Los 6 mejores ríos de España para hacer rafting

Balsa, remos y acción. No hay nada como un buen chapuzón para escapar de los tórridos días veraniegos pero, en este caso, llevamos el clásico baño un paso más allá sumándole una buena dosis de adrenalina, trabajo en equipo y mucha diversión. Si alguna vez te has planteado probar el descenso en aguas bravas o si ya eres un experto en el rafting, toma nota de los seis mejores ríos en España para practicarlo.

Un deporte que, según la plataforma de experiencias Aladinia.com, está en pleno auge, como muestra el incremento del 80% de reservas en este tipo de actividades en lo que va de año.

Al aire libre y en contacto con la naturaleza, se trata de deslizarse en balsa neumática sorteando obstáculos y disfrutando de la velocidad de los rápidos que comenzó a popularizarse en nuestro país a mediados de los años 80 y que hoy cuenta con un buen puñado de referencias para practicarlo en toda la geografía.

Habitualmente se practica en balsas con un máximo de diez personas en tramos de ríos de entre 10 y 35 km. Los lugares tienen una calificación de 1 a 7 en función del grado de dificultad, lo que resulta idóneo a la hora de escoger el destino perfecto para cada uno.

Río Noguera Pallaresa, Llavorsí (Lleida)

El descenso por el Noguera Pallaresa, uno de los pioneros en España en la práctica del rafting, es hoy considerado uno de los más atractivos de Europa.

Aunque existen diferentes tramos, el más habitual es Llavorsí-Rialp, de unos 14 kilómetros, y repleto de rápidos.

La empresa Rafting Llavorsí ofrece descensos por las aguas bravas de este río en una lancha neumática, con la ayuda de remos, con capacidad para 8 personas que van sentadas en los bordes mientras tratan de mantener el equilibrio enfrentándose a rápidos y obstáculos.

El excitante trayecto se hace en compañía de un monitor encargado de pilotar la embarcación y marcar el rumbo. Va dando instrucciones al equipo para avanzar haciendo frente a sobresaltos y zambullidas en una experiencia simplemente adictiva.

El tramo Llavorsí-Rialp en el Noguera Pallaresa es el más recomendable para la práctica de rafting

Río Cabriel, Venta del Moro (Valencia)

Las aguas bravas del río Cabriel, a una hora de Valencia, suponen otro de los mejores destinos para el rafting. En concreto el conocido como Tramo Tamayo, de unos 8 kilómetros.

Empresas como Kalahari Aventuras facilitan experiencias que van desde el descenso clásico en embarcación neumática al Rafting deluxe, que sugiere pasar el día entero en el río, sin prisas y disfrutando de cada tramo y cada rápido. Incluso se ofrece una comida a orillas del río para reponer fuerzas antes de abordar lo mejor del tramo, que tiene una extensión de 12 km.

En esta última parte, además, se puede practicar el snorkel en un pequeño cañón aprovechando las aguas limpias del Cabriel.

Alto Ebro, Arroyo (Cantabria)

Los ríos de Cantabria son caudalosos torrentes que discurren entre valles, montañas y los profundos cañones del Ebro, en un entorno verdaderamente espectacular.

Apostamos por el Ebro, con diferentes tramos y secciones en función de lo que se busque (incluso nivel infantil y rafting de jornada completa), nos quedamos con el tramo Arroyo-Aldea del Ebro, de nivel medio y grado III-IV, de unos 10 km aproximadamente que se recorren en alrededor de tres horas y media.

Río Segura, Cieza (Murcia)

Hasta la localidad murciana de Cieza, famosa por la hermosísima floración de sus miles de melocotoneros, nos vamos para practicar otro espectacular rafting.

Tiene lugar en el río Segura en el tramo Cieza-Blanca que permite combinar diversión en el agua con uno de los parajes con mayor valor ecológico de la región de Murcia.

La vegetación ribereña y la fauna típica de la zona se alternan con perspectivas de la famosa montaña de Cieza, La Atalaya, su emblemático castillo y las ruinas de la ciudad musulmana de Medina Siyasa.

También se atraviesa el gran Menjú en Abarán, una finca señorial de 1908 olvidada en el tiempo, una de las maravillas escondidas con su propio micro clima y vegetación. Tras un descanso en El Jarral, un paraje en Abarán que se puede combinar con un refrescante baño, llega una de las bajadas más inclinadas del recorrido, que continúa por el cañaveral dirección a Blanca, una zona muy tranquila y perfecta para un chapuzón.

Río Gállego, Murillo de Gállego (Huesca)

En el Alto Aragón esperan algunas de las mejores aventuras en deportes de agua. Es el caso del Cañón del Río Gállego en la localidad de Murillo de Gállego, una pequeña isla zaragozana que encontramos dentro de la provincia de Huesca.

Pasado el Pantano de la Peña, el descenso en el tramo Murillo de Gállego se extiende a lo largo de 11 km durante repleta de rápidos, desniveles y mucha emoción.

El descenso comienza con uno de los pasos más emocionantes del río de nivel IV que prepara para el siguiente tramo en el que el río se encañona entre paredes y las olas se suceden mientras el equipo trata de domar balsa para seguir con diferentes rápidos hasta llegar a ‘El embudo’, un rápido con un desnivel y fuerza especial.

Río Genil, Cuevas Bajas (Málaga)

En el municipio malagueño de Cuevas Bajas arranca un emocionante descenso en las aguas del río Genil, el segundo más largo de Andalucía con desembocadura en el Guadalquivir.

Concretamente, el tramo Benajemí-Palenciana ofrece ocho kilómetros de pura aventura cuando el pantano de Iznájar abre sus compuertas para brindar agua para el regadío.

Empresas como Ocio Aventura Cerro Gordo proponen esta actividad que tiene una actividad de unas tres horas, de las que hora y media se está en el agua.