101 sitios históricos de España que deberías ver antes de que desaparezcan

Viajar por la geografía española descubriendo sitios históricos que están cerca de quedar en un amasijo de ruinas produce desazón. Y bronca. Estamos hablando de iglesias, murallas, acueductos, palacios, sanatorios, parques, molinos y un largo etcétera que por abandono, desidia, falta de recursos y otros motivos están a punto de sucumbir en una pérdida irreparable.

La asociación Hispania Nostra lleva desde 2007 catalogando sitios y edificios en situación crítica, en una lista roja que ya tiene 1.161 elementos fichados.

De ellos, un centenar forman parte de la guía ‘101 monumentos que (tal vez) tus hijos ya no verán’ (Alhena Media), un recorrido por casi todas las provincias donde se encuentran sitios con una protección total, parcial o inexistente, y con diferentes grados de degradación.

Alertar desde el turismo

Es cierto que hay personas amantes de los lugares abandonados que sienten una extraña fascinación cuando entran en lugares invadidos por la maleza con sus estructuras más o menos en pie.

Pero este libro no se dirige solo a ellos, sino a cualquier persona interesada en aportar su granito de arena aunque sea despertando su interés, porque al visitar un sitio en riesgo de destrucción se puede movilizar a las autoridades, la opinión pública o a los organismos de protección del patrimonio para que eviten su desaparición.

Entre los 101 sitios hay desde sanatorios a pueblos, desde fábricas a palacios, así como yacimientos arqueológicos o enclaves naturales

La guía por la geografía del olvido

De cada uno de los 101 sitios se precisa, decíamos, el grado de protección pero también su tipología (si es patrimonio civil, religioso, arquitectónico, militar, natural o industrial), su estado (bueno, deteriorado o en ruina) y una breve introducción del monumento y su relación con la ciudad o región donde se encuentra.

También se describe su historia e importancia en el contexto actual, y una precisa puntualización de su estado de conservación, con detalles de los principales problemas (burocráticos, estructurales o los que sean) que han llevado a esta situación.

Además aportan consejos para otras actividades turísticas en la zona, para que la visita no se limite a ver un sitio en peligro y nada más.

Colonia de Santa Eulalia

Por ejemplo, uno de los sitios destacados de la guía es la Colonia de Santa Eulalia en Sax y Villena (Alicante), un conjunto de casas y factorías construidas en el siglo XIX bajo los ideales del socialismo utópico.

Entre los edificios destacados del complejo están una fábrica de alcohol, el palacio de los Condes, el casino, el economato y varias dependencias administrativas.

Tras el cierre de la planta y el abandono de los cultivos se entró en una espiral de abandono que llevó a la demolición de la estación de trenes en 1990 y la ruina de esa residencia nobiliaria, además de la destrucción de los techos en edificios como la alcoholera La Unión.

A pesar de algún proyecto de rehabilitación como el de la Universidad de Alicante, las instalaciones están atrapadas en una telaraña burocrática desde que su último propietario murió en 1975.

Real Monasterio de Santa María de la Murtra

En la comarca de la Ribera Alta se encuentran las ruinas de un monasterio que data de la Edad Media, consagrado a la orden de los Jerónimos, que con los siglos se fue ampliando con un nuevo claustro, una nueva iglesia y una poderosa torre de las Palomas que se conserva como el símbolo del esplendor perdido.

En ocasiones la maraña burocrática y los problemas de herencias impiden el rescate de sitios de valor histórico

Abandonado tras la desamortización de 1835 pasó a manos privadas y en 1989 fue adquirido por el ayuntamiento de Alzira, que desde 1995 está realizando varias campañas de recuperación aunque “las ruinas están escasamente consolidadas y queda mucho trabajo de restauración y rehabilitación”, precisa la guía.

El patrimonio en peligro de Andalucía

Andalucía es una de las CCAA con más cantidad de monumentos incluidos, una docena que van desde el palacio de los marqueses de Almanzora en Cantoria (Almería) al yacimiento arqueológico de Casa del Obispo de Cádiz, pasando por los dólmenes de los Gabrieles de Valverde del Camino (Huelva) o el Cementerio de San Eufrasio de Jaén.

Así encontramos al Palacio de los Duques de Medinaceli de Montilla (Córdoba), un sobrio edificio “en completo estado de ruina” con grietas que pueden derivar en un derrumbe, además de tener desperfectos en ventanas y balcones. Hay proyectos para rescatarlo, como las conversaciones con los herederos y las negociaciones con Paradores, pero no hay una solución que llegue rápidamente.

Sitios en riesgo en Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha

También hay varios sitios en peligro en Aragón, donde en su listado de 10 monumentos en riesgo podemos citar las iglesias de San Juan Bautista de Acín de Garcipollera (Huesca), la de San Juan Evangelista de Besiáns (Huesca), la ermita de San Gregorio Magno de Aguaviva (Teruel) o el recinto fortificado de Calatayud.

Construido entre los siglos XI y XIV, es uno de los mejores ejemplos de la ingeniería militar andalusí, y su progresivo deterioro llevó a derrumbes y hundimientos como los de 2007.

En Extremadura están en riesgo el colegio e iglesia de San Idelfonso de la Compañía de Jesús en Fregenal de la Sierra, el complejo minero de San Nicolás de Villa de la Serena (ambos de la provincia de Badajoz), el convento de la Bien Parada en Abadía, el puente de Alcántara y el castillo de Belvís de Monroy, estas últimas de Cáceres.

En tanto que en Castilla-La Mancha la lista de Hispania Nostra incluye al Acueducto de Albatana (Albacete), la Fábrica de Harinas de Manzanares (Ciudad Real), el palacio de los Gosálvez en Casas de Benítez (Cuenca), el Arco de Jamete también de Cuenca y el Castillo de Montalbán de San Martín de Montalbán (Toledo).

Se puede saltar del elevador de aguas de Gordejuela de Tenerife al monasterio de Santa María en Monfero (A Coruña), ver el estado del antiguo sanatorio y la escuela de niñas de poblado minero de Bustiello en Mieres (Asturias) y recorrer las degradadas galerías de la batería de Roldán en Cartagena (Murcia).

No siempre las leyes y los edictos de protección son eficaces: además de la palabra escrita también es necesaria la voluntad de proteger y restaurar. Ojalá que esta guía y el trabajo de asociaciones como Hispania Nostra ayuden a cambiar la tendencia.