Four Corners: la pizza ‘made in Detroit’ que conquista Barcelona
Cuadradas, esponjosas y con una gran diversidad de ingredientes: las pizzas de Four Corners se acompañan de una interesante carta de embutidos italianos, pescados y carnes a la brasa

Las pizzas al estilo Detroit de Four Corners. Foto Four Corners
Sí, Italia es la cuna de la pizza y Nápoles ostenta el certificado de maternidad. Pero este plato es tan universal que los inmigrantes de la bota han creado nuevos tipos en EEUU, como la variedad de Nueva York (que se expandió rápidamente a otras ciudades con fuerte presencia de italianos como Buenos Aires) o la de Detroit.
Esta pizza, creada por los inmigrantes calabreses y sicilianos en la ‘ciudad del motor’, es más parecida a la focaccia; con una masa más esponjosa que se eleva hasta los 10 cm, y que se sirve en porciones cuadradas.
A diferencia de la napolitana, tan fina que se despacha a razón de una por cabeza, con la de Detroit bastan dos porciones que quedar más que satisfecho.
El templo de la pizza importada de Detroit
En Barcelona el templo de estas pizzas es Four Corners, el restaurante ubicado en la planta baja del hotel The Hoxton, que abrió el año pasado en el barrio de Glòries.
Allí el experto pizzaiolo estadounidense Anthony Falco diseñó una carta que estos días se ha renovado para expandir la propuesta gastronómica. Dicho de otra forma: hay muchos más platos nuevos para conocer en Four Corners.
La idea de Four Corners es traer a Barcelona las experiencias gastronómicas que se pueden vivir en los barrios populares de Nueva York o Los Ángeles
La idea es traer a la capital catalana las experiencias gastronómicas que se pueden vivir en los barrios populares de Los Ángeles o Nueva York, donde las pizzas se presentan con combinaciones clásicas como la Marinara (salsa de tomate, ajo, orégano y albahaca) y otras más contundentes, como la Soppressata (cheddar, mozzarella, salsa arriabata, soppressata y miel picante), la Fenel Sausage + Jalapeño (cheddar, mozzarella, cebolla caramelizada, salchicha de cerdo, jalapeño encurtido) o la pantagruélica Vodka Meatballs (Cheddar, mozzarella, albóndigas de ternera, salsa vodka, parmesano, pecorino y albahaca).
Qué hay más allá de la pizza
La nueva tabla de embutidos (como mortadela, prosciutto, copa y spianata) abre la puerta a preparaciones como el tartar de tomate ahumado con burrata. Y a platos que algunos considerarán un sacrilegio, pero que a la gente de Four Corners le da igual porque quieren provocar por el gusto y los aromas, como la ensalada César con la lechuga pasada a la brasa, con el añadido de boquerones en tempura.
También hay nuevos platos de ingredientes de la cuenca mediterránea, como la berenjena o el pollo a la parmigiana, la entraña con patatas con romero o los pescados del día elaborado a las brasas.
Atención a las Mary’s Meatballs (bueno, albóndigas con salsa arrabbiata y chips de polenta) se pueden pedir al plato o en formato sándwich, si uno tiene coraje para evitar las salpicaduras.
Además de las pizzas en Four Corners se pueden pedir carnes y pescados del día a la brasa
Estos bocadillos, llamados héroes, también se ofrecen con rabo de buey. No hay que irse sin probarlo.
Postres y bebidas en Four Corners
A la hora de los postres, en Four Corners se puede derivar a la tarta de queso casera, con mermeladas y crujientes, que por su tamaño y poder calórico es mejor compartirlo.
La bodega tiene interesantes variedades de vinos naturales, así como media docena de cócteles y cervezas.
Tanto las pizzas como los platos y las bebidas se pueden degustar en su salón de aires minimalistas como en su terraza, que con vistas al Mirador Torre Glòries conforman un interesante paisaje urbano para la primavera.