Fika Pâtisserie, las tartas a la francesa que están conquistando Madrid

Si has estado en Suecia, seguro que has sucumbido a la fika, ese momento para el café y algo dulce que se comparte con amigos, familia o compañeros de trabajo y que tiene en el bollo de canela o kanelbullar su máxima expresión.

Ahora, también puedes abandonarte a ese placer en Madrid, concretamente en Fika Pâtisserie, la pastelería que ha encandilado al madrileño barrio de Chamartín con sus tartaletas de limón, albahaca o frambuesa, la de brownie con caramelo o la tarta de chocolate al 70% y almendras.

Abierta en 2021 y ubicada en el número 26 de la calle Costa Rica, a pocos pasos del estadio Santiago Bernabéu, Fika Pâtisserie es el personalísmo proyecto de Fran Bravo, una joven chef nacida en Chile y con vocación de maestra que cambió las tizas y las pizarras por la batidora, las varillas y el horno y, tras viajar por medio mundo aprendiendo repostería, recaló en Madrid para abrir su propio negocio.

Encuentra aquí tu hotel en Madrid al mejor precio

Tartas con alma francesa

Aunque el nombre de su negocio, Fika Pâtisserie, proviene del concepto sueco fika, Fran echa mano del recetario francés para crear sus tartas, tartaletas y bizcochos totalmente artesanales y con ingredientes naturales de alta calidad.

En la despensa de su tienda-obrador no hay lugar para conservantes, saborizantes o colorantes industriales: cualquiera que se asome por la puerta acristalada –seguramente atraído por el suculento aroma que atrapa desde la acera- puede verla en acción y comprobar su compromiso con la calidad y el cuidado en cada preparación.

Ella es el corazón y el alma del proyecto, quien imagina y prepara los dulces, los hornea y los dispensa, ya sea en el establecimiento, junto a un café 100% arábica (atentos porque con la llegada del buen tiempo saca a la calle su terraza) o bien en su tienda online.

Tartas y tartaletas tan bonitas como ricas

Las tartaletas (individuales, pero de ración generosa) son el producto estrella de Fika Pâtisserie. Harina, huevos, azúcar, cacao, nata y fruta fresca, horno y batidoras son sus aliados a la hora de elaborarlas.

El parón de la pandemia le sirvió a Fran Bravo para idear lo que se ha convertido en su primer proyecto personal: Fika Pâtisserie

Con ellos confecciona la base de masa sablé con azúcar glass y mantequilla de primera calidad que, al hornearse, queda crujiente y suave, pero también los rellenos con los que homenajea la tradición pastelera clásica sin renunciar a los toques de autor.

Limón y merengue, albahaca, frambuesa, maracuyá o banoffee son algunos de sus ‘greatest hits’, que se complementan con otros dulces de ascendencia francesa como los delicados financiers -pequeños bizcochos de almendra molida-, los lingotes o los bizcochos de plátano o zanahoria.

Tampoco se corta a la hora de reivindicar gustos y sabores de otros países, como Estados Unidos (bien conocidas en el barrio son sus cheesecakes de pera y albahaca o mango y maracuyá), Italia, con un delicioso tiramisú, o Reino Unido, con la tarta bakewell de almedra y frutos rojos.

Dulces para todos

También hay espacio para elaboraciones latinas, como la tarta tres leches, y para los amantes del chocolate en todas sus formas: el jugoso brownie o los pasteles de chocolate con caramelo y pecanas son algunos ejemplos que desfilan, y tientan, por el mostrador de Fika.

Y, por supuesto, para quienes tienen algún tipo de restricción alimentarias, que celebran especialmente el bizcocho de pera y almendra –sin azúcar, gluten ni lactosa— y la tarta de chocolate al 70 %, sin gluten.

Todas estas creaciones están también disponibles en su tienda online, con envío a domicilio en Madrid o recogida en tienda.

Una historia de amor

La historia de Fran es una historia de amor. Aunque comenzó formándose en magisterio en su Chile natal, ya horneaba dulces durante su época universitaria, hasta que se dio cuenta de que ese entretenimiento era, en realidad, su pasión.

Por ello, tras graduarse, se formó en cocina y repostería e hizo las maletas. Tras pasar por Sídney y Liverpool trabajando en repostería en hoteles y restaurantes, en 2018 aterrizó en Madrid.

Aquí fue pastelera en los hoteles NH Collection Madrid Eurobuilding y The Westin Palace y, cuando llegó la pandemia, comenzó a gestar la idea de su propio negocio. Durante el encierro experimentó e ideó el catálogo para abrir este local que define como “una aventura de mucho esfuerzo e ilusión”.

Además de preparar todo en el obrador, se ocupa de encontrar a los mejores proveedores, de atender a los clientes y también de gestionar el día a día del negocio. Muy difícil pero, según ella, un esfuerzo que “merece 100% la pena”.