Actualizado
Continúa la huelga en Obeikan MDF: la plantilla rechaza el preacuerdo tras el anuncio de cierre de la empresa
La filial valenciana del gigante árabe Obeikan desencadena un conflicto en su plantilla tras anunciar el cierre de la empresa con el rechazo por parte de los trabajadores del preacuerdo y huelga indefinida

Protesta de los trabajadores en Obeikan MDF en Canet d’en Berenguer (Valencia), filial del Grupo saudí Obeikan
La plantilla de Obeikan Mdf mantiene la huelga indefinida, que se inició el 16 de julio, tras rechazar el preacuerdo por el cierre de la empresa. Los trabajadores denuncian presiones, falta de información y una actitud hostil por parte de la Dirección durante todo el proceso negociador. Por su parte, la empresa ha cedido de forma verbal, aceptando una indemnización de 25 días por año trabajado, con un máximo de 18 mensualidades.
La situación de la plantilla de Obeikan Mdf, tras el anuncio del cierre de la empresa ubicada en Canet d’en Berenguer (Valencia), se ha vuelto aún más tensa y compleja. Lejos de encontrar una solución pactada, los trabajadores han rechazado por una amplia mayoría el preacuerdo de indemnización propuesto por la empresa, y han decidido mantener la huelga indefinida que tiene lugar desde el pasado 16 de julio.
Tras anunciar el cierre de la fábrica de envases Obeikan Mdf, se ha desencadenado un conflicto laboral que sigue sin visos de solución tras finalizar el plazo para alcanzar un acuerdo.
Por parte de Obeikan, durante la última jornada de negociaciones, la Dirección, representada por el director general Salvador Martínez Colorado, también patrono del Valencia C.F., presentó una propuesta final: una indemnización de 25 días por año trabajado, con un máximo de 18 mensualidades.
El comité de Empresa aseguró haber valorado esa cifra como una posible base del acuerdo, pero consideraron que la propuesta carecía de garantías y documentación clave, por lo que concluyeron en rechazar el pacto con esas consideraciones.
Según el Comité, la empresa actuó con mala fe negociadora, forzando los tiempos, bloqueando avances y presentando la propuesta definitiva a última hora, sin margen real para su debate y votación por parte de la plantilla.
La falta de claridad en elementos esenciales como los listados de afectados, fechas exactas de cese o antigüedades actualizadas, generó un profundo malestar entre los trabajadores, que ya venían sufriendo una estrategia empresarial basada, según denuncian, en presiones, amenazas veladas y desgaste psicológico.
Durante todo el proceso, la plantilla ha estado sometida a un trato que califican de vejatorio: se han producido insultos personales, burlas, denegaciones injustificadas de vacaciones, retrasos en el abono de salarios, y despidos selectivos o presiones para forzar dimisiones, lo que ha provocado un ambiente laboral insostenible y un alto número de bajas médicas.
El Comité de Empresa ha denunciado públicamente esta situación, mostrando su apoyo total a los trabajadores, y lamenta que una propuesta aceptable en términos económicos haya llegado tarde, mal planteada y sin transparencia, lo que imposibilitó su validación.
“Esta oferta pudo haberse hecho desde el primer día. No se hizo, y cuando llegó, lo hizo en condiciones inaceptables. Se ha jugado con la estabilidad emocional y económica de muchas familias”, señala el Comité de Empresa, que expresa su profunda indignación por la manera en que la empresa ha gestionado este proceso.
Ante esta situación, la plantilla ha respondido con firmeza: no aceptará acuerdos impuestos ni chantajes, y ha ratificado su decisión de continuar con la huelga indefinida y emprender acciones legales.
«El cierre de Obeikan MDF no puede justificarse con un proceso lleno de irregularidades y desprecio hacia los trabajadores. Exigimos justicia y dignidad», concluye el comunicado del Comité.
Por su parte, desde el ayuntamiento de Sagunto, con Darío Moreno como alcalde al frente, declaraban su postura intermediaria entre empresa y trabajadores, recordando que el Ayuntamiento de Sagunto cuenta, desde 2021, con una Agencia de Colocación propia con capacidad «para intermediar en el mercado de trabajo entre empresas y personas desempleadas».
«Somos conocedores de que Canet ya cuenta con planes de reinversión para la planta, por ello, ambos consistorios vamos a trabajar coordinadamente. En primer lugar, para que el cierre de la planta se produzca tras una negociación con la plantilla y haber alcanzado unos acuerdos que garanticen unas condiciones mínimas para las personas trabajadoras. Y, por otra parte, para facilitar que todas estas personas puedan ser absorbidas por el tejido empresarial de la zona. Hacer de intermediarios para garantizar que estas necesidades de empleo se cubren en empresas de nuestra comarca que demandan trabajadores y trabajadoras», concluía Moreno.
El grupo saudí Obeikan cierra su fábrica de envases
Todo esto ha ocurrido tras el anuncio de cierre de la filial valenciana Obeikan Mdf, que forma parte del grupo saudí Obeikan Investment Group. La compañía contaba hace unos días el cierre de su fábrica de envases en Valencia, lo que desembocaba en un ERE para la plantilla.
La planta que llegó a tener 175 trabajadores cuenta con algo más de un centenar, que ahora mismo lucha por un acuerdo justo tras el cierre.
La filial del gigante árabe perdió más de 7 millones entre 2022 y 2023, uno de los motivos por los cuales podría haber abandonado su producción en Valencia.
La compañía se dedicaba a la fabricación de cajas para productos hortofrutícolas con clientes como Tesco o Metro. Desde 2007 la fábrica de envases para el sector hortofrutícola en Valencia de Obeikan, filial del grupo inversor de Arabia Saudí al cual pertenece, decidió instalarse en la localidad de Canet d’en Berenguer para situarse en el núcleo de la huerta valenciana, productora de cítricos, caquis y otros productos agrícolas.
Tras su decisión de cerrar la factoría ubicada muy cerca de Sagunto, la dirección de la filial española se enfrenta a la huelga indefinida por parte de sus trabajadores tras el rechazo del preacuerdo acordado.
La intención de la compañía de iniciar un procedimiento de despido colectivo (ERE) para su plantilla junto con el cierre patronal de su centro de trabajo determinarán el futuro de los despedidos y los avances en la huelga y en su plan de recolocación.