7 hoteles perfectos para celebrar el Día del Libro

De Ámsterdam a Singapur y de Londres a Nueva Orleans, estos hoteles que han protagonizado libros y se han convertido en refugio de escritores son testigo del poderoso hilo que une literatura y viajes

El Hotel Pulitzer de Ámsterdam. Foto: ©Preferred Hotels & Resorts.

Basta una identidad, ni siquiera obligatoriamente real, para registrarse en un hotel. Una llave para inventarse una personalidad o, incluso, una vida, para que surjan encuentros inesperados que pueden cambiar el curso de la historia, para inventar tramas, tejer acuerdos, dar rienda suelta a las pasiones o urdir complots. Lugares donde lo público y lo privado se separan por tenues fronteras, donde el anonimato alienta aventuras o donde la calma invita a crear, los hoteles han sido punto de encuentro y sede de tertulias, escenarios de novelas o refugios donde crearlas.

Lujosos o decadentes, en grandes metrópolis o en los confines del mundo, los hoteles han ejercido y aún lo hacen un poderoso magnetismo sobre los escritores. Estos siete son solo algunos de los hoteles literarios que ponen de manifiesto la íntima conexión entre literatura y viajes.

Hotel Monteleone, Nueva Orleans

Todo en el Hotel Monteleone está rodeado de un halo literario. Ubicado en la calle Royal del barrio francés de Nueva Orleans, fue fundado por un noble siciliano, Antonio Monteleone, en 1886 y hoy sigue en manos de la familia (actualmente lo dirige la quinta generación), dentro del prestigioso sello independiente Preferred Hotels & Resorts.

Hotel Monteleone. Foto: ©Prefered Hotels & Resorts.

Considerado una de las grandes damas de la hotelería estadounidense y con todo tipo de historias relacionadas con misterios y apariciones, ha sido desde su fundación el hotel predilecto de novelistas y poetas en la ciudad.

William Faulkner, Nobel de Literatura, pasó muchas noches aquí. También lo hicieron Ernest Hemingway –lo menciona en su cuento La noche antes de la batalla–, Tennessee Williams, que lo inmortalizó en su obra La rosa tatuada, o Eudora Welty.

El Hotel Monteleone es uno de los tres únicos en los EE UU en contar con el reconocimiento de ‘Hito literario’ por la US Friends of the Library Association

Truman Capote por su parte presumía en el bar The Carousel de haber nacido en el hotel. En realidad, su madre, que vivió aquí estando embarazada, llegó a tiempo al hospital.

Pero la lista es mucho más larga: Anne Rice, Stephen Ambrose y John Grisham también son otros de los escritores que se rindieron a sus encantos.

Truman Capote presumía en el bar The Carousel de haber nacido en el Monteleone. Foto: ©Prefered Hotels & Resorts.

En 1999, el Hotel Monteleone fue reconocido como “Hito literario” por la US Friends of the Library Association, una distinción que solo tienen dos hoteles más en Estados Unidos, en concreto El Plaza y The Algonquin, ambos en Nueva York.

Alimentando esa aura, el hotel ofrece sus singulares Suites de Autor, que recrean el estilo de sus huéspedes literarios más ilustres.

Hotel Metropole, Venecia

Escenario extraordinario en la Laguna de Venecia, sin duda la experiencia en el Hotel Metropole debe ser calificada de intensa. Ecléctico y teatral, excesivo e inclasificable, se alza en un edificio que ya aparece en mapas venecianos del año 1500.

Metropole Hotel. Foto: ©Preferred Hotels & Resort.

Son muchas, casi infinitas, las historias que sus muros podrían contar en caso de hablar. Por ejemplo, sobre Vivaldi, que compuso aquí las Cuatro Estaciones.

Pero también de un buen número de escritores, desde Sigmund Freud a Marcel Proust y Thomas Mann, habituales del hotel a finales del siglo XIX.

Mann, de hecho, escribió en el Metropole su famosa novela Muerte en Venecia, una historia que se circunscribe a apenas dos escenarios: un exclusivo hotel de veraneo veneciano y la playa contigua a dicho hotel.

Metropole Hotel. Foto: ©Preferred Hotels & Resorts.

La imagen extrovertida y lujosa de palacete renacentista, con paredes enteladas y pesados cortinajes, espacios iluminados por velas y aroma de pimienta negra en el ambiente bien podrían inspirar muchos relatos más.

Belmond Cadogan Hotel, Londres

Con más de 300 años de historia, 130 de ellos como hotel, el Cadogan ya era un establecimiento lujoso en el siglo XIX. En aquella época era, además, epicentro de la escena londinense y punto de reunión de artistas, autores e intelectuales, entre los que se contaba Oscar Wilde.

Ubicado en el 75 de Sloane Street, en el elegante barrio de Knightsbridge, por sus habitaciones pasaron grandes plumas de los siglos XIX y XX , como Agatha Christie, Bram Stoker y Mark Twain (los dos muy fieles a su bar), y J.R.R. Tolkien.

Cadogan Hotel. Foto: Belmond.

El más célebre, sin embargo, es Oscar Wilde, que solía alojarse en la habitación 118, donde escribió la mayor parte de su obra La importancia de llamarse Ernesto. Allí tuvo lugar también el sonado arresto del escritor, acusado de “cometer actos de indecencia grave con otras personas del sexo masculino”. El episodio está reflejado en El arresto de Oscar Wilde en el Hotel Cadogan, de John Betjeman.

En 2014 la firma Belmond, hoy parte del conglomerado LVMH, se hizo con la propiedad del hotel y, tras cuatro años de reforma y una inversión de 45 millones de euros, lo reabrió como hotel de lujo con 54 habitaciones y más de 400 obras de arte originales, pero sin perder un ápice de su halo literario. De hecho, la habitación 118 es hoy la suite real, con un precio de más de 7.000 euros la noche y todo tipo de lujos, entre ellos su propia biblioteca.

La habitación preferida de Oscar Wilde es hoy la suite real. Foto: Belmond.

Raffles Singapore, Singapur

Uno de los pocos hoteles en el mundo con historiador residente, siempre disponible para relatar historias de sus exclusivos huéspedes, que van de Elizabeth Taylor y Ava Gardner a Michel Jackson y la reina Isabel II, el hotel Raffles Singapore es por derecho propio una de las grandes damas del Lejano Oriente.

El establecimiento, que abrió inicialmente las puertas en 1887 con apenas 10 habitaciones, era casi un hogar para Rudyard Kipling, que reflejó el lujo y la exclusividad de los clientes que se daban cita entre las famosas paredes blancas del hotel en su recopilación de artículos From Sea to Sea and Other Sketches, Letters of Travel.

Raffles Hotel Singapore. Foto: Accor Hotels.

El establecimiento, hoy en el portfolio de Accor, fue citado por John Le Carré en El honorable colegial, y en su larga lista de clientes se contaron Joseph Conrad que, siendo un modesto marinero paraba en el Raffles solo a tomarse una copa, W. Somerset Maugham, Pablo Neruda, Hermann Hesse y Ernest Hemingway.

Hotel Pulitzer, Ámsterdam

Con el nombre de uno de los más famosos premios de periodismo del mundo, el hotel Pulitzer de Ámsterdam no fue, sin embargo, el célebre editor Joseph Pulitzer, sino su nieto Peter.

Hotel Pulitzer. Foto: ©Preferred Hotels & Resorts.

Si el abuelo desarrolló su talento para los negocios comprando periódicos, el nieto supo ver el potencial de las casas asomadas a los canales en la capital de los Países Bajos y, en 1960, adquirió 12 de ellas a lo largo de los canales Prinsengracht y Keizersgracht a partir de las cuales creó el hotel de cinco estrellas más antiguo de Ámsterdam.

Pera Palace, Estambul

Toda una institución en Estabul, el Hotel Pera Palace fue el primero construido en Turquía bajo los criterios europeos de hostelería con el objetivo de alojar a los pasajeros del emblemático Orient Express.

Refugio de intelectuales, aristócratas y artistas, fue también el predilecto de una legión de escritores, desde Pierre Loti a Jak Deleon y Charles King, que hicieron del Pera escenario de algunas de sus obras.

Foto: Pera Palace.

Quizás la más famosa moradora del hotel fue sin embargo Agatha Christie que, alojada en su habitación número 411, escribió parte de su novela Asesinato en el Orient Express, se cuenta que conmocionada por la noticia del secuestro y posterior asesinato del pequeño hijo del aviador estadounidense Charles Lindbergh en 1932.

Se alojó en muchas otras ocasiones en esa misma habitación entre los años 1926 y 1932. Hoy es un museo dedicado a la célebre escritora con muchos de sus libros e incluso la máquina de escribir que usaba durante su estancia en Estambul.

The Hollywood Roosevelt, Los Ángeles

Se dice que no hay historia reciente de Hollywodd sin el Hollywood Roosevelt. Desde que abriera sus puertas en 1927, por sus habitaciones han pasado personajes del cine como Marylin Monroe, Charlie Chaplin o Clark Gable e incluso su piscina fue inmortalizada por el pintor David Hockney.

The Hollywood Roosevelt. Foto. ©Preferred Hotels & Resorts.

La periodista y escritora Joan Didion fue una asidua entre los años 60 y 80, residiendo durante largas temporadas y escribiendo aquí algunos de sus mejores trabajos.

La autora de El año del pensamiento mágico era asidua en el bar del hotel al mediodía, degustando un bourbon con el famoso editor Henry Robbins.

a.
Ahora en portada