Las tradiciones más extrañas (y divertidas) para recibir al Año Nuevo

Quizás en algunos países sea exótico que en una nación de Europa la gente se atragante con uvas mientras ven por tele las campanadas que reciben al nuevo año.

Cada pueblo, sea país, región o ciudad, tiene sus costumbres en el momento cumbre de la Nochevieja; y lo que para algunos es excéntrico, para otros es de lo más normal.

Por ello, antes de preparar la mesa y descorchar el cava, vamos a viajar por el mundo para conocer las costumbres más divertidas, extrañas o como quieran llamarle; pero que no dejan de ser sorprendentes para dar la bienvenida al 2022.

La casa por la ventana

La expresión ‘tirar la casa por la ventana’ es más realista que nunca en el sur de Italia, donde está la costumbre de lanzar platos, vasos o incluso muebles en desuso; como una forma de renovar el hogar en el nuevo año.

Aunque en Sicilia o Nápoles tengan fama de desorganizados en muchos aspectos, para esta antigua ceremonia se cortan las calles y se establecen turnos para el lanzado; no vaya a ser que algún distraído reciba una silla en la cabeza.

En el sur de Italia y en ciudades de Sudáfrica es costumbre recibir al nuevo año con el lanzamiento por la ventana de muebles viejos y vajilla

Esa ceremonia también se realiza en Johannesburgo y otras ciudades de Sudáfrica.

Guerra de agua

Con el intenso calor que hace todo el año en Tailandia es más que bienvenida la costumbre de recibir al año nuevo con una guerra de agua.

Cabe aclarar que esta contienda acuática no se realiza el 1 de enero sino entre el 13 y 16 de abril, con la festividad del Songkran (año nuevo) y su origen se remonta al ritual del lavado de las estatuas de Buda para pedir abundantes lluvias para las cosechas.

Muchas pero muchas campanadas

En Japón los templos budistas no dan las 12 campanadas como en Occidente, sino que resuenan nada menos que 108 veces.

Es parte de la ceremonia del Oshogatsu, y cada tañido representan los pecados que la gente aloja en su alma, por lo que escucharlas ayuda a purificarla.

El detalle de la sincronización es que 107 se dan en los últimos minutos del día 31, y la 108 cuando nace el nuevo año.

Quema de muñecos

En Ecuador y algunas ciudades de Argentina (como La Plata) es costumbre que tras brindar en familia todo el mundo sale a la calle para presenciar la quema de muñecos gigantes.

Es como una analogía de las Fallas Valencianas, donde los vecinos (en su mayoría jóvenes y adolescentes) realizan colectas populares para construir los muñecos que llegan a tres o cuatro metros de altura, y los rellenan de pirotecnia.

Fundir plomo (y otras formas de adivinar el futuro)

En Alemania y Finlandia hay personas que ni bien se pasa al 1 de enero se convierten en alquimistas, y funden un poco de estaño o plomo en un vaso. De acuerdo a la forma que tome el metal líquido -dicen- pueden predecir el futuro.

En Alemania y Finlandia se acostumbra fundir un trozo de estaño o plomo para predecir el futuro

Menos peligrosa es la costumbre de algunas regiones de Perú, donde se pone un huevo entero debajo de la cama, y se espera que se rompa al otro día. Según el dibujo de la yema, será un buen o mal año.

Armar cañones caseros

En zonas rurales de los Países Bajos, temprano desde el día 31, los agricultores arman barriles de 500 hasta 1.000 litros con agua y carburo, a los que tapan y ponen a calentar en zonas alejadas de cualquier vivienda.

Cuando alcanza la temperatura suficiente el artilugio, llamado carbidkanon, estalla con un gran estruendo, que es acompañado por el lanzamiento de petardos o cohetes.

La vuelta a la manzana con una maleta

En ciudades de Colombia, Perú y Chile está la costumbre de llenar una maleta y salir a dar una vuelta a la manzana ni bien se pase al nuevo año; una forma de asegurarse un buen viaje para las vacaciones.

En Perú son un poco más estrictos con esta tradición y consideran que la maleta tiene tener la ropa y accesorios con el destino deseado: si la idea es ir al Caribe, pues a buscar el bañador, las chanclas y el protector solar.