Cinco jardines románticos para disfrutar de Málaga al fresco
Estos espacios abundantes en especies autóctonas y exóticas, con edificios elegantes y detalles como fuentes y cascadas, ofrecen una manera más relajada de conocer Málaga

El encanto romántico del Parque de Malaga. Foto Karen Bryan | Flickr
En Andalucía el calor no se quiere ir. Y va a demorar varias semanas en dar paso al otoño. Cuando uno busque disfrutar los encantos de Málaga de una manera más relajada y también más refrescante es hora de ir a los parques urbanos de la ciudad.
En su trazado con forma de abanico hay una veintena de parques, pero algunos de ellos presentan una estética más propia de los jardines de fines del s.XIX, espacios románticos para pasear sin prisas.
Parque de Málaga
Uno de los más emblemático y señoriales es el Parque de Málaga.
Con su diseño lineal paralelo al puerto, en el centro de la ciudad, está dividido en dos zonas: la sur cuenta con senderos de 10 metros de ancho y una abundante vegetación, mientras que la norte se convierte en un tranquilo mirador para contemplar algunos de los edificios más importantes que lo rodean, como el ayuntamiento, el Banco de España, la Universidad de Málaga (en el antiguo edificio de correos) y la Casita del Jardinero (sede de la Fundación Málaga Ciudad Cultural).
El origen de este pulmón verde se remonta a la ampliación del puerto que se hizo en 1897, aprovechando la conquista de terrenos ganados al mar.
Su recorrido es un viaje por la flora del mundo, con 364 especies subtropicales procedentes de diferentes latitudes del mundo, donde destaca su abundante población de palmeras.
Jardines de Pedro Alonso
No muy lejos, hacia el este del palacio municipal, se extienden los jardines de Pedro Alonso.
El arquitecto Fernando Guerrero Stachan fue responsable del diseño de dos importantes jardines malagueños: el de Pedro Alonso y el de la Puerta Oscura
Este espacio de 6.500 metros cuadrados combina el paisajismo hispano con la herencia musulmana y con toques afrancesados. Así se ve en los setos bajos que aportan simetría, la presencia de naranjos que regalan aromas y el frescor de los surtidores.
Uno de sus espacios más bonitos es la rosaleda, tapizado de 75 variedades de todo el mundo.
Este jardín diseñado por Fernando Guerrero Stachan es una bisagra entre el Parque de Málaga y la Puerta Oscura, y establece un diálogo entre los muros de la Alcazaba y Gibralfaro como con el Ayuntamiento.
Jardines de la Puerta Oscura
También de Guerrero Stachan es el diseño de los jardines de la Puerta Oscura, situado a pocos pasos hacia el oeste.
Ubicado en la cara sur del Monte de Gibralfaro, el nombre remite a una puerta de la antigua fortaleza árabe.
Su diseño buscó la integración urbana de la Alcazaba, por medio de fuentes, paseos y glorietas que alternan con una vegetación que conquista los rincones, y así se atenúa la áspera estética de la muralla.
A través de sus terrazas y senderos se pueden descubrir ejemplares de cipreses, jacarandás, palmeras canarias, pinos carrascos y las coloridas buganvillas.
Cementerio inglés
En Málaga se encuentra el primer cementerio protestante de España. Construido en 1831, fue diseñado como un jardín botánico con terrazas que miran hacia el mar.
Entre las tumbas de estética clásica, neogótica y modernista, se ve un amplio despliegue de especies exóticas; en un espacio de recogimiento donde la historia se enlaza con la naturaleza.
Jardín Botánico-Histórico La Concepción
Pero si hay que buscar el pulmón verde por excelencia es el gigantesco Jardín Botánico-Histórico La Concepción, uno de los espacios tropicales y subtropicales más importantes de España
Se trata de un parque de 23 hectáreas con un jardín central de tres, diseñado en estilo romántico con su despliegue de cascadas y fuentes con una variada selección de plantas de todo el mundo.
El Jardín Botánico-Histórico La Concepción despliega más de 25.000 especies vegetales en sus 23 hectáreas
En total cuenta con 25.000 especies de plantas de 2.000 especies, de las cuales 90 son palmeras, 200 son plantas nativas y el resto son tropicales y subtropicales.
Allí se ven las elegantes líneas de la Casa Palacio y la Casa del Administrador, además de otros edificios como la Antigua Escuelita, la Casita de los Cipreses (para los jardineros), el Museo Loringiano y una cúpula que, a pesar del esfuerzo para las piernas, justifica ver la panorámica que ofrece.
Entre los sectores y las rutas en que se puede recorrer este parque están La vuelta al mundo en 80 árboles, Las plantas de nuestra tierra (con especies locales), el Mapamundi de palmeras, la Colección de bambú, el Camino forestal, la Xolección de frutales y la Ruta de los miradores, entre otras opciones.