6 sopas, caldos y cremas artesanas para los amantes del buen cuchareo
Cuando llega el frío, no hay nada más gustoso que disfrutar de un reconfortante plato de cuchara. Sobre todo, si nos lo dan ya cocinado y listo para comer
Lo mejor para combatir el frío es un buen plato de cuchara. Foto: Cala | Unsplash.
Ahora que empiezan a verse por las calles las chaquetas y los abrigos y percibimos que las mañanas son más frescas y los días se hacen más cortos, es justo el momento en el que empiezan a apetecer los platos de cuchara calientes para comenzar nuestras comidas y cenas.
España es un país que, gastronómicamente hablando, ama los caldos, las cremas y las sopas. Y se nota porque en cada punto de nuestra geografía existe una gustosa receta que sirve para calentar el cuerpo y el alma cuando llega el frío.
Pero como no todo el mundo sabe cocinar, hemos elegido seis conservas premium únicas, listas para ser servidas en nuestras mesas, que nos van a resultar francamente nutritivas y tonificantes.
Crema de Nécoras, La Venta 1897
El tiempo libre es una utopía para Sara Izquierdo y Amado Alonso, pareja residente en Pruvia, Llanera (Asturias), pues cuando no están trabajando en su negocio centenario La Venta del Jamón 1897 Restaurante, del cual ellos representan la cuarta generación y en el que proponen una cocina tradicional asturiana actualizada, es que están metidos de lleno en su pequeña fábrica de conservas artesanas caseras denominada La Venta 1897 que no es que estén ricas, es que son maravillas gastronómicas contenidas en botes de vidrio.

Para elaborar sus delicadas conservas, Sara y Amador se sirven de los mejores ingredientes frescos, naturales y de cercanía, sin utilizar ni conservantes, ni aditivos, ni concentrados. Tampoco contienen gluten.
Por otra parte, cuidan el detalle al máximo, y todas las conservas se presentan en preciosos y prácticos frascos de vidrio 100% reciclado de la prestigiosa firma francesa de Le Parfait, en su colección Wiss.
Entre sus delicias, podremos encontrar de todo. Subrayamos los calamares en su tinta, el gallo guisado (Pitu Caleya), cabrito en caldereta, sepia, ternera, salmón o jabalí en aceite de oliva y una crema de nécoras que hemos seleccionado porque aparte de ser deliciosa, es que inunda la boca de intenso, profundo y placentero sabor a crustáceos del mar Cantábrico.

La crema de nécoras es uno de los platos más representativos de su obrador y sus ingredientes son las gustosas nécoras de invierno del Cantábrico, capturadas justo en ese momento propicio de maduración y fragancia. Además, caldo de rape, hortalizas variadas, manzana, aceite de oliva extra virgen, especias y aguardiente de sidra.
Es una conserva de fiesta, ideal para comenzar una comida de celebración o incluso de fiesta navideña, pues evidencia un sabor amariscado, profundo, delicado y muy sabroso. Se podría consumir simplemente caliente, pero si lo acompañamos con unos picatostes de pan de pueblo untados con ajo o con unas gambas de calidad, no duden que se convertirá en un plato estrella que sorprenderá a familiares y amigos. Precio envase vidrio 350 g: 13,06€
Sopa de pescado, Itsasoko
La empresa guipuzcoana Itsasoko elabora, desde 1997 en sus instalaciones ubicadas en Irún, productos derivados del pescado y del marisco, aprovechando su cercanía a las lonjas de Pasajes, Hondarribia y San Juan de Luz, que les permite tener a su alcance los pescados más frescos y más selectos del Cantábrico.
Además ofrecen preparados de calidad como fumets, desmigados, cremas y una sopa tan sustancialmente sabrosa como la Sopa de pescado del Restaurante de la Hermandad de Pescadores de Hondarribia.

La receta de esta sopa es una creación de Iñaki Bergés, cocinero del Restaurante de la Hermandad de Pescadores de Hondarribia desde hace más de tres décadas. Es un plato que representa como ningún otro la esencia de la cocina marinera vasca y el espíritu de Hondarribia, de su puerto pesquero y de sus sacrificados pescadores.
Gracias a Itsasoko, esta mítica sopa de pescado a la que un grupo de periodistas gastronómicos japoneses tildaron en una reciente visita a Hondarribia como “probablemente la mejor sopa del mundo”, está a disposición de cualquier gourmet que desee degustarla sin necesidad de tener que acudir al restaurante.
Es una receta que se mantiene intacta desde hace más de 80 años y se elabora con pescado fresco de la lonja, preservando su autenticidad, frescura, sabor intenso y una elaboración artesanal que respeta los tiempos, la tradición y el trabajo artesano.
El formato en conserva de la sopa envasada por Itsasoko muestra una gran autenticidad y respeto, pues se cocina sin aditivos ni artificios y con una fidelidad total al sabor original que miles de comensales disfrutan cada año en el restaurante.

El cocinado de la sopa comienza con la preparación de un fumet con cabezas de merluza al que se le añade tomate triturado, cebolla, puerro, zanahoria, gambas, aceite de oliva, brandy, pimiento choricero y sal. Todos los ingredientes se cocinan a fuego lento y una vez terminada su cocción, la sopa se deposita en botellas de vidrio, una a una y de forma manual, con el caldo y los trozos de merluza sin espinas repartidos de forma equitativa. Por último, cada botella es esterilizada.
El resultado muestra las virtudes de una gran sopa marinera, pues el caldo es de una intensidad pasmosa y los trozos de merluza se mantienen frescos y muy jugosos. Recomendamos fervorosamente compartir esta sopa con algunos de los excelentes vinos Txakoli de Getaria. Precio botella vidrio de 480 g: 5,90€
Caldo Gallego, Porto-Muiños
Comenzamos con un plato clásico entre los clásicos elaborado en Cerceda (A Coruña), por la empresa Porto-Muiños. Aunque la compañía se dedica principalmente a las conservas y los preparados del mar como las algas en diversas formas y texturas, a las salsas y a los tartares, entre otros productos, también disponen de un plato de cuchara tan suculento como el Caldo Gallego.

Y es así, porque es uno de los platos más representativos de su gastronomía tradicional, ligado tanto al interior como a la costa gallega. Y aunque no tiene nada que ver con el mar, los gallegos de la costa lo toman asiduamente para calentar el cuerpo durante las frías jornadas que pasan pescando en el Atlántico. Además, en Porto-Muiños lo elaboran porque son conscientes de que es una conserva imprescindible que no puede faltar en esos fríos días de “choiva e morriña” (lluvia y melancolía).
Elaborado con ingredientes de km 0, cien por cien gallegos, a partir de una receta tradicional de la Costa da Morte, tiene como ingredientes principales un rico caldo bien trabado elaborado lentamente a partir de agua, carne, unto de cerdo y sal, junto a las típicas patatas gallegas, alubias blancas, chorizo artesano hecho con magro, tocino de cerdo, sal y especias.

El resultado es una sopa muy gustosa y representativa del recetario tradicional gallego, que bien puede servir de grato primer plato en una comida o en una cena. Precio lata 800 g: 6,91€
Sopa de la Suegra, Conservas La Suegra
Vamos a referirnos ahora a una de esas sopas apetitosas que quedan en el recuerdo. La elabora en la localidad cántabra de Torrelavega la empresa Conservas la Suegra, fundada en 1996 por José Carlos Argos. La sopa en cuestión responde al nombre de Sopa de la Suegra. Es uno de sus últimos platos puestos en el mercado y está teniendo un gran éxito, pues se define por ser una sopa del cocido que salvaguarda sus tiempos de cocción y se elabora con mucho mimo.
Para darle su sabor y textura, el cocinado comienza preparando un sustancioso caldo que es el resultado de cocer huesos de ternera y pollo junto con zanahorias y cebollas durante unas tres horas. Este caldo se filtra para que no haya impurezas y se le añade zancarrón de ternera –conocido también como morcillo o jarrete- más hortalizas y garbanzos y se cocina todo junto durante una hora más.

El resultado es admirable, pues es una sopa natural y casera, a la que no se le añaden ni colorantes, ni conservantes, seña de identidad de la casa, ya que en el proceso de elaboración queda esterilizado y herméticamente cerrado al vacío.
Uno de los secretos de esta sopa son sus ingredientes. Tanto carnes como hortalizas son adquiridas a agricultores y carniceros de la zona, lo que permite controlar su frescura y calidad. De este modo se consigue que los garbanzos queden firmes, las hortalizas enteras y la carne tierna y jugosa.
Con tan solo 36 calorías por cada 100 gramos, es fuente de proteínas procedentes de las carnes y de los garbanzos, también de fibra aportada por las hortalizas, lo que convierte a la Sopa de la Suegra en un sabroso reconstituyente y en un plato reconfortante que nos evoca recuerdos de la infancia cuando este sencillo alimento estaba presente en todos nuestros hogares.

Se pueda tomar sin más o añadiéndole por ejemplo, arroz, fideos o huevo picado. Fuera como fuese, es una sopa muy rica que se disfruta al máximo. Precio envase vidrio 720 g: 4,25€
Crema de Alcachofa, Camporel
Desde la localidad de Cintruénigo, corazón de la Ribera de Navarra, la firma Camporel, trabaja desde 1991 con productos de la huerta navarra y de otras regiones de España, que son elegidos en su punto óptimo de maduración y procesados con todos los cuidados para preservar sus sabores auténticos.
Entre sus diferentes promesas, eclipsa su deliciosa Crema de Alcachofa, una destacable y nutritiva conserva natural muy poco calórica para aquellos que buscan cuidarse, que ejemplifica la pura esencia de una gran hortaliza que descuella por su complejidad y sabor delicioso.

Se elabora con muy pocos ingredientes y todos ellos de primera calidad: alcachofa blanca de Tudela de campaña, agua, aceite de oliva y sal. Y por supuesto, ningún aditivo ni conservante.
La podemos consumir tanto en frío como en caliente y lo elaboran manos expertas que se ocupan tanto de su cocinado como del envasado y posterior etiquetado. De intenso sabor vegetal con un punto terroso suave y natural, posee matices ligeramente amargos con final dulce característico de la alcachofa debido a la cinarina.
La cinarina es una sustancia que deja una sensación de contraste dulce en la boca, especialmente si se consume junto a otros líquidos como bien puedan ser el agua, vino blanco o cerveza.

No es una crema abrumadora en el paladar, pues exhibe ante todo, delicadeza y suavidad. Además, la grata experiencia en boca, se complementa con una textura suave, aterciopelada y cremosa que realza los matices gustativos.
La crema de alcachofas de Camporel ofrece una experiencia de sabor en la que prima el equilibrio y la naturalidad, siendo la alcachofa la protagonista absoluta de un plato reconfortante e irresistible, que puede tomarse a solas, con picatostes o acompañado de virutas de jamón. Precio botella vidrio 750 ml: 4,85€
Caldo de El Cocido, El Navarrico
No nos movemos de Navarra, tierra de verduras, hortalizas y buenas conservas para conocer de primerísima mano el Caldo de El Cocido que nos propone la empresa familiar fundada en la localidad de San Adrián en 1960, El Navarrico.
En la actualidad, y con las premisas de la sostenibilidad y la innovación bien entendidas, El Navarrico se dedica a las conservas gourmet de alta calidad como los espárragos blancos de Navarra, las alcachofas en diferentes preparaciones, guisantes, puerros y pimientos del piquillo, entre otras delicatesen.

Recientemente han dado un paso más y han comenzado a comercializar una nueva gama, a la que han bautizado como Etiqueta Negra El Navarrico, que comprende dos nuevos caldos, uno de pollo, otro de cocido y un fumet de pescado. Son tres recetas inspiradas en la tradición y en el buen hacer, pues para elaborarlos han recogido antiguas recetas heredadas de sus ancestros, que se han ido perfeccionando con el paso del tiempo.
En concreto, el Caldo de El Cocido de El Navarrico que les recomendamos, ya que es una verdadera delicia, es una receta tradicional que nos retrotrae a los sabores de antaño y que se cocina a fuego lento como en casa.
Sus ingredientes principales son: agua, ternera, pollo, cerdo, jamón, cebolla, zanahoria, puerro y sal marina. Y por supuesto, no lleva ningún tipo de conservante ni aditivo.

Su sabor es pleno, intenso, complejo, concentrado y profundo. Es un caldo bien ligado, con un interesante equilibrio entre los distintos ingredientes, percibiéndose su cuerpo, fruto de sus horas de cocción a fuego lento. Además, en boca se siente sustancioso gracias a la gelatina aportada por las carnes.
Es un caldo excelente para atesorarlo en nuestro hogar, pues a la comodidad de tenerlo ya cocinado y listo, se le une su facilidad para combinarlo gratamente con fideos, arroz o legumbres. Precio botella vidrio 785 g: 5,22€