6 vinotecas de Barcelona para deleitarse con el vino (y la gastronomía)

Para probar novedades, descubrir uvas y conocer estilos, estas vinotecas y wine bars de Barcelona son perfectas para disfrutar del vino y también de deliciosos bocados

De ruta por las mejores vinotecas de Barcelona. Foto: La Vinya del Senyor.

Enoteca, vinoteca o vinatería, antiguas bodegas o modernos wine bars, algunas nacidas como tiendas de venta de vino que han incorporado a su oferta la posibilidad de tomar una copa allí mismo junto a algún picoteo y otras surgidas en torno a la cultura del vino y la gastronomía en sentido amplio. No importa cómo se denominen si lo que ofrecen es un viaje en torno a este producto donde probar nuevas referencias, descubrir uvas y bodegas, conocer estilos y, en suma, disfrutar en mayúsculas del mundo del vino.

Si hablamos de vinos, Cataluña cuenta con hasta 12 denominaciones de origen en las que se elaboran blancos, tintos, rosados y espumosos, algunos de ellos producidos en comarcas muy próximas a Barcelona, que se convierte así en el lugar perfecto para descubrirlos.

Especializadas en vinos catalanes o con una mirada más amplia; centradas en vinos naturales o en dar a conocer pequeños proyectos vinícolas; clásicas o más informales; con centenares de vinos por copas o los que ofrecen la posibilidad de comprar botellas para llevar, Barcelona ofrece vinotecas para todos los gustos y necesidades.

Vinotecas, bodegas y wine bars conviven en esta ruta por Barcelona.

La Vinya del Senyor

En el barrio del Born de Barcelona, donde se ubican varias de las mejores vinotecas de la ciudad, se encuentra La Vinya del Senyor (Plaza de Santa María, 5), inaugurada en 1997.

Es posible que te seduzca su terraza, situada justo frente a la fachada de Santa María del Mar, aunque su mayor tesoro tiene forma de botella y nombre de vino. En concreto, más de 2.000 referencias en una carta amplísima y dinámica.

También cuenta con una gran selección de vinos por copas, de los que 20 van rotando quincenalmente, lo que permite descubrir muchas referencias tanto en blancos como en tintos y espumosos. También por copas se venden más de 70 vinos de Jerez y 90 vinos especiales del todo el mundo.

Cada quincena se cambian los vinos por copas. Foto: La Vinya del Senyor.

Para acompañar, una selección de tapas y platillos o pequeños ‘bouffes’ como los denominan y que incluyen desde olivas a ostras, pasando por embutidos como la secallona de La Vinya, bocadillo de sardinas y quesos. También propuestas de cocina como las manitas de cerdo deshuesadas, el trío de costillas, la verdura escalivada o el canelón de asado.

L’ànima del Vi

También en el Born, L’ànima del Vi (Vigatans, 8) se especializa en vinos naturales, un segmento en el que sus propietarios, Benoît Valée y Núria Rodríguez, son pioneros en la Ciudad Condal desde que abrieran su establecimiento en 2006.

De alma francesa, esta vinoteca trabaja con vinos de pequeños viticultores franceses y catalanes, aunque también de terruños más remotos, que habitualmente comercializan su producto sin intermediarios y que ellos anuncian en la pizarra o recomiendan personalmente.

Para maridar, propone una selección de picoteos, básicamente delicatesen como quesos y embutidos.

Bodega Bonay

Totalmente diferente es el concepto de Bodega Bonay (Gran Via Corts Catalanes, 700). Ubicada dentro del hotel Casa Bonay, desde su apertura en 2020 este establecimiento se ha hecho una reputación entre los sitios más recomendables para disfrutar del vino gracias a una carta con más de 250 referencias y un enfoque con la calidad y la autenticidad.

Foto: Bodega Bonay.

Su sumiller, David Amat, rastrea todo el globo para localizar auténticos tesoros (especialmente vinos naturales y ecológicos) que después se maridan con sabores autóctonos y platos que homenajean la tradición culinaria catalana y que firma el jefe de cocina Giacomo Hassan.

Variedades, compatibilidad gastronómica y descubrimiento son las bases que guían la carta líquida de Bodega Bonay, en la que destacan especialmente referencias de bodegas y enólogos menos conocidos y prácticas orgánicas que, a diferente escala, están revolucionando el sector.

Foto: Bodega Bonay.

Viblioteca

Vinos y quesos conforman el binomio protagonista de Viblioteca (Guilleries, 10). En el barrio de Gracia, fue fundado en 2008 por la sumiller Yolanda Villegas y ofrece un catálogo de más de 150 referencias de vinos nacionales cuidadosamente seleccionados, así como una carta independiente de vinos por copa que se renueva mensualmente.

La Vivlioteca no dispone de fogones, pero eso no desmejora la experiencia gastronómica. Apasionada del queso, Villegas ofrece una selección de más de 60 quesos elaborados con leche cruda por pequeños productores de diferentes países que recomienda personalmente en función de los gustos y el maridaje.

Foto: Viblioteca.

De quesos nacionales a suizos, franceses o italianos, siempre indagando para traer nuevas variedades, la oferta se completa además con una variedad de platillos ligeros pero sabrosos como el milhojas de calabacín, el carpaccio de alcachofa, el tomate confitado o el canelón de tártar de bogavante y kimchi.

La Bodegueta de Horta

En el barrio de Horta, junto a la plaza de Ibiza, La Bodegueta d´Horta (Carrer Pere Pau, 4) es otra de las direcciones a tener en cuenta si lo que queremos en zambullirnos en la cultura del vino en Barcelona.

Una antigua bodega transformada en un establecimiento moderno que abrió sus puertas en 2012 conservando la esencia del negocio original, la venta de vino a granel. De hecho, aquí se puede probar todo lo que después se puede comprar.

En el Barrio Gótico de Barcelona está Zona D'Ombra.
En el Barrio Gótico de Barcelona está Zona D’Ombra.

Además de los vinos, ofrecen tapas elaboradas con productos artesanos, como queso payoyo de Cádiz, ibéricos de Huelva y chistorra de Navarra, así como otros platillos como croquetas o tartar de salmón.

Zona d’Ombra

Y en el barrio gótico hacemos una parada en Zona d’Ombra (Salomó ben Adret, 12), una emblemática vinoteca donde se entremezclan tienda, bar de vinos y enoteca, siguiendo el concepto británico del wine bar que sus propietarios han llamado ‘enoiteca’.

Así, a partir de una enoteca tradicional de venta de vino, aquí se pueden comprar vinos, cavas y licores pero, además, catar las distintas propuestas enológicas por copas y maridarlas con una sencilla pero gustosa carta de tapas y raciones que incluye embutidos, quesos, foies, croquetas, anchoas, etc.

En Zona D’Ombra disponen de unas 190 referencias de vino en botella y 30 por copas.

En el apartado líquido, disponen de unas 190 referencias de vino en botella y más de una treintena por copas, elaboraciones en su mayoría escogidas de entre las denominaciones de origen más atractivas del territorio nacional, haciendo especial hincapié en los vinos de Cataluña.

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