Mazón impulsa la candidatura de Valencia al Mundial mientras Ayuntamiento y Lim siguen encallados

María José Catalá anunció a principio de año que la licencia para la reanudación de las obras del nuevo Mestalla estaría lista en este primer trimestre del año, pero Ayuntamiento y Peter Lim continúan dando pasos que más bien les alejan

Vista general del Nou Mestalla. EFE/Kai Försterling

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El Gobierno valenciano presidido por Carlos Mazón ha autorizado suscribir un acuerdo de adhesión para formalizar la candidatura de Valencia como ciudad anfitriona de la Copa Mundial de la FIFA 2030, que se celebrará en España, Marruecos y Portugal.

Sin embargo, para que la candidatura valenciana prospere, la construcción del nuevo Mestalla debe avanzar con prontitud y las posiciones del club propiedad del magnate singapurense Peter Lim y del Ayuntamiento de María José Catalá siguen pareciendo lejanas.

El pleno del Consell de este miércoles ha autorizado a la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte, en manos de Vox, a suscribir el acuerdo de adhesión en relación con la acogida, organización y puesta en marcha de la Copa Mundial de la Fedération Internationale de Football Association (FIFA), con objeto de formalizar la candidatura de Valencia como ciudad anfitriona de dicho evento deportivo.

De este modo, la Generalitat se adhiere como autoridad adicional al acuerdo suscrito entre la FIFA, la Real Federación Española de Fútbol y el Ayuntamiento de Valencia para poder optar a la candidatura, tal como exigen los requisitos de participación. Dado que el área geográfica de la candidatura excede de la ciudad de Valencia, la Generalitat prestará el apoyo necesario como autoridad adicional para el desarrollo del evento en todo recinto que conforme la sede.

En la rueda de prensa posterior al pleno, la portavoz del Gobierno valenciano, Ruth Merino, ha expresado que «sería una buenísima noticia para la ciudad de Valencia y para toda la comunidad» que se confirmara la candidatura.

«Nosotros estamos encantados con que un proyecto así llegue, con tal envergadura. La Generalitat se pone a disposición del Ayuntamiento y nos adherimos y prestaremos nuestro apoyo en ese acuerdo con la RFEF y la FIFA. La sede trasciende a la ciudad de Valencia y la Generalitat se compromete a apoyar en todo lo necesario», ha añadido.

Sin embargo, aunque esta iniciativa del Ejecutivo autonómico pareciera dar un nuevo impulso a las posibilidades de Valencia de acoger partidos del Mundial, a la misma hora en distinto lugar se avanzaba en sentido prácticamente opuesto.

La alcaldesa María José Catalá anunció a principio de año que la licencia para la reanudación de las obras del nuevo Mestalla estaría lista en este primer trimestre del año.

Sin embargo, la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento ha aprobado este miércoles una moción alternativa, que ha contado con el voto favorable de PP, Vox y Compromís y en contra del PSPV en su primer punto, en el que propone que el Ayuntamiento de Valencia, con carácter inmediato, encargue una auditoria externa e independiente para evaluar el coste de las obras del estadio, recogidas en el proyecto presentado por el Valencia CF SAD, y para que se puedan determinar y exigir eficazmente las garantías que aseguren el coste total de las obras y que las mismas no volverán a ser paralizadas”.

El segundo punto de la moción ha sido aprobado con los votos favorables de PP y Vox y en contra de Compromís y PSPV, y reza: “Por seguridad jurídica posponer cualesquiera otras cuestiones relacionadas con el Valencia C.F. hasta que se conozca la votación y fallo prevista para el 6 de marzo sobre la ATE del Valencia C.F”.

Respecto a esta moción, el concejal de Urbanismo, Viviendas y Licencias, Juan Giner, ha explicado que “el Ayuntamiento va a garantizar, en todo momento y como no puede ser otra forma, la seguridad jurídica, con independencia de los actores que protagonicen el procedimiento administrativo.”

De esta manera, ha concluido Giner: “Es importante que todos los grupos políticos trabajen única y exclusivamente pensando en el interés de la ciudad, para que el Valencia CF asuma íntegramente sus compromisos y acabe las obras del estadio y construya las dotaciones públicas incluidas en el planeamiento, como es el caso del polideportivo de Benicalap”.

El inicio de las obras del estadio del Valencia, entre administraciones y tribunales

La decisión adoptada por el Ayuntamiento de Valencia no hace sino confrontar con la propiedad del Valencia CF, en manos de Peter Lim, a la espera a su vez de las decisiones que debe tomar el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), que cuenta con dos procedimientos encima de la mesa reclamados por el empresario singapurense. El primer ‘round’ se decidirá el 6 de marzo por parte de este tribunal.

El aspecto más relevante que administraciones y club han dejado en manos de los tribunales es la caducidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE). Sobre este punto, el Valencia CF de Lim presentó un recurso ante la Sala de lo Contecioso-Administrativo del TSJCV contra la decisión de la Generalitat de denegar la reorganización de dicha ATE, que se le concedió para impulsar la construcción del Nou Mestalla.

De este modo, mientras el Gobierno valenciano da pasos para que la capital de la comunidad sea una de las sedes del Mundial de 2030, las relaciones entre Ayuntamiento y club, con Generalitat y TSJCV de por medio, continúan encalladas y la reanudación de las obras en el nuevo coliseo valencianista, en ‘stand by’. Tampoco este último paso parece propicio para que Catalá otorgue las licencias necesarias al Valencia CF en este primer trimestre.

Los intereses empresariales que se deben conjugar para que el estadio vea la luz más de 15 años después del inicio de las obras están en una situación de parálisis similar. El acuerdo para hacerse con el suelo terciario del nuevo Mestalla sigue en pie con el grupo empresarial Atitlan, mientras que las parcelas del actual estadio, un ingreso clave para el club, continúan bloqueadas hasta que no se dé un inicio real de las obras del nuevo campo de fútbol.

A su vez, los posibles intereses por hacerse con la propiedad del club también continúan paralizados a la espera de acontecimientos. Ha habido intereses informales en los últimos tiempos, según ha podido confirmar Economía Digital, pero todo hace indicar que la actual parálisis no propicia ni que Peter Lim tenga intención de vender sus acciones ni que un posible comprador se lance a la operación con toda la intensidad y la intención mientras continúe el enredo administrativo y el Valencia se encuentre en un estadio cuya parcela no puede vender y con un espacio en el que no acaba de iniciar la construcción de la nueva casa a la que mudarse.

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