Boluda alerta que la descarbonización que pide la UE penaliza al transporte marítimo español
Anave ve en este fenómeno la prueba de que la regulación europea, tal y como está diseñada, desincentiva el uso del barco frente al camión
Buque de Boluda
La Asociación de Navieros Españoles (Anave), que preside Vicente Boluda, ha advertido de que el actual enfoque regulatorio de la Unión Europea para descarbonizar el transporte marítimo está generando “efectos no deseados” que ponen en riesgo la competitividad del transporte marítimo de corta distancia (TMCD) y los avances logrados en el reequilibrio entre mar y carretera.
Un editorial publicado por Anave subraya que “el enfoque regulatorio europeo en materia de descarbonización está generando efectos no deseados que ponen en riesgo la competitividad del TMCD (en realidad, del transporte marítimo europeo en su conjunto), así como los avances logrados durante décadas en materia de reequilibrio modal”.
Las intervenciones de operadores y expertos citadas por la patronal coinciden en que el “progresivo incremento de costes derivado del EU ETS y la ausencia de mecanismos compensatorios” está provocando una “pérdida de cuota del TMCD (transporte marítimo de corta distancia) frente a la carretera”.
Según los datos del Observatorio del TMCD, en el primer año de aplicación del ETS al transporte marítimo (2024), los tráficos con Italia “resultaron especialmente afectados”: la demanda de TMCD cayó un 1% mientras que la carretera creció un 12,7 %. “Ello indica que el efecto regulatorio está impulsando un desplazamiento hacia modos más emisores”, recoge el texto.
La patronal que encabeza Boluda insiste en que no se trata de una caída de la actividad, sino de un cambio de modo de transporte. “La demanda no ha disminuido; simplemente está migrando hacia la carretera, con todos los efectos ambientales, logísticos y de congestión que ello implica”, señala Anave, que ve en este fenómeno la prueba de que la regulación europea, tal y como está diseñada, desincentiva el uso del barco frente al camión.
La patronal también alerta de “fugas de carbono” en tráficos nacionales. Como ejemplo, menciona un portacontenedores que conecta Valencia con Canarias vía Cádiz y que “debe entregar derechos ETS por el tramo Valencia-Cádiz, pero no por el tramo Cádiz-islas”. El resultado, advierte, es que parte de la carga “puede terminar viajando por carretera desde Valencia hasta Cádiz para evitar el coste adicional del sistema”.
Incertidumbre regulatoria
“Estos desajustes normativos, lejos de favorecer la transición energética, la distorsionan”, critica la asociación presidida por Vicente Boluda, que recuerda además que el reciente anuncio de posponer la entrada en vigor del ETS2 para la carretera “no hace sino acentuar la incertidumbre regulatoria”.
Mirando a 2026, cuando la Comisión Europea prevé iniciar la revisión de la Directiva ETS y del Reglamento FuelEU Marítimo, Anave reclama que “se tendrán que corregir las incoherencias existentes entre ambos instrumentos”. Entre ellas cita “distintas exenciones, obligaciones de reporte, criterios sobre la entidad responsable del cumplimiento o fórmulas de traslado de costes al operador”.
A juicio de la asociación, “dos regulaciones aprobadas con meses de diferencia y diseñadas para un objetivo común no deberían divergir de manera tan profunda”, porque el resultado es que las empresas afrontan “un marco innecesariamente complejo, que incrementa la carga administrativa y erosiona su competitividad”.
El editorial también cuestiona la eficacia de la estrategia europea en el ámbito internacional. “Ni el EU ETS ni el FuelEU han servido como palanca para acelerar un acuerdo global, y Europa soporta en solitario una sobrecarga económica y regulatoria que no asumen otros competidores”, advierte el texto.
Según los datos del Union Registry citados por ANAVE, en 2024 “el sector marítimo entregó 35,6 millones de derechos de emisión, equivalentes a unos 2.700 millones de euros”, un “esfuerzo financiero muy significativo, cuyos retornos hacia la propia transición del sector aún no se están materializando”.
“Si la revisión del ETS y del FuelEU quiere ser eficaz, debe partir de una premisa clara: la descarbonización solo será sostenible si mantiene, y refuerza, la competitividad del sector marítimo europeo y los servicios de corta distancia que vertebran las cadenas logísticas del continente”, subraya el editorial.