Missy Lys: el brunch también puede ser vietnamita

De viernes a lunes el restaurante La Vietnamita de Barcelona ofrece un brunch para descubrir nuevos sabores del Sudeste Asiático

Breakfast Bao. Foto Missy Lys

Aunque el brunch tenga orígenes en la aristocracia británica del siglo XIX y se ha popularizado mundialmente vía Estados Unidos, no solo hay propuestas de tostadas con aguacate y huevos Benedict, sino que también hemos probado estos almuerzos madrugadores o desayunos tardíos en clave italiana o en versiones de lujo.

Y ahora, nos toca conocer la versión vietnamita, como la que propone Missy Lys (Comerç 17, Barcelona).

Como una versión gastro de Clark Kent y Superman, este pequeño local del Born se llama Missy Lys los viernes, sábados, domingos y lunes hasta las 13:00 o 14:00; cuando un rápido cambio de decoración, menús y chefs la convierte en La Vietnamita, uno de los restaurantes específicos del Sudeste Asiático que han emergido en la ciudad en los últimos 15 años.

Asian Pancakes. Foto Missy Lys

Recuerdos de Hanoi

La decoración recuerda a los puestos de comida tradicional y rápida de Hanoi, Ho Chi Minh o Hoi Ain; aunque sin las prisas que suelen caracterizar a este pueblo: banquetas y mesas pequeñas, lámparas de aire tradicional y un bombardeo visual de carteles con platos y promociones.

El nombre proviene de Lys, la madrina de Nina Runde (creadora de La Vietnamita en el barrio de Gràcia en 2009); una vietnamita-francesa autora intelectual del menú del restaurante y también de su propuesta de brunch.

La carta no es extensa: seis platos salados, tres dulces, varias alternativas de limonadas y los acompañamientos de cafés, tés y cócteles habituales en los locales de brunch.

Aunque es un restaurante vietnamita, los platos están adaptados al paladar local, con una contribución de ingredientes locales

Lo interesante es cómo preparan los platos para adaptarse al paladar local, con la incorporación de ingredientes autóctonos como la chistorra.

Banh Xeo Crepe. Foto Missy Lys

Los platos dulces de Missy Lys

Así lo pudimos comprobar con el Guao Breakfast Bao, donde este suave pan asiático alojaba una combinación de ese embutido con huevo de codorniz, pimienta, rábano encurtido, brotes de soja y cebolla frita.

Otra opción que probamos, más fiel a la cocina vietnamita, es la Green Shashuka, donde el huevo frito estaba sazonado con cinco especias del Sudeste Asiático con pimientos y espinacas. Un pelín picante, pero por suerte no demasiado.

Las porciones son de un tamaño justo para una persona, pero si alguien quiere apostar por algo más contundente puede tantear el Breakfast Bánh Mí Sándwich, una baguette de 15 cm con huevo frito, escabeche de jengibre, zanahoria, rábano, mayonesa de lima y kéfir; a la que se le puede añadir pollo, setas o tofu frito.

Tanto en este plato como en otro es posible agregar ingredientes veganos, como el tempeh bacon o el heura satay (sucedáneo del pollo); una alternativa que va a tono con esta tendencia.

Otros platos salados para empezar un mediodía en clave vietnamita son el Banh Xeo Crepe (con cúrcuma, leche de coco, aguacate, escabeche y brotes) o la potente Pho Soup (sopa de cocción lenta, con fideos de arroz, brotes de soja y hierbas).

Tostada con aguacate. Foto Missy Lys

En clave dulce

En el capítulo dulce, ya bastante satisfechos compartimos el Buttermilk Banana Pancake (hechos de kéfir de plátano caramelizado y leche condensada, con compota de mango y helado de vainilla); pero también podríamos haber derivado al Missy Lys Bircher Müsli (con avena, tapioca, compota de mango y jengibre) y la Granola Coco Bowl (yogur vegano de coco con frutos del bosque y esos cereales).

Local del Missy Lys. Foto Missy Lys

Zumos y cócteles

En esta época se recomienda refrescarse con los zumos de la semana (como el de apio, manzana y pepino) o probar las diferentes limonadas combinadas con lima, menta, cúrcuma, frutos rojos, maracuyá, pepino y una larga lista de ingredientes más.

Para rematar, al margen de los cócteles de la carta (Ginger Bloody Mary, Aperol Spritz, Kombucha Spritz o Sangría) si se habla con el personal se puede probar algunos de los combinados que suelen ofrecer horas más tarde en La Vietnamita, como el mojito de lichi, o la mimosa revestida con el gusto de esta pequeña y dulce fruta de origen chino.

Y aunque por el gran ventanal no se vean motocicletas ni vietnamitas a paso ligero sino turistas y vecinos del Born, por momentos uno siente una fugaz impresión que se ha trasladado a ese pequeño país de una gran cocina llamado Vietnam.

a.
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