Isla del Pan: ya puedes recorrer la ruta más icónica de las Tablas de Daimiel

Reabre el sendero circular de 2,5 km sobre pasarelas y puentes de madera que conecta varias islas en la orilla más oriental del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel

Itinerario de la Isla del Pan en las Tablas de Daimiel. Foto: Jesús Monroy | EFE.

Humedales, lagunas, ríos y llanuras de inundación; carrizales, masegares, espadañares, juncales, saucedas y alamedas que sirven de hogar a innumerables aves como azulones, malvasías, porrones, zampullines, somormujos, flamencos, cercetas, garzas o garcillas. Si piensas que toda La Mancha es una enorme extensión de campo seco y amarillo, piénsalo otra vez.

La Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda que se extiende por las provincias de Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real sobre masas subterráneas de agua que en ocasiones afloran a la superficie es, por el contrario, un oasis verde salpicado de lagunas que tiene en las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera algunos de sus principales exponentes.

Precisamente en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) acaba de abrir tras el reacondicionamiento ambiental de la zona uno de los senderos que permite disfrutar de estos humedales gracias a un recorrido circular de 2,5 kilómetros de longitud que conecta varias islas en su orilla más oriental y que se conoce como la Isla del Pan.

Pasarelas y balcones en las Tablas de Daimiel. Foto: Trini Calle | Unsplash.

Cómo recorrer el sendero de la Isla del Pan

Gestionado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales, este mismo mes de diciembre se ha reabierto al público el itinerario de la Isla del Pan.

Uno de los más conocidos del parque, el sendero recorre unas diez hectáreas a través de un conjunto de pasarelas de madera construidas en el año 1980 que saltan de isla en isla permitiéndonos adentrarnos en este humedal.

La Entradilla, El Descanso, del Pan, de los Tarayes y del Maturro son las cinco islas que atravesaremos en nuestro recorrido.

Diferentes balcones estratégicamente situados a lo largo del recorrido permiten además adentrarse aún más en este extraordinario ecosistema de tablas fluviales.

El sendero tiene 2,5 km de longitud. Foto: Jesús Monroy | EFE.

Itinerario de la Isla del Pan

Desde la isla de la Entradilla, rodeada de taray como si de un cinturón se tratase, se vislumbran ya las primeras tablas.

Caminando sobre la tabla de La Entradilla podemos observar especies como la focha común, a la gallineta de agua y a alguna anátida levantando el vuelo. Carriceros y ruiseñores bastardos se dejarán oir durante la época reproductora.

En época invernal, además, se deja ver el mosquitero común entre el carrizo. Archibebes, combatientes, andarríos y correlimos son frecuentes en los pasos. En primavera en cambio podremos ver al fumarel cariblanco pescando. Si nos asomamos al balcón situado en la margen izquierda de la isla, podremos observar un pequeño masegón.

Siguiendo la ruta y ya desde la isla del Descanso, accedemos a la tabla del mismo nombre, un lugar especial desde el que divisar el vuelo de las garzas durante la primavera.

El paseo permite conocer la gran diversidad de aves en el parque. Foto: Dani Argandona | Unsplash.

De isla en isla sobre las tablas

Tras atravesar una pasarela llegamos hasta la Isla del Pan, la mayor de todas las de esta ruta.

Una senda que parte del observatorio conduce hasta un bosquete de tarayes, donde anidan el pito real, la abubilla, el búho chico, el jilguero, el pinzón vulgar, el carbonero común y el herrerillo común.

Continuando desde la Isla del Pan llegamos a la Isla de los Tarayes y, desde ahí, a la Isla del Maturro, pasando por un observatorio desde el que se puede ver una gran variedad de anátidas.

Otro puente permite atravesar las tablas del Maturro, donde es fácil ver en esta época al cuchara común, que pasa aquí el invierno.

El itinerario, de unos 2,5 km de longitud, dificultad baja y bien señalizado en color amarillo, se conecta opcionalmente con la laguna de aclimatación en la que se contempla un conjunto representativo de las anátidas que se pueden encontrar en las Tablas de Daimiel durante todo el año.

Sendero de la Isla del Pan. Foto: Jesús Monroy | EFE.

Restauración ambiental

Además de la restauración de las pasarelas, se ha llevado a cabo una obra de restauración ambiental que ha concluido con la inundación artificial de esta zona del parque que se encontraba seca, un proyecto en el que se han invertido 500.000 euros procedentes de los fondos de recuperación europeos Next Generation.

Especialmente se ha desbrozado carrizo y enea y se han retirado sedimentos acumulados que estaba llevando a la pérdida de la biodiversidad y los valores naturales de la zona. Estas actuaciones, según informan los responsables, se completarán con plantaciones de masiega con el objetivo de recuperar el masegar original de la zona.

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