6 vinos de Rueda que no son ni ‘blanquitos’ ni ‘verdejitos’

Existe una equívoca y generalizada tendencia que identifica los vinos elaborados con uva verdejo de la D.O. Rueda con simples vinitos agradables. Demostramos que no es así

La uva verdejo es la principal de la D.O. Rueda. Foto: Ruta del Vino de Rueda.

No sabemos si a ustedes también les ocurre, pero a los que amamos el vino, nos molestan sobremanera los clichés, y esa extraña manía que algunos tienen por clasificarlo todo, sin percatarse de que la disparidad existe y que no todo es como nos dicen que es.

Nos referimos en concreto a esa idea erróneamente implantada en la mente de muchos consumidores de que los vinos blancos producidos con uva verdejo, en la D.O. Rueda, son básicamente “vinitos” jóvenes y frescos, sin demasiadas pretensiones, nacidos para agradar al gran público.

Pero realmente no es así, y queremos demostrarlo mostrando seis grandes -por no decir enormes- verdejos que revelan el lado más sofisticado, complejo y expresivo de una tierra, y una denominación de origen, en la que la uva verdejo es la reina absoluta.

Belondrade y Lurton 2020

“Un château bordelés en España” esto es Belondrade, según explica el francés Didier Belondrade, propietario y administrador de la bodega que lleva su apellido.

Didier, enamorado de España, comenzó su andadura vitivinícola en plena meseta castellana en 1994, con el proyecto de ensalzar el terroir y la variedad autóctona verdejo. A 750 metros de altitud, a muy pocos kilómetros del río Duero en la localidad de La Seca (Valladolid) se hallan los viñedos de Belondrade. 40 hectáreas divididas en 23 parcelas.

Allí elaboran el afamado Belondrade y Lurton 2020 (47,90€). Se produce con uva verdejo procedente de su finca ecológica Quinta San Diego. Es el vino más emblemático de la bodega, nacido para tomar ahora y también para ser guardado en perfectas condiciones durante 6 a 8 años.

De fermentación espontanea, se cría durante 9 meses sobre lías. Belondrade y Lurton 2020 ostenta una elegante tonalidad amarilla brillante, aromas perfectamente definidos a frutas blancas como la pera y la manzana, con toques a cítricos y recuerdos a flores blancas.

También nos lleva a recordar un brioche, o a un bizcocho recién horneado. En boca es voluminoso, vivaz, apareciendo los tostados bien integrados y una atinada acidez. Su final es largo y constante. Un vino verdaderamente fino y elegante.

Finca Saltamontes 2017

Cuatro generaciones de viticultores, que durante más de 150 años han concebido vinos en el municipio vallisoletano de La Seca, es el bagaje personal y profesional de la bodega Javier Sanz Viticultor. Y el resultado más palpable es la frescura, complejidad y equilibrio de sus vinos, que expresan sin ambages, la forma de ser de un territorio, una tradición y una bodega.

Así podemos percibirlo en una de sus creaciones más emblemáticas: Finca Saltamontes 2017 (39,90€), edición limitada, que no llega a las tres mil botellas, elaborado con verdejo del viñedo familiar de Pago de Saltamontes. Son 2,27 hectáreas que en su momento pudieron salvarse de la filoxera y en cuyas cepas crecen uvas con las que se concibe un vino tan elegante, como histórico y delicado.

La elaboración consiste en extraer todo su potencial, especialmente sus sabores frutales típicos de la variedad, seguido de un proceso de maceración corta, con el que se consigue salvaguardar sus aromas y su frescura. Finalmente, tiene una crianza sobres sus lías –que le aportarán una gran cremosidad y suaves sensaciones en boca–, durante varios meses, antes de ser embotellado.

De color amarillo oro, desprende aromas cítricos a piel de naranja confitada, pan recién horneado, hinojo e hierbas aromáticas. En boca aparecen inmediatamente las sensaciones cítricas, apuntando suavidad, una acidez ajustada y un final elegante, largo y muy agradable.

José Pariente Cuvée Especial 2019

No dejamos ni por un momento la población de La Seca, para deleitarnos con uno de los verdejos más acreditados y atractivos de la D.O. Rueda. Nos referimos a José Pariente Cuvée Especial 2019, elaborado por la bodega José Pariente, con uvas de dos viñedos centenarios localizados en la localidad vallisoletana de Hornillos de Eresma.

La uva verdejo se macera durante 12 horas a baja temperatura y se lleva a cabo una fermentación y crianza sobre lías durante once meses en depósitos ovoides de cemento de arcilla. José Pariente Cuvée Especial 2019 (28,00€), -primera añada con certificado ecológico de la bodega-, muestra una tonalidad amarilla pajiza y una nariz elegante con toques balsámicos y delicada mineralidad.

En boca despunta por su complejidad, sedosidad y finura. Un vino tremendamente gastronómico que hará las delicias de los que adoran los vinos con personalidad.

Campo Eliseo Rueda 2018

Los franceses François Lurton y Dany & Michel Rolland, dos amantes del buen vino, se conocieron en los años 80 del pasado siglo. En esta época forjaron una férrea amistad y una misma filosofía a la hora de elaborar vinos que hablaran siempre de la tierra. En España, concretamente en Toro, encontraron un proyecto que culminó en 2013, cuando la Bodega Campo Eliseo se extendió a la D.O. Rueda.

Es en los viñedos situados en las grandes mesetas de La Seca que circundan el Duero, donde la uva verdejo se hace magnífica y se convierte en un vino único como Campo Eliseo Rueda 2018 (27,95€), que representa la suma de la excelencia de la tradición vinícola francesa y castellana.

Un vino con crianza en barricas de roble francés durante 10-12 meses en su bodega subterránea, que muestra un bello color amarillo brillante, y una nariz marcada, intensa, fresca y floral, con notas de fruta fresca de pulpa blanca.

En boca se aprecia su excelente estructura y elegancia, con un volumen equilibrado y una interesante persistencia en boca con compleja aromaticidad en su final.

Shaya Habis 2018

Bodegas Shaya, proyecto de Juan Gil Bodegas Familiares, se ubica en Aldeanueva del Codonal (Segovia). Allí elaboran sus vinos blancos con verdejo bajo la D.O. Rueda. Sus viñedos atesoran cepas de pie franco que garantizan la genética varietal en estado puro y una alta calidad del vino.

Su mejor representación es actualmente el vino Shaya Habis 2018 (23.20€), blanco fermentado y criado en barrica, que fermenta durante 20 días, con posterior permanencia en barricas de roble francés de 500 y 600 litros, durante 8 meses.

De tonalidad pajiza brillante, se define por su complejidad en nariz de carácter mineral con apuntes de cítricos, flores blancas y de fruta madura como la piña. Asimismo aparecen sutiles notas tostadas y especiadas, fruto de su paso por barrica.

En boca despunta por su marcado carácter frutal, amplitud y por su gustoso sabor, que en ningún momento pierde su acentuada frescura y equilibrada acidez. Su final es fino, muy largo, con un punto de frutas amargas y recuerdos minerales y ahumados.

Pita Finca La Cantera 2018

Rubí de Bracamonte, en la provincia de Valladolid, muy cerca de Medina del Campo, es el municipio que en el año 2012 ve nacer Bodegas Pita, firma vitivinícola propiedad de la familia Pita.

Allí poseen 63 hectáreas de viñedos repartidas entre en la fincas La Cantera y La Bonera. Entre sus destacados vinos, seleccionamos Pita Finca La Cantera 2018 (20,00€), un verdejo 100% de impecable factura, fermentado en barrica de roble francés y criado durante 8 meses sobre lías.

Es un blanco de tonalidad amarilla pálida, que resalta en nariz por su gran intensidad aromática, predominando los cítricos, el chocolate, melocotón y frutas maduras blancas.

En boca es complejo, intenso, carnoso gracias al volumen que le confiere su crianza. En conjunto es un vino estructurado que denota una madera bien integrada y una acidez proporcionada que acompaña con elegancia.

a.
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