La vida antes de los talibanes: refugiados cuentan su historia en un museo de Viena

El Museo del Mundo de Viena presenta una exposición comisariada por refugiados que muestran vestidos, joyas, juegos y otros elementos de la vida cotidiana antes del regreso talibán

Vestidos tradicionales de los pueblos de Afganistán. Foto Marina Sera – EFE

La mejor forma de conocer el drama que vive Afganistán con el regreso de los talibanes al poder es escuchar a sus protagonistas, a los refugiados que huyeron con lo que tenían a mano antes que estas hordas fundamentalistas los castiguen o maten.

El Museo del Mundo de Viena (Weltmuseum) presenta la exposición ‘…de Afganistán’, en la que un grupo de refugiados que viven en la capital de Austria fueron convocados como comisarios para diseñar la narrativa de la muestra, aportando fotografías, vestidos, vajilla, juguetes y toda clase de elementos que sirvan para explicar cómo se vivía antes de los talibanes.

Los mismos refugiados afganos oficiaron de comisarios para organizar la muestra y aportar elementos que permitan comprender cómo era su vida cotidiana

La exposición no muestra ni una imagen de los nuevos dueños del poder ni enseña a combatientes armados por los desiertos y montañas.

Detalle de un vestido de bodas. Foto Museumsverband

Cómo era la vida antes de los talibanes

A través de la exhibición de objetos cotidianos invitan a descubrir cómo fue la vida durante estas últimas dos décadas, desde que los talibanes fueron expulsados del poder hasta que regresaron el 15 de agosto del año pasado, ni bien EEUU se retiró del país.

En las vitrinas se ven vestidos de colores, cerámica y cestas tejidas, joyas de plata, paños de oración y cometas de papel.

En los textos se detalla cómo la vestimenta define la identidad en un país con 50 grupos étnicos, diversidad que fue suprimida por los talibanes que exigen que todas las mujeres vistan con el burka negro.

Enseres para lavarse las manos y cerámicas de la etnia pastún. Foto Museumsverband

Tradiciones y juegos que están en la mira

Las cometas es otra huella de la identidad afgana que está en riesgo de ser prohibida por el nuevo régimen.

En Kabul y los pueblos era común verlas volar, una diversión popular por lo barato y tradicional, pero que había sido vetada por los talibanes en los años ’90, junto con otros juegos y expresiones culturales como escuchar música.

Volar cometas, escuchar música o vestir con colores han sido prohibidos o están mal vistos por el régimen talibán

En la exposición se puede conocer la hospitalidad de los pueblos a la hora de comer, la ceremonia de compartir el té, y la tradición de madres y suegras que traspasan sus joyas a hijas y nueras en las bodas.

Tetera de la etnia Jamshidi. Foto Museumsverband

La dura historia de Afganistán

Una serie de fotografías muestran la vida, que también era dura pero sin la represión talibán, en las ciudades y pueblos, montañas y valles del país.

Otras imágenes, de la fotógrafa Aleksandra Pawlow, retratan a los refugiados que pudieron atravesar Asia Central y varios países de Europa hasta llegar a Viena.

Esta dura vida ha sido, en mayor o menor medida, similar a la de sus padres, abuelos y otros ancestros.

Afganistán vivió en un permanente estado bélico en su historia moderna. La intromisión colonial de Gran Bretaña en el siglo XIX llevó a una guerra tras otra entre 1838 y 1919, continuado con la intervención soviética de 1979 y el ascenso de los muyahidines, fundamentalistas islámicos armados por EEUU.

Los budas de Bamiyan, antes de ser destruidos por los talibanes. Foto Brigitte Neubacher

Tras la guerra civil de 1992 a 1994 llegó el terror talibán de 1996 a 2001, y la guerra de la coalición liderada por Washington entre 2001 y 2021; que terminó abruptamente cuando se retiraron las últimas tropas y los talibanes volvieron a tomar el poder casi sin disparar un tiro.

A pesar de las promesas hechas al mundo, estos fundamentalistas volvieron a implementar un régimen de represión donde las mujeres no pueden trabajar ni recibir educación, en que está prohibido vestir de colores y donde la música, el cine y otras manifestaciones de la cultura están a punto de entrar en una lista negra.

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