5 miradores secretos para rozar el cielo de Madrid

Con vistas a los tejados de la Plaza Mayor, en un edificio declarado Bien de Interés Cultural o desde los rascacielos que modificaron el skyline de la ciudad: te descubrimos 5 miradores fuera del radar

La azotea del Hyatt Centric es un oasis entre los tejados de Gran Vía.

El cielo de Madrid está de moda. Especialmente en esta época del año es posible disfrutar de la ciudad desde las alturas, ya sea en piscinas ocultas en azoteas, cines de verano o apetecibles terrazas en las que escapar de las tórridas noches en la capital.

También en las alturas podemos disfrutar de espectaculares miradores que nos desvelan magnéticas perspectivas de la ciudad y puestas de sol de infarto.

Más allá de las plataformas aéreas más famosas, como el Faro de Moncloa y el Mirador Madrid en el Palacio de la Cibeles, la elegante terraza del Círculo de Bellas Artes, donde rodearse de esculturas que otean al horizonte, o lo alto del monumento a Alfonso XII en el Parque del Retiro, desvelamos hoy cinco miradores desconocidos que tienes que tener ya en tu radar.

Terrazas con vistas a la Plaza Mayor o la Gran Vía, un edificio declarado Bien de Interés Cultural o los rascacielos que modificaron el skyline de la ciudad inspirados en el Nueva York de mitad de siglo XX son nuestras propuestas. Toma nota porque algunos de ellos se podrán ver en exclusiva y de forma gratuita en la próxima edición de Open House Madrid del 23 al 25 de septiembre.

Piscina en la cubierta del Hotel Pestana.

Sobre los tejados de la Plaza Mayor

Ubicado en el edificio de la Casa de la Carnicería en plena Plaza Mayor de Madrid, un edificio que ha contemplado en primera fila la evolución de la ciudad a lo largo de 400 años de historia se encuentra el actual hotel Pestana.

Arquitectónicamente su viaje comienza con la sobriedad de los Austrias y continúa con la influencia afrancesada de los Borbones. Rehabilitado por el estudio de arquitectura e interiorismo b76, guarda una de las cubiertas más cotizadas de la capital, con vistas a su plaza más icónica: la Plaza Mayor, anteriormente conocida como Plaza del Arrabal, que funcionaba como punto de encuentro de mercaderes y comerciantes.

Hotel Pestana Plaza Mayor.

Los legados de arte islámico, la iluminación barroca, la inspiración de grandes artistas como Goya o Velázquez o las escaleras de estilo herreriano con las que fue reconstruida en el siglo XVII, son sólo algunos de los elementos que nos transportanal pasado de la ciudad.

Un edificio declarado Bien de Interés Cultural desde las alturas

Situado en la Ciudad Universitaria, el Instituto del Patrimonio Cultural de España fue encargado en 1965 a los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Miró, que idearon una construcción de cuatro plantas en hormigón armado.

Instituto del Patrimonio Cultural de España, de Higueras y Miró. Foto: Ximo Michavila.

A primera vista destaca por su planta circular y una cornisa recortada por grandes picos que le ha valido el sobrenombre de la ‘Corona de Espinas’, como se lo conoce popularmente.

Declarado Bien de Interés Cultural en 2001, este edificio es una de las obras más significativas de la arquitectura española del último siglo.

Cerrado al público desde los inicios de la pandemia, la próxima edición de Open House Madrid ofrece la oportunidad única de llegar hasta la cubierta accediendo desde la última planta del edificio y conocer todos sus secretos arquitectónicos.

Instituto del Patrimonio Cultural de España, de Higueras y Miró. Foto: Ximo Michavila.

La cubierta de uno de los edificios más singulares de Madrid

Al más puro estilo neoyorkino, la espectacular fachada acristalada del edificio Arnaiz destaca en la calle de Méndez Álvaro por su forma de cubo fracturado que permite contemplar desde fuera las tripas del edificio.

El efecto es particularmente llamativo durante la noche, cuando la iluminación interior y la transparencia de la entrada dan la sensación de que el vestíbulo está completamente abierto a la calle.

Diseñado por el propio equipo de Arnaiz, se remata con una singular cubierta en voladizo que cubre la rotura de este edificio de oficinas de 12 plantas, que también cuenta con 5 plantas subterráneas dedicadas a aparcamientos.

Edificio Arnaiz. Foto: David Spence.

Aunque no se permiten las visitas habitualmente, durante la celebración de Open House Madrid podremos caminar por encima de la cubierta y contemplar la transformación urbana que ha experimentado el sur de Madrid, desde la arquitectura industrial de finales del siglo XIX hasta nuestros días, todo ello desde el cielo.

Los rascacielos que soñaban con Nueva York

Otro mirador fuera de radar lo encontramos en Castellana 81, en el distrito financiero de AZCA, en el Paseo de la Castellana.

Castellana, 81, de Sáenz de Oiza.

Todo el área es un macroproyecto de rascacielos de mediados de los 50 del pasado siglo que se inspiró en el Rockefeller Center de Nueva York.

Los primeros edificios se empezaron a construir a partir de los años 70 y entre ellos destacan la Torre Europa, la Torre Picasso, que se inauguró en 1988 y en su momento fue el rascacielos más alto de España, emulando a las desaparecidas Torres Gemelas de New York, y Castellana 81.

Precisamente esta última es nuestra propuesta. La torre fue diseñada por Francisco Javier Sáenz de Oiza, una de las figuras más destacadas de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX, tras ganar un concurso convocado por el Banco de Bilbao en 1971 y restringido a siete de los profesionales más prestigiosos de la época.

Castellana, 81. Foto: Ximo Michavila.

El proyecto, que resuelve el reto de levantar un edificio de oficinas de 30 plantas salvando la bóveda del túnel del enlace ferroviario entre las estaciones de Atocha y Chamartín, se construyó en acero y hormigón armado, con un acabado característico en acero corten y lunas tintadas en color bronce, lo que le da una presencia serena e imponente y lo convirtió rápidamente en un hito en el skyline madrileño.

Recientemente rehabilitado, sus 107 metros de altura se distribuyen en 28 plantas dedicadas a espacio de oficinas, de las cuales 5 son de doble altura, diáfanas y sin pilares. Desde su rooftop, que comprende las últimas plantas de edificio, se obtienen vistas privilegiadas del horizonte en la ciudad.

Un oasis escondido en la Gran Vía

Volvemos al centro para disfrutar del atardecer cóctel en mano. En plena Gran Vía, la azotea del hotel Hyatt Centric esconde un auténtico oasis donde descubrir un gran tesoro histórico: una viga que conserva los rastros de un bombardeo de la época de la Guerra Civil española.

Foto: Hyatt Centric Gran Vía.

Proyecto del estudio Blue Sky Hospitality del diseñador inglés Henry Chebaane, el edificio preserva el valor arquitectónico del histórico edificio de estilo art-dèco, como la fachada de los años 20, el pórtico de la entrada y las icónicas escaleras de caracol con su barandilla hecha a mano y lo integra en un atrevido diseño que evoca la cultura popular castiza, sus iconos artísticos y sus paisajes locales.

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