La Lonchería: la cocina mexicana más popular también puede ser vegana

La Lonchería se encuadra en los restaurantes veganos que se alejan de la militancia, sabiendo que la discreción que sus platos no tienen trazas animales es una de las claves para seducir a los que desconfían de este tipo de cocina. Y la apuesta tiene éxito.

“Solo un 20% de nuestros clientes son veganos. Muchas personas vienen, comen y recién al final se enteran que no han probado nada de carne ni que tenga ingredientes de animales” cuenta Efraín Ruiz Esparza, que con su socio Jorge y el chef Daniel González abrieron La Lonchería en mayo de 2022 en Aribau 101, cerca del polo gastronómico de la calle Enric Granados.

De México al mundo

Entonces, más que vegano, aquí el acento está puesto en la comida callejera (o como queda más chic, street food), donde estos tres mexicanos de Aguascalientes crearon una carta que en su mayoría gravita alrededor de la cocina de ese país, aunque también tiene homenajes a platos de otros rincones del mundo.

Más que en el movimiento vegano, el acento de La Lonchería está puesto en la comida callejera para comer con los dedos

Entre los entrantes, por ejemplo, de Argentina están las patatas gauchas o del sur de EEUU las patatas Tennesee, de Venezuela la arepa de carne mechada con frijoles y aguacate con tequeños (donde la carne no es carne y el queso es vegano), de Tailandia el curry Thai (con heura -sucedáneo del pollo-, brócoli, judías, zanahorias y arroz basmanti) o de Vietnam el Bahn Mi (shiitake y tofu con verduras encurtidas, mayonesa de siracha y cilantro)

Los sabores (veganos) de México

Pero la tierra natal de estos tres emprendedores tira mucho, y así lo comprobamos con una degustación que se inició con unas quesadillas de flor de calabaza (de maíz colorado con veg-keso, o sea mozzarella vegana) y una tostada de aguachile, una especie de ceviche donde el pescado es reemplazado por una preparación de banana blossom con zumo de lima, cebolla y aguacate en una tortilla de maíz.

Si hablamos de México, no pueden faltar los populares tacos pastor, donde además del queso que no es queso incluye un sucedáneo de la carne; y otros de setas adobadas donde los hongos son macerados por horas.

La torta ahogada es acompañada por un picante tan potente que por precaución se sirve aparte

Ya en los principales, conocimos uno de los platos estrella que es la torta ahogada, un bocadillo típico de Guadalajara (la mexicana, no la castellana) donde el pan algo seco se remoja en salsa de tomate caliente, con el pollo reemplazado por heura frita. Es acompañado por chile de árbol, uno de los picantes mexicanos más poderosos que por precaución ante la falta de costumbre local se sirve aparte.

Otros platos de La Lonchería

Las porciones de los platos son justas para una persona, pero si uno quiere algo más contundente es mejor que pruebe el Pulled Jackfruit BBQ, una relectura vegana de la carne mechada de cerdo con aros de cebolla y boniato; o la Burguer que es una hamburguesa de la marca Beyond Meat (elaborada con proteína de soja y guisantes) con veicon (así con V, para distinguir el vegano del cárnico), cheddar, cebolla caramelizada, lechuga y tomate.

El local ofrece cheescake, brownie o pastel de plátano de postre, y de los grifos sirven cervezas industriales europeas y artesanas de América; además de bebidas clásicas del mundo vegano como la kombucha.

Desde una radio a un mercadillo

El pequeño local del Eixample se presenta con una estética callejera -de hecho el piso de la entrada son las mismas baldosas que se pisan en Aribau-, donde al llegar a un lado recibe un futbolín y sobre las cabezas se ve la cabina de una radio.

Se trata de la radio Scanner FM, donde Carlos Medina programa una transmisión de 24 horas por Internet y también hace programas en vivo que se escucha por los altavoces de local.

En el interior de La Lonchería también hay un guiño a los mercadillos callejeros con cuadros y prendas de vestir a la venta, y periódicamente se organizan eventos culturales que van desde sesiones de DJ o jornadas de cocina latinoamericana. Pero siempre en clave vegana, por supuesto.