8 días para recorrer los paisajes más espectaculares de Suiza en tren

Glaciares y lagos azul turquesa, 4 idiomas oficiales, 5 sitios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y 1.280 kilómetros de magníficas vistas: esta es la mejor forma de recorrer Suiza entera en tren

Suiza en tren

Recorrer Suiza en tren es sinónimo de paisajes impresionantes. Foto: Turismo de Suiza.

Conocido como Grand Tour de Suiza, hay un recorrido que permite conocer (casi) la totalidad del país tras recorrer más de 1.600 km de montañas y glaciares, puertos de montaña y profundos lagos, ciudades y paisajes al más puro estilo Heidi. Esa misma ruta tiene una vertiente slow, que propone dejar a un lado el coche y sustituirlo por trenes panorámicos que permiten disfrutar de los paisajes helvéticos con un punto más de relax.

Ocho días son los que necesitamos para este fascinante viaje por Suiza en tren que nos llevará a 11 grandes lagos, 5 Sitios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y 1.280 kilómetros de magníficas vistas, en el que escucharemos 4 idiomas oficiales, pasaremos por las cataratas del Rin y pasearemos por coquetas villas alpinas, conoceremos castillos de cuento y comeremos fondue.

Y todo a bordo de ferrocarriles míticos como el Glacier Express, el Bernina Express y el Gotthard Panorama Express.

Bernina Express. Foto: Turismo de Suiza.

Grand Tour de Suiza en tren

Aunque el recorrido puede iniciarse en cualquiera de las ciudades que atraviesa, proponemos iniciar el Grand Tour de Suiza en tren en Zúrich con el trayecto hasta Lucerna.

Aquí se toma el Luzern–Interlaken-Express, un ferrocarril panorámico en el que el tiempo (no llega a dos horas para salvar una distancia de 98 km) vuela más rápido de lo que uno desearía mientras se atraviesan paisajes montañosos y lagos de color turquesa.

La Región de la Jungfrau donde se encuentran los pueblos de Grindelwald, Wengen, Mürren y Lauterbrunnen es el mayor atractivo de esta primera jornada.

Lucerne-Interlaken-Express. Foto: Turismo de Suiza.

Un paseo panorámico entre dos mundos.

Desde Interlaken, el viaje sigue hacia el lago de Thun y, luego, por el valle de Simmen hasta Zweisimmen. Aquí toma el relevo el Golden Pass Panoramic, un tren que conecta la Suiza de habla alemana con la de habla francesa y que permite confrontar la riqueza cultural del país en pocos km.

A nuestro paso, magníficos castillos y cabañas de madera se recortan contra los Alpes a lo lejos, mientras las praderas donde pasta el ganado se deslizan apaciblemente tras las ventanas.

Finalmente, el tren serpentea descendiendo colinas hasta llegar a Montreux, para entrar de lleno en un ambiente más mediterráneo.

Golden Pass atravesando viñedos. Foto: Turismo de Suiza.

La duración total del viaje es de 2 horas y 8 minutos, lo que nos deja tiempo para descubrir lugares como los viñedos de Lavaux, designados Patrimonio Mundial por la Unesco o el castillo de Chillon, bien acercarnos a orillas del lago Lemán o bien emprender alguna excursión de montaña por las cercanas Brienzer Rothorn, Jungfraujoch, Glacier 3000 o Rochers-de-Naye.

De Montreux a Zermatt

La moderna Montreux está a un paso de Visp. Desde aquí, el viaje continúa a través del Vallée de Saint-Nicolas, el valle más profundo de Suiza, hasta Zermatt. Antes de vislumbrar la “montaña de las montañas”, el Cervino, el tren debe superar los más de 900 metros de altitud, en parte con la ayuda de la tecnología de cremallera.

El Grand Tour se puede hacer comprando un solo billete. Foto Turismo de Suiza.

El recorrido, de 148 km, se completa en dos horas y media. El resto del día se dedica a recorrer los alrededores del majestuoso Cervino en alguna de las excursiones casi ilimitadas que se ofrecen en la zona.

El Glacier Express atraviesa 91 túneles y 291 puentes mientras ofrece vistas imponentes de un paisaje montañoso salpicado de profundos barrancos y verdes valles

El turno del Glacier Express

Uno de los momentos más especiales del viaje llega con el trayecto entre Zermatt y St. Moritz, un recorrido de 291 km para el que se emplean nada menos que 7 horas y 46 minutos lo que le ha valido el sobrenombre del expreso más lento del mundo.

El Glacier Express viaja a través de los cantones montañosos de Valais, Uri y Graubünden en un trayecto en el que debe atravesar 91 túneles y salvar 291 puentes, todo ello mientras ofrece vistas imponentes de un paisaje montañoso salpicado de profundos barrancos y verdísimos valles.

Glacier Express. Foto: Turismo de Suiza.

Si llegamos con tiempo, una buena opción es visitar la ciudad de Coira, la más antigua de Suiza con encantadoras callecitas y edificaciones históricas sobre un espectacular telón de fondo de montañas.

Bernina Express

Continuamos camino, ahora con el trayecto entre St. Moritz y Lugano a bordo del magnífico Bernina Express. Aunque son 154 km se necesitan 6 horas y 46 minutos para completar el recorrido, que incluye además del tren (de St. Moritz a Tirano, en Italia) un autobús que conecta el Valle de Valtellina con Lugano pasando por el lago de Como.

En el camino, hitos como el brillante glaciar Morteratsch y, a 2253 metros de altitud, el lago Bianco, de intenso color turquesa que destaca sobre el paisaje alpino.

Bernina Express. Foto: Turismo de Suiza.

También curiosidades como el viaducto circular de Brusio, en el valle de Poschiavo que, para evitar la construcción de más túneles, hace un doble bucle de 100 metros de diámetro y convierte el tren en una suerte de carrusel.

Gotthard Panorama Express

Desde Lugano, el Gotthard Panorama Express que circula entre abril y octubre nos conduce desde el el cantón de Tesino hasta Flüelen pasando por el famoso tramo panorámico de San Gotardo y del imponente valle de Reusstal en Uri.

En este punto se puede tomar otro tren panorámico (el Treno Gottardo) o bien un barco, ya sea de vapor o motor. Si se opta por esta segunda opción se navegará suavemente por el lago de Lucerna con el barco escoltado por increíbles montañas.

Gotthard Panorama Express. Foto: Turismo de Suiza.

Los puntos de interés más destacados en esta zona son los castillos de Bellinzona (patrimonio de la Unesco) y el puente Kapellbrücke, así como los paisajes del Monte San Salvatore, Monte Brè, Pilatus, Rigi, Stanserhorn y Titlis. También hay que tomarse tiempo en recorrer Lugano con su encanto de pueblo con un toque mediterráneo.

Voralpen-Express

El siguiente tramo del Grand Tour de Suiza en tren es que une Lucerna y San Galo a través del Voralpen-Express. Desde el lago de Lucerna avanza hasta cruzar el lago de Zúrich y la ciudad de Rapperswil. Entre los lugares destacados, el viaducto de Sitter, donde se ubica el puente ferroviario más alto de Suiza, a 99 metros de altura.

Voralpen Express. Foto: Turismo de Suiza.

Como el trayecto es corto (125 km que se recorren en poco más de 2 horas y 15 minutos), hay tiempo de sobra para descubrir San Galo y su distrito capitular reconocido como Patrimonio Mundial de la Unesco. Incluye una suntuosa catedral barroca y una biblioteca con 170.000 volúmenes, de ellos 2.100 manuscritos.

De San Galo a Zúrich

La octava y última jornada del viaje nos lleva de San Galo a Zúrich atravesando un paisaje dominado por el agua. Así, tras recorrer la cota del lago Constanza, el tren sigue al Rin en su camino hacia Schaffhausen, donde la fortaleza de Munot se erige como punto de referencia de la ciudad.

También nos cruzamos con el salto de agua más grande de Europa: las cataratas del Rin. Después de cruzar el imponente puente ferroviario de Eglisau, el tren llega a Zúrich, la metrópoli financiera de Suiza y también el punto y final a este increíble viaje.

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