Badiani: el helado artesanal italiano más exclusivo llega a España

Barcelona es el punto del desembarco de la casi centenaria heladería florentina Badiani, ganadora del mejor helado del mundo y con un gran despliegue de sabores artesanales

Helado Sant Jordi, un sabor creado para la fiesta de Barcelona. Foto Badiani

No hay forma de resistir ante la cremosidad y suavidad del gusto de un verdadero helado artesanal. Y si proviene de una larga tradición de Toscana como es el caso de la casa Badiani, ya ni hablar.

Badiani, fundada en 1932 en Florencia, desembarcó en España con la apertura de su tienda en Barcelona (Rosselló 232, a pasos de Paseo de Gràcia); un local de tonos morados y banquetas pequeñas con un pasillo de luces delgadas que conducen al laboratorio, donde todo el mundo lo usa de escenario para presumir en Instagram.

Sabores únicos

Porque más allá del despliegue de colores intensos de las opciones cremosas de esta heladería hay que descubrir los sabores, muchos de creación propia y otros que no se consiguen en España.

Uno de ellos es el buontalenti, un helado de crema que solo lleva leche, azúcar y huevos; sabor que se considera como la piedra angular de la tradición florentina con más de 400 años de historia.

Vistas de la tienda de Badiani. Foto Badiani

“En Florencia muchas heladerías lo ofrecen, pero la receta original es nuestra”, indica a Tendenciashoy Leonardo Ongaro, coordinador de negocios de la compañía.

Precisamente este sabor llevó a Bandini a coronarse campeones del Gelato Festival de 2015 como mejor helado artesanal del mundo.

Gracia al sabor de ‘buontalenti’ Bandini ganó en 2015 el premio al mejor helado artesanal del mundo

El sorbete de chocolate negro es un golpe de cacao directo al paladar, y algunos preferirán el dolcevita que es más suave. O sino prueben el buontalenti pistacho, donde las tres capas de helado se combinan con una salsa de este fruto seco importado de California. “Como si fuera una lasagna helada”, ríe Ongaro.

Paolo Pomposi, cofundador de Badiani. Foto JP Chuet-Missé

En homenaje a su apertura en la capital catalana han creado dos sabores exclusivos: uno es el Sant Jordi, con base de nata y huevo con salsa de chocolate y caramelo con el detalle fotogénico de flores de oblea; y el otro es el Barcelona, con chocolate blanco con cúrcuma y dulce de frambuesa, además de la base de leche, huevos y bebida de soja.

Expansión en Europa

Además de este local y su larga presencia en Italia Badiani cuenta con nueve puntos de venta en Reino Unido, donde han logrado romper la estacionalidad y sus ventas se mantienen todo el año, a pesar del duro invierno británico, cuenta Ongaro.

La expansión de la cadena se limita al tamaño de sus obradores y a mantener la producción artesanal a rajatabla

La elección de España como tercer destino para su expansión obedece “a que con Italia somos primos”, con lazos de cultura gastronómica y con una similitud climática que favorece el consumo de estas cremas heladas.

Entrada al laboratorio de los helados. Foto Badiani

Si bien tienen planes de crecimiento su expansión se limita al tamaño de los obradores. “Por cada uno se pueden abastecer de 12 a 15 tiendas. Producir más significaría que dejaríamos de ser artesanales para ser industriales, y no queremos eso”.

Producción artesanal a rajatabla

Los helados de Badiani no usan conservantes ni colorantes, y gran parte de los ingredientes son locales, como la leche y los huevos; pero otros como la salsa de avellana que elabora el cofundador “y genio creativo” de la marca, Paolo Pomposi, se importan de Italia.

Pomposi en pleno trabajo en el laboratorio. Foto JP Chuet-Missé

Su catálogo es de 100 gustos pero al público solo se ofrecen 25. El resto forma parte de una continua rotación entre las estaciones (“más frutales en verano, más cremosos en invierno”, apunta Ongaro) y las tendencias de consumo de cada sitio.

Para ello, el director de investigación Nick Pomposi experimenta nuevos sabores de acuerdo a la tradición gastronómica de cada sitio.

Por ejemplo, en Barcelona más temprano que tarde habrá un gusto de dulce de leche. Y muchos sudamericanos estaremos sumamente agradecidos.

a.
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