay algunos platos, como el huarache de carrilleras de cerdo con nopales, que se adaptan de una forma deliciosa a la cultura y el gusto local.

De la carta destacan preparaciones como la sopa de tortilla (o sopa azteca), el aguachile de camarón, el tiradito yucateco de corvina laminada, los tacos arrachera (con tiras de carne bien jugosa y en su punto justo de cocción) y las quesadillas.

Foto: Tepic.

Y, desde luego, hay que probar sus enmoladas de queso o pollo, bañadas en un mole laboriosamente ligado durante dos largos días y complementado con queso, crema, cebolla roja y aguacate. Componente este último que, por cierto, está presente en muchos otros platos del restaurante tanto en forma de rodajas como ligando el resto de ingredientes como una suave crema verde.

Xipe

  • Dónde: Paseo de la Castellana, 105, Madrid
  • Precio: medio de 22 euros por comensal

En pleno Paseo de la Castellana, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu, está la última de estas propuestas de restaurantes mexicanos auténticos en Madrid. Se trata de Xipe, un local de reciente apertura y que culmina el empeño del empresario Pablo Chahin por traer a Madrid todo el sabor y diversidad de su país, huyendo de los estereotipos que tanto daño hacen a una cocina declarada Patrimonio Cultural de la Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Al traspasar las puertas del local llama mucho la atención la cuidada decoración, a cargo de Dichoso Estudio, con paredes que emulan de una forma bastante estilos las típicas cantinas mexicanas y sus muros de adobe pintados en colores terrosos.

Pulpo zarandeado y crema guacamole. Foto: Xipe.

En la mesa sorprenden las fusiones y guiños a la gastronomía madrileña, a través de platos tan poco convencionales como la ensaladilla rusa con crema de chipotle y pico de gallo, el taco gobernador de calamares a la madrileña o el torrezno de la sierra con tomatillo frito, mole negro y cebolleta fresca.

Son divertimentos de una carta que apuesta por una sofisticada interpretación de la cocina tradicional mexicana y de sus diversos estados. Así, llaman muchísimo la atención guisos como el tamal de marisco rojo, el chilpachole de cangrejo Softshell y totopos, el rodaballo embarrado con verduras churruscaditas y el pulpo zarandeado con crema de guacamole.

Pero también platos más ligeros como el clamato de berberechos y langostino con chips de yuca y los cogollos tatemados (cocinados) con tomatillo verde, mahonesa de frijoles picantes, queso guajaca y piña asada.

Foto: Xipe.

Para terminar o para acompañar semejante pitanza a la mexicana, siempre es recomendable la margarita, con sabores a elegir por cada comensal. Al fin y al cabo, de cada receta mexicana, al menos de la gastronomía mexicana más auténtica, existen tantas versiones como cocineras/os y comensales. También en Madrid.

Cícero

Dónde: Calle Lagasca, 48, Madrid

Precio: medio de 35 euros por comensal

La idea era trasladar a Madrid un restaurante mexicano auténtico pero no solo centrado en la cocina tradicional. De ahí que es posible ver guiños a México, como el aguachile de corvina salvaje, que, sin embargo, ceden protagonismo a los pescados de lonja, verduras de temporada y carnes de Discarlux en un menú con toques afrancesados y que cambia dos veces al año.

tacos en Cícero
Finalmente Cicero sí sirve tacos.

Entre los entrantes, destaca la ensaladilla, con atún rojo y huevo frito en puntilla y la zamburiña a la plancha con ajo negro y cítricos (buenísima), así como los dátiles con sobrasada y panceta, ya convertidos en uno de los hits de la carta.

Imposible resistirse a alguno de los tacos -el de gambas es imprescindible- antes de dar paso a las estrellas de la carta, esas que pasan por el fuego, el horno y las brasas, ya sean el lingote de cochinillo, el chuletón de vaca madurada o las chuletillas de cordero lechal.

Muy sabrosos también los pescados, como los riquísimos chipirones, salteados con jugo de cebolla caramelizada y sus tentáculos fritos, la corvina con texturas de zanahoria o el rodaballo entero a la parrilla al estilo Cícero.

Cícero
Foto: Cícero.

Al estilo de los asadores tradicionales, se ofrecen diferentes guarniciones, como el puré de patata trufado, los hongos con panceta y patata cambray, la coliflor rostizada con parmesano y los pimientos de piquillo confitados al horno de leña.

Para terminar, una versión del bombón Rocher o la tarta de queso de la casa.

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