Dos experiencias con cócteles únicas en Barcelona

La ceremonia de los 50 Best’s Bars of the World en Barcelona de un mes atrás trajo como bienvenido efecto colateral la llegada de prestigiosos bartenders de todo el mundo que fueron invitados por las mejores coctelerías de la capital catalana.

Pasada la resaca de esos frenéticos días de brindis, conferencias y lanzamientos Barcelona recupera el ritmo con nuevas presentaciones, para que no decaiga el ritmo que la ha colocado en el foco de las mecas mundiales de la coctelería.

Cócteles a 105 metros de altura

Una de ellas es la inauguración de uno de los espacios más sofisticados que se puedan encontrar. Técnicamente no estamos hablando de Barcelona sino de L’Hospitalet, porque en uno de los accesos a la ciudad (Avenida de la Granvia de l’Hospitalet, 144)

se levanta el hotel Hyatt Regency Barcelona Tower, edificio diseñado por Richard Rogers, donde a 105 metros de altura una cúpula de vidrio llama la atención a la distancia.

Esta peculiar construcción, que la jerga popular bautizó como ‘el ovni’ años atrás, alojó un par de restaurantes de diseño de éxito relativo. Y ahora se relanza como la sofisticada coctelería Skyfall, que desde su nombre ya se perciben los numerosos homenajes a James Bond.

La coctelería Skyfall se encuentra a 105 metros de altura del edificio diseñado por Richard Rogers, al que se llega por un ascensor panorámico

En realidad esta bien podría ser la guarida de algún villano que quiere dominar al mundo, con unas fantásticas vistas en 360 grados de Barcelona y su área metropolitana, así como de los huertos del Baix Llobregat, el aeropuerto, las sierras y el Mediterráneo.

Ascensor panorámico

A Skyfall se llega por unos ascensores de vidrio que permiten ver cómo la mirada se extiende por el paisaje en pocos segundos.

El espacio se divide en dos áreas, donde la barra central se levanta en el centro, mientras que las mesas bajas y los sillones se despliegan en el anillo inferior.

Varias plantas cuelgan del techo de vidrio para darle un ambiente entre selvático y exótico.

Los cócteles del Skyfall

La carta de cócteles, cuyos precios rondan entre los 15 y los 20 euros, está encabezada por la colección Ian Fleming, con el clásico Dry Martini (referencia más que obvia a 007), el Vesper Martini (con Grey Goose, Bombay Sapphire Premier Cru y Lillet Blanc) y el Tomorrow Never Dry (con Grey Goose o Gin Roku, Sherry Fino, aceitunas y alcaparras).

También hay varias opciones de cócteles con cava o champagne como el Alquimia (con Grey Goose, Campari y Ratafia), el Cosmopolitan Royale (Grey Goose, Triple seco, lima y cassis) o el Reviver (con Bombay Citron Pressé, absenta, Lillet Blanc, Gardeum y zumo de limón).

Además de las opciones de toda la vida como el Moscow Mule (cada vez más popular), el Old fashioned o el Aviation el Skyfall presenta varias relecturas de clásicos, como el Sherry Man (Grey Goose, Sherry oloroso, zumo de tomate y especias), El Padrino (Dewar’s 15, amaretto, chocolate y ahumado) o The Big Lebowski (Grey Goose, licor de café, mascarpone y crema de caramelo), entre otros.

Este espacio está abierto de domingos a jueves de 20:00 a 3:00 y los viernes y sábados de 20:00 a 5:00.

Nueva carta en MR PORTER

MR PORTER (Roselló 265), un elegante restaurante de brasas en la planta baja del hotel cinco estrellas Sir Victor, renueva su carta con una docena de propuestas creadas por su jefe de barra Juan Serrano, divididas entre los cócteles sabrosos, los exóticos y los refrescantes.

Varios de los nuevos cócteles, presentados con burbujas que estallan entre aromas y copas ahumadas, son ideales para presumir en redes sociales

Los nuevos combinados, que se presentan en la sinuosa barra de 360 grados que da la bienvenida al establecimiento, son un homenaje al clima mediterráneo de Barcelona con preparaciones fáciles de beber y con una estética sofisticada que empuja a ser retratada en redes sociales.

Cócteles sofisticados

Es el caso del Romero y Julieta (vodka Grey Goose, pomelo rosado, lima, romero, jengibre y lemongrass), al que se le inyecta una emulsión vaporizada con una pistola especial que crea una burbuja que estalla en aromas al apoyar los labios.

O el Vainilla Sky (whisky Bulleit Bourbon, limón, melocotón, vainilla y clara de huevo) que se sirve en una campana con ahumados, como si el vaso emergiera entre las tinieblas.

Además de degustar y aprender a preparar estos combinados, también hemos conocido al Aphrodite (con el cada vez más solicitado mezcal, yuzu, lima, albahaca y pepino) y el Foxy Tail (tequila Patrón Silver, Lima, hibiscus, jengibre, licor de naranja y sal de pimienta rosa).

Entre otras opciones se pueden citar La Pedrera (whisky Bulleit Bourbon, vermut Carpano Antica Formula, DOM Benedictine y absenta), el Vulpix (vodka Grey Goose, Amaretto Disarrono, fruta de la pasión y Cordial de mango) o el Maracuyá Mule (ginebra Bombay Sapphire, fruta de la pasión, lima, miel de naranja y Fever Tree ginger beer).

Estos cócteles cuestan entre 15 y 16 euros, y se acompañan por pequeños bocados para engañar al estómago pero sin agobiarse, como la focaccia con jamón ibérico, la tapa de pez limón, los chipirones con pimentón y la brocheta de pollo con adobo de especias de Oriente Medio.