La Unió presenta alegaciones para frenar el desmantelamiento del Tajo-Segura
La organización agraria alerta de que los nuevos planes hidrológicos ponen en riesgo el futuro del regadío en el sur de Alicante y exige la defensa firme del trasvase como infraestructura esencial

Pancarta en la oficina de la Unió en Elche (Alicante)
La Unió Llauradora i Ramadera ha presentado un total de 29 alegaciones contra los documentos iniciales del nuevo ciclo de planificación hidrológica 2028-2033 para las cuencas del Segura y del Júcar. Con esta acción, la organización busca frenar los recortes del trasvase Tajo-Segura y garantizar el derecho al agua del regadío valenciano, especialmente en el sur de Alicante.
Según denuncian, los planes promovidos por el Ministerio para la Transición Ecológica “suponen un nuevo paso hacia el desmantelamiento del trasvase” y amenazan el futuro de miles de agricultores y del tejido socioeconómico vinculado a la actividad agraria en la Comunitat Valenciana. “No podemos permitir más ataques al trasvase ni que se cuestionen los derechos del agua del campo valenciano”, ha señalado Carles Peris, secretario general de la Unió a la hora de presentar sus alegaciones.
Entre los argumentos presentados, destacan la falta de rigor técnico en las estimaciones hídricas, la ausencia de medidas efectivas para la reutilización de aguas regeneradas, lo que incumpliría el Reglamento europeo 2020/741, y la no inclusión de recursos ya autorizados pero no utilizados, como los 16 hectómetros cúbicos asignados a la Vega Baja.
Durante la presentación de las alegaciones, el secretario general de la Unió, Carles Peris, ha insistido en que “los actuales planes hidrológicos están poniendo en riesgo el futuro del regadío de Alicante, y es un paso más para desmantelar el Trasvase Tajo-Segura”. Según ha afirmado, “alegamos de forma seria y técnica estos nuevos planes para intentar que en un futuro haya aguas con garantía para los regantes alicantinos”.
Además, denuncian que el proyecto no prioriza el uso agrícola del agua, a pesar de tratarse de un sector estratégico y directamente afectado por la escasez hídrica. “El sector agrario no es responsable de la sobreexplotación del agua, sino su principal víctima”, destaca el secretario general en sus declaraciones, citando una reciente Recomendación de la Comisión Europea (4 de junio de 2025) que alerta del impacto del cambio climático sobre la disponibilidad hídrica para la agricultura.
En sus alegaciones, la Unió reclama la retirada del actual expediente por falta de base legal y técnica. Si no se acepta esta premisa, exige que se incorporen de forma real los derechos hídricos del regadío valenciano y se defienda sin fisuras el trasvase Tajo-Segura como infraestructura irrenunciable para el sur de Alicante.
Desde la Unió, también advierten que los recortes al trasvase Tajo-Segura no solo afectan a la Comunitat Valenciana, sino que ponen en peligro el equilibrio hídrico y productivo de todo el sureste peninsular, incluida la Región de Murcia, donde el regadío depende en gran parte de esta infraestructura. Además, subrayan que sin una planificación hídrica que garantice agua para el campo, se debilita la cohesión territorial y se frena el desarrollo del Corredor Mediterráneo como eje estratégico de competitividad, sostenibilidad y futuro para las zonas agrícolas del levante español.
“Estamos hablando del sustento de miles de familias y de la soberanía alimentaria de nuestro territorio. No vamos a permitir que se deje morir el campo del sur de Alicante y el resto del regadío valenciano por decisiones políticas alejadas de la realidad”, concluye la organización agraria.
Con estas alegaciones, la Unió busca frenar un nuevo golpe al sistema de regadío valenciano y pone de manifiesto la necesidad de una planificación hidrológica más justa, coherente y adaptada a la realidad del campo. La organización reclama un modelo que reconozca el valor estratégico del sector agrario y que garantice su sostenibilidad a largo plazo, defendiendo el acceso equitativo al agua como un derecho irrenunciable para miles de agricultores que sostienen la economía y el paisaje de la Comunitat Valenciana.