Tres rutas para conocer los secretos de la República Checa en coche

Por Moravia o diferentes regiones de Bohemia se pueden realizar estas rutas, de menos de 1.000 km, para descubrir pueblos, castillos, bosques, termas y la mejor cerveza

Atardecer en el palacio de Hluboká. Foto DMO – Jizni Cechy

Gracias a sus pequeñas dimensiones y el buen estado de sus carreteras la República Checa es un país ideal para conocer en coche.

Ya sea a través de sus carreteras más importantes o por caminos secundarios se pasa por encantadores pueblos, granjas, bosques, lagos y castillos.

Según sugiere Turismo de República Checa lo ideal es tener a Praga como punto de partida y desde ahí emprender tres rutas por las regiones de Moravia, Bohemia del Sur y del Oeste, y por la franja norte de esta última.

Por viñedos y castillos de Moravia del Sur

El primer recorrido consiste en 900 kilómetros por Moravia del Sur. En ellos desfilan hermosas ciudades como Kutná Hora, cuyo casco histórico ha sido protegido por la Unesco, o Litomyšl, que es la cuna de Bedřich Smetana, uno de los compositores checos de música clásica más reconocidos.

Paseo por Ceský Krumlov. Foto Lukas Zentel

Los amantes de la historia deberían llegar hasta el castillo de Bouzov, cuna de los caballeros teutónicos

Los amantes de la historia deberían llegar hasta el castillo de Bouzov, cuna de los caballeros teutónicos y sus numerosas obras de arte; y de ahí seguir a la bella ciudad de Olomouc, con su famosaColumna de la Santísima Trinidad, una obra de arte barroca de 35 metros.

Otro atractivo histórico es el Palacio Arzobispal de Kroměříž, y luego se llega a Brno; una de las ciudades más importantes del país que merecen una estancia de un par de días.

Brno, la joya de Moravia. Foto P. Gabzyl

El viaje sigue al Karst de Moravia, la mayor zona kárstica de Chequia y un lugar imprescindible para admirar impresionantes catedrales formadas por estalagmitas y abismos.

En el regreso a Praga hay que pasar por el paisaje cultural de Lednice-Valtice y visitar el pueblo de Mikulov, meca del recomendado vino de Moravia. Otra opción es desviarse al oeste y llegar a Viena, que está a solo 88 kilómetros.

Termas, cervezas y granjas en Bohemia

En una semana, viajando con calma, se pueden recorrer las regiones sur y oeste de Bohemia, en un trayecto de 800 kilómetros.

Castillo de Loket. Foto Ladislav Renner

No pasan ni dos horas de la salida de Praga hacia Bohemia del Oeste que el viajero se encuentra en medio de frondosos bosques y ciudades llenas de fuentes termales que son explotadas por numerosos balnearios.

Entre ellos se encuentra los integrados por el triángulo de Karlovy Vary, Mariánské Lázně y Františkovy Lázně, cuyo relax acuático se complementa a los atractivos del pueblo y el castillo de Loket, el palacio de Bečov (que alberga el famoso relicario de Santo Mauro) y la ciudad de Cheb.

Región de Karlovy Vary. Foto DMO

Al emprender la ruta a Bohemia del Sur se llega a Pilsen, cuna de la famosa cerveza checa y hogar de la fábrica de Pilsner Urquell.

Sigue Hluboká nad Vltavou, donde se levanta un romántico castillo estilo Windsor que parece sacado de un cuento de hadas.

En Pilsen y České Budějovice se pueden visitar algunas de las fábricas de cerveza más importantes del país

A pocos kilómetros de allí está České Budějovice, capital de la región, que cuenta con la plaza cuadrada más grande del país, y que acoge la fábrica de la famosa cerveza Budweiser Budvar.

Pueblo de Holasovice. Foto Frantisek Renza

Desde esta ciudad se puede llegar a Holašovice y sus granjas del siglo XVIII, incluidas en las listas de la Unesco, y la hermosa ciudadela medieval de Český Krumlov, una de las villas más románticas de la República Checa.

Y al regresar a Praga, dos paradas imprescindibles: el pueblo de Třeboň, donde se dice que preparan las mejores carpas; y el palacio renacentista de Jindřichův Hradec.

Naturaleza por Bohemia del Norte

De las rutas propuestas, esta es la más corta, con 400 km por la franja norte de Bohemia; donde se sugiere ir realizando paradas para realizar salidas de senderismo y otras actividades por entornos naturales.

El valle del Paraíso Checo. Foto Lukas Zentel

Ya ha 90 km de Praga está Český ráj, un impactante conjunto pétreo y gargantas de arenisca de las Rocas de Prachov.

Cerca, están los castillos y palacios de Hrubá Skála, Trosky, Kost y Sychrov, que también valen la pena visitar.

La ruta sigue a Liberec, pueblo natal de Ferdinand Porche, desde donde se divisa el pico Ještěd, la cumbre más alta de la región, donde se sitúan un hotel y un restaurante con unas vistas espectaculares.

La siguiente etapa lleva a České Švýcarsko, o el Parque Nacional de la Suiza bohemia, donde todo el mundo va a conocer la extraña Pravčická brána, el arco de roca natural más grande de Europa.

Paseo por el parque de la Suiza bohemia. Foto A. Kubicek

Pravčická brána es el arco de roca natural más grande de Europa, y se encuentra en el Parque Nacional de la Suiza bohemia

Pero allí también se puede navegar en balsa por el río o realizar toda clase de actividades en la naturaleza. Entre ellas están las vías ferratas, como las que se pueden hacer en Děčín, con 14 rutas para explorar entre cables y arneses.

Y la zona es ideal para andar en bici por la Green Way, la ruta del río Elba que pertenece a la red Eurovelo. Se trata de animarse y salir a pedalear.

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