Dónde comer en Oviedo, la nueva Capital Española de la Gastronomía 

De casas de comida a chigres y sidrerías y de la fabada al cachopo pasando por ejemplos de cocina creativa, reunimos algunos de los mejores restaurantes de Oviedo, Capital Española de la Gastronomía 2024

Cachopo en La Puerta de Cimadevilla (Oviedo)

El cachopo es imprescindible en la ruta. Foto: La Puerta de Cimadevilla.

Tierra de guisanderas y ‘fartones’ –que no son aquí los dulces valencianos que se toman con horchata sino personas de mucho comer-, Asturias tiene en la gastronomía uno de sus mayores atractivos y en Oviedo uno de los mejores lugares para saborear sus especialidades, lo que acaba de valerle el título de Capital Española de la Gastronomía 2024.

Productos de mar y montaña, de ríos y huertas de los valles se cocinan con recetas tradicionales y acertadas puestas al día. Como dicen las profesionales agrupadas en el ‘Club de Guisanderas’, herederas y guardianas del legado culinario de la tierra, “el secreto de la cocina del futuro está en las recetas del pasado”.

Amén, dicen en Oviedo, donde estas guisanderas tienen hasta una escultura (la puedes ver en la calle Gascona), que rinde homenaje a esa sabiduría encerrada en ollas y despensas y a su transmisión de saberes.

La vigente mejor fabada del mundo, en Cocina Cabal.

Precisamente a su papel como “estandarte de la cocina asturiana”, se refería el jurado de Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET) al entregar el reconocimiento, que recayó en Oviedo tras imponerse a Alicante, Antequera y Castellón. La ciudad asturiana sucede a Cuenca y ostentará el título durante todo un año que estaré lleno de actividades en las que la gastronomía y el turismo será protagonistas absolutos.

Si ya estás planeando una escapada para catar in situ fabadas, cachopos, los oricios, sidra, carbayones, arroz con leche y decenas de variedades de queso como el Cabrales, toma nota: de la Plaza de la Catedral a la calle Gascona (también conocida como ‘el Bulevar de la Sidra’) pasando por el Fontán, estos son algunos de los restaurantes que no hay que perderse en Oviedo.

Cocina Cabal

En primavera y verano pero, sobre todo en otoño e invierno, la fabada reina en la gastronomía asturiana como plato regional por excelencia, aún por delante del ascendente y -según nuestra personalísima opinión-, algo sobrevalorado cachopo.

Contar con las mejores fabes del mundo tiene mucho que ver con el éxito de este plato (no, no vale cualquier alubia). Las asturianas, con Indicación Geográfica Protegida, destacan por su piel fina y su mantecosidad, pero hasta el agua influye en la preparación de este guiso, que debe llevar también chorizo, morcilla y lacón, así como otros derivados del cerdo (a gusto del cocinero).

La vigente Mejor Fabada del Mundo (según el concurso que organiza la localidad de Villaviciosa en el marco de su Semana Cultural y Gastronómica de les Fabes) la puedes probar en un restaurante de Oviedo: Cocina Cabal (Suárez de la Riva, 5).

Plato en Cocina Cabal (Oviedo)
Foto: Cocina Cabal.

Curiosamente el restaurante de Vicente Cabal no es uno de los templos de la cocina tradicional en sentido estricto, sino que juega con la gastronomía asturiana y las presentaciones creativas para ofrecer ‘experiencias gustativas’ que se traducen en una acercada coreografía repleta de fondos, guisos, aromas y estéticos emplatados.

Cuenta con un menú degustación (tres entradas, pescado, carne y dos postres, bodega no incluida) por 60€.

Casa Fermín

La cocina tradicional reina en Casa Fermín (San Francisco, 8), un restaurante que en 2024 cumplirá cien años de vida y que es uno de los imprescindibles en cualquier visita a Oviedo (de hecho, hace unos días se pudo ver disfrutar de su propuesta gastronómica a Antonio Banderas junto a Meryl Streep, Premio Princesa de Asturias de las Artes).

En manos de la tercera generación, entre sus hitos se cuenta la primera estrella Michelin que se concedió en Asturias, en 1974.

Mero con su pilpil. Foto: Casa Fermín.

Hoy sigue guardando la esencia de la cocina tradicional y los platos de toda la vida, pero ha incorporado nuevas técnicas para hacerla más contemporánea.

Lo que no cambia es el producto de proximidad y temporada, siempre de primera, y la bodega, con más de 400 referencias nacionales e internacionales y en constante evolución.

A la carta o en menú degustación, no dejes de poner el broche con el postre estrella: CasadiellesFermín, con marca registrada, una reinvención del clásico postre asturiano elaborado con una masa de harina de trigo que se rellena con una mezcla de nueces, azúcar y anís.

La Puerta de Cimadevilla

Si lo que buscamos es cachopo (y uno de los buenos), hay que poner rumbo a La Puerta de Cimadevilla. En pleno centro de Oviedo (Cimadevilla, 21), este restaurante logró, pocos meses después de su apertura, alzarse con el premio al mejor cachopo del país.

Además de cachopo -ya saben, dos filetes de ternera que se rellenan de queso y jamón, se rebozan y se fríen, eso sí, con todo tipo de variantes en cuanto a relleno- esta sidrería ofrece otros productos asturianos como tablas de embutidos y de quesos (Cabrales, Gamoneu, Casín, Afuega’l Pitu o Los Beyos), picadillo con huevos camperos y tortos, fabada, patatas rellenas de gochu asturcelta o callos caseros estilo Oviedo.

Cachopo con cecina y queso Vidiago
Cachopo con cecina angus y queso Vidiago. Foto: La Puerta de Cimadevilla.

Ca’Suso

También en línea de una cocina actual pero muy arraigada a la tradición y el producto local encontramos Ca’Suso (Marqués de Gastañaga, 13).

Galardonados con un sol Repsol, los hermanos Vicente e Iván Fernández Feito, responsables de cocina y sala respetivamente, defienden desde 2006 este restaurante en el casco histórico que ya ha hecho famosos platos como las croquetas fluidas de queso La Peral.

Foto: Ca’Suso.

Muchos van también en busca de su fabada y el Chosco de Tieno (embutido de cerdo semi-curado y ahumado) y no hay que perderse por nada el pixin asado al hinojo.

En la sala, elegante y muy acogedora, de estilo neorústico, sirven carta y un menú gastronómico (aperitivo, entrante, plato principal y dos postres, bodega no incluida pero sí sus famosas croquetas) por 50€.

Con el sello de Nacho Manzano

Otro viaje, en este caso con Asturias como origen y destino, es el que propone Nacho Manzano en Nastura (Gran Bulevar El Vasco, C. Víctor Chávarri, 2).

Foto: Nastura.

Aquí, el chef, Premio Nacional de Gastronomía 2021 y más conocido por Casa Marcial, en Arriondas, con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, propone una carta variada y original, con algunos de sus grandes éxitos como las croquetas de jamón, la tortilla de patata monalisa, la fabada o el arroz con pitu de caleya que aquí se alternan con platos mestizos como el bao de papada, encurtidos y aromáticas, el tiradito de lubina, los raviolis de setas y ricotta o tuétano al Kamado, tartar de atún rojo y yema de huevo curado.

Dentro de este mismo espacio, el cocinero ofrece, a modo de restaurante semiclandesstino, NM, un espacio enfocado a la creatividad más personal de Nacho Manzano donde se sirve, para 25 únicos comensales, un menú degustación que cambia cuatro veces al año (90 euros menú corto; 147 euros el largo).

Y también Manzano está detrás, en este caso junto a su hermana Esther, de Gloria (Cervantes, 24), una propuesta más desenfadada y basada en la cocina de mercado, recetas tradicionales, tapas y adaptaciones de algunos platos populares o emblemáticos de sus restaurantes gastronómicos Casa Marcial o La Salgar.

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