Las mejores playas de Santander para despedir las vacaciones

A pasos de la ciudad de Santander, rodeadas por las montañas, estas playas son ideales para los que aprovechan los últimos días de descanso

En Santander la playa convoca en cualquier época del año. Foto Jaula de Ardilla – Flickr

Cantabria cuenta con 220 km de costas, en la que se agrupan casi 100 playas. Algunos prefieren las aisladas, otros las que tienen olas para hacer surf, y están los que buscan tranquilidad sin tener que movilizarse demasiado.

Para este último tipo de viajero, como son los que van en familia, son ideales las de Santander; que tiene una docena de playas con muy buena dotación de servicios -algunas con ludoteca y biblioteca-, con arena fina y protegida por los cerros y acantilados que rodean la capital cántabra.

Más lejos hay una serie de playas aisladas, de acceso más complicado, pero buscadas por los que prefieren descansar con tranquilidad.

Los Peligros

Tras pasar el paseo marítimo en dirección a la península de la Magdalena la primera playa que aparece es la de Los Peligros.

El nombre puede asustar, pero no es porque sus aguas entrañen un riesgo para el bañista, sino que era por el peligro de los barcos de quedar encallados en los arenales.

Playa Los Peligros. Foto Luis Alberto Martínez – Flickr

Tiene 200 metros de extensión y es recomendada para realizar deportes náuticos, con facilidades para aparcar y con acceso para personas con movilidad reducida.

Playa de la Magdalena

Le sigue esta playa, que al estar protegida por la península de la Magdalena casi no tiene oleaje, y es buscada por quienes tienen niños.

Las playas de la Magdalena y Bikini son buscadas por las familias por su ausencia de oleaje

Cuenta con 350 metros de longitud, y desde su costa se ven las islas de La Torre y La Horadada.

Bikini

Se dice que su nombre se debe a que aquí se vio a la primera mujer que se animó a usar un bikini en una playa cántabra.

Al norte se suceden las playas con rocas. Foto Elsergietenapuros – Flickr

Ubicada en la cara sur de la Magdalena, tiene 670 metros de largo de arena fina y también presenta un oleaje casi imperceptible.

La Concha

Tras pasar la península se extiende un largo arenal que, con más o menos precisión, se ha dividido en varias playas.

La primera es la Concha, en alusión a la forma que tenía en otras épocas, y una de las más concurridas de Santander.

Su extensión es de 160 metros, y su arena es más clara.

Primera playa del Sardinero

Hace un siglo y medio la Primera Playa del Sardinero era donde acudía la aristocracia para disfrutar de los baños de ola, como se ve en los elegantes edificios ubicados en primera línea de la costa.

La playa del Sardinero, la más popular. Foto Pedro López – Flickr

Tras la península de la Magdalena se extiende un largo arenal que se subdivide en cuatro playas

Con una extensión de dos kilómetros, su nombre proviene del caladero de sardinas ubicado a pocas millas náuticas, y que también bautizó al barrio que está a sus espaldas.

Segunda Playa del Sardinero

Si la Primera Playa era coto de la nobleza, la Segunda era para el pueblo llano. También conocida como playa de Castañeda, está dividida de aquella por el promontorio de Piquío.

Cuenta con una extensión de 1.000 metros, y es la más extensa de la ciudad.

Vistas desde la playa del Sardinero. Foto Pieter Morlion – Flickr

Playa del Camello

Esta playa que se caracteriza por una roca que se desafía al mar, y que al bajar la marea y vista de perfil parece un camello.

Aquí es muy común ver a bañistas jugando con palas, y es un arenal popular entre las familias santanderinas.

Los Molinucos

Camino al Cabo Menor está la playa de Los Molinucos, una pequeña formación de 150 metros, casi sin arena cuando sube la marea, la que se accede por el parque de Mataleñas o el paseo costero que lleva a ese accidente geográfico.

Playa de Los Molinucos – Flickr

Mataleñas

Ese mismo sendero conduce a la pequeña playa de Mataleñas, frente a la ensenada homónima, rodeada de acantilados y dueña de una gran belleza natural.

Se llega bajando unas escalinatas con una pendiente pronunciada, donde hay que tener más precaución que la habitual.

Varias playas al noroeste de Santander, como Rosamunda o Los Molinucos casi desaparecen cuando sube la marea

El Bocal

Técnicamente en la localidad de Monte, su mayor dificultad para el acceso (se llega tras hacer unos 1.200 metros) la hacen escasamente concurrida. Su extensión es de 200 metros.

La Maruca Beach, Santander, Spain

Rosamunda

Otra de las playas relativamente aisladas, ubicada en el sector rural de San Román. Carece de servicios, solo se puede llegar a pie, y cuando sube la marea prácticamente desaparece.

La Maruca

Al estar rodeada de rocas tapizadas de verde es una de las más bonitas. Tiene buena oferta de servicios y se integra con el entorno de la ría y la batería de San Pedro.

Virgen del Mar

En una isla unida por un puente peatonal se encuentra esta playa al lado de la ermita de la Virgen del Mar.

Tiene una longitud de 380 metros, y desde aquí se ve cómo el Cantábrico golpea contra las rocas en sus días de furia.

Está bien equipada pero con la pleamar el arenal queda cubierto bajo las aguas.

a.
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