El edificio incendiado de Fbex: el último de un boom inmobiliario ligado a las Fallas de Valencia

El barrio de Nou Campanar se levantó junto a una falla que ganó el primer premio entre 2004 y 2009 y el edificio incendiado de Fbex marcó los precios de venta más altos al final de boom inmobiliario

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El edificio incendiado en Valencia, terminado de construir por Fbex en 2008, se ha quemado como una Falla. Por el barrio en el que está, Nou Campanar, y por el momento en el que se diseñó, en pleno boom inmobiliario, la forma de calcinarse responde a una etapa de excesos económicos en el que el gasto se disparó porque la bonanza de la construcción se soñó infinita.

En Valencia estuvo la cultura especulativa del ladrillo. En el seno de AVE, el lobby de Juan Roig y Vicente Boluda, se miraba con recelo a los promotores que alardeaban de aumentar un 10% sus beneficios con una sóla llamada. «Llamo a la oficina, digo que suban un 10% los precios de la promoción y ya gano un 10% más», se jactaba algún promotor antes de que se conociera lo que era las hipotecas subprime y Lehman Brothers.

En ese contexto, que era similar en otros puntos del Mediterráneo, se sumó para Valencia el factor autóctono de las Fallas. Sobre campos devaluados por el menudeo de droga, se proyectó un nuevo barrio: Nou Campanar. Allí, el promotor Juan Armiñana levantó una falla que ganó seis años seguidos (de 2004 a 2009) el primer premio de las Fallas dando a conocer promociones de viviendas cada ejercicio. Fue la mejor campaña de publicidad de la creación de un nuevo barrio nunca hecha.

La última promoción en levantarse fue la de Fbex, que tuvo un factor diferencial que la convertía en emblemática. Junto a edificios que optaron por ladrillos naranjas, rojos o amarillos para diferenciarse, las dos torres unidas que levantó Fbex lucian una fachada de metal que le hacía brillar por encima del resto.

Tal y como avanzó ayer el periódico Levante, Esther Puchades, vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, con el concimiento que tiene tras haber sido la perito del edificio, confirmó que el edificio sujetaba las placas de metal con polietileno, un material muy inflamable. De este modo, no cumplía con el código de edificación de 2006 (se empezó a construir en 2005). Este factor será crítico de cara a las repercusiones económicas que va a tener este suceso.

En Valencia, y especialmente en el mundo fallero, es conocido el material poliétileno que empleó Fbex en su fachada porque también es usado para los ninots de las Fallas. De hecho, es altamente criticado porque provoca una cremà de las Fallas de muy poca duración. Eso justo ocurrió en el edificio de Fbex.

Una de las personas que ayer vió como el edificio de Fbex se quemó se sorprendía precisamente de la velocidad con la que prendió el edificio. «Cada vez que venía una ráfaga de viento que movía el humo, veíamos nuevas viviendas en llamas«, explica la joven a Economía Digital. El mayor peligro que se vivió en el entorno de las 18 horas de ayer es que conforme las llamas accedían al polietileno que sujetaba las chapas de metal que embellecían la fachada del emblemático edificio de Fbex, estas piezas metálicas se iban despegando. Al filo de la madrugada, estas chapas calcinadas aún se desplazaban a decenas de metros del edificio calcinado por la zona acordonada de seguridad.

Viviendas del final de boom inmobiliario

Las viviendas calcinadas de Fbex se terminaron de construir en 2008 y marcaron los precios de venta más altos del final de boom inmobiliario. Justo entonces fue cuando se refinanció la deuda de esta promotora, que tenía como principales financiadores a Caixa Catalunya y a la CAM. También tenía deuda con Caixa Penedés y Sa Nostra aunque una gran parte de las viviendas calcinadas estaban hipotecas en un inicio por el Banco Popular. En mayo de 2010, Fbex presentó concurso de acreedores. La deuda de 640 millones de euros era insostenible.

Las promociones de viviendas de la zona fueron bajando de precio según la banca (cajas de ahorro en su mayoría) refinanciaban los créditos al promotor pero la promoción de Fbex se bloqueó. De hecho, no fue hasta 2014 cuando empezaron a entrar los primeros inquilinos de las viviendas. Actualmente, estaba completamente ocupado en la parte de las viviendas.

No así ocurría en la planta destinada para oficinas que se sitúa entre los locales comerciales y el llamado primer piso, que equivale a un tercero por altura en un edificio convencional. Este espacio sin ocupar, por motivos todavía no conocidos, han separado las llamas de arriba de los locales comerciales de abajo. El concesionario de BYD, que vende coches eléctricos, no ha sufrido el incendio. Tampoco la tienda de TEDI situada al lado de los vehículos eléctricos chinos.

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