Alvise Pérez: De Ciudadanos a Eurodiputado, dominador del underground de la política y las redes sociales

El eurodiputado fue jefe de la mejor campaña de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, destaca por su conocimiento de las redes sociales y sus débiles habilidades sociales. Su reto ahora es "seguir viviendo contra el sistema desde dentro del sistema"

Alvise Pérez, fundador de la plataforma electoral "Se acabó la fiesta"

Alvise Pérez. Foto: página web de la plataforma «Se acabó la fiesta»

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Alvise es un personaje extremo que despierta admiración por su capacidad de análisis de los movimientos sociales y desprecio por como actúa. En la ciudad de Valencia, su recuerdo es intenso aunque más basado en el aura que dejó que en las anécdotas por el roce. Las relaciones personales no son su fuerte y se maneja muy bien fuera del sistema y los protocolos. El calificativo que más le adjudican es transgresor.

El ahora eurodiputado que ha creado el partido «Se acabó la fiesta» tiene pasado político. Estuvo en UPyD, donde se dió a conocer como tuitero, desembarcó en el momento álgido de Ciudadanos cuando Toni Cantó logró mejor resultado que Compromís acariciando al PP. También merodeó Vox cuando salió repudiado de Valencia.

La versión más positiva de Alvise se basa en los resultados de su trabajo en las elecciones autonómicas de 2019, que Ximo Puig adelantó para que se celebraran junto a las nacionales. Toni Cantó fue designado por Albert Rivera como candidato de Ciudadanos para encabezar la lista autonómica de la Comunidad Valenciana.

Primeros pasos en Ciudadanos

Entonces, tal y como recuerdan para Economía Digital los que vivieron esta etapa, se identificó a Alvise como «una estrella del partido por cómo se movía por twitter». El ahora eurodiputado vivía entonces en Reino Unido y se citó con Toni Cantó en Madrid. Se decidió su incorporación en ese mismo momento. La misión era: creación de mensajes y redes sociales.

Poco después, en Valencia se ejecutó la orden. «No podíamos preguntar. Simplemente hacíamos los que nos decían de Madrid. Había que contratarle y se le contrató», explica el que realizó dicha gestión, que recuerda cómo fue el momento de conocerle. «Al cuarto de hora de estar con él, le dije que estaba tarao. Era muy inquieto y muy radical y tuvo muchos enfrentamientos con prensa porque buscaba llamar la atención y el conflicto en redes sociales». Entonces, empezó a correr el comentario de que el «estrella» era solo un «camarero de Leeds».

La misión de Alvise cuando le fichó Toni Cantó fue realizar la campaña autonómica. Fran Rosillo, uno de los mayores expertos en gestión de crisis empresariales, coincidió con él. Semanas después del trabajo de Alvise, Rosillo hizo la campaña de Ciudadanos para el Ayuntamiento de Valencia. Explica a Economía Digital cómo era Alvise: «Era muy entendido del ecosistema digital en un momento en el que no había tanto de eso. Controlaba mucho, era muy perspicaz y un gran conocedor del underground social. Siempre iba un paso más allá de lo que parecía evidente. Era un analista con mucha profundidad».

Rosillo incide en que «personalmente, me ayudó bastante porque hizo la campaña de las autonómicas antes de que yo hiciera las municipales y recogí muchas acciones que podíamos hacer porque habían funcionado. Me pasó mucha documentación».

«Ha intentado comer de los partidos toda su vida y ahora ha cogido a chavales de 20 años y ha creado su club de la lucha».

Aunque matiza que «no comparto su ideología, en la medida que es bastante cercano a Vox, me parece un tipo brillante porque es transversal, disruptor, atrevido y con mucho mundo en la política si no se malogra como ocurrió con Albert Rivera o Pablo Iglesias». La clave, apunta, es que ahora «tiene que ver cómo se lo monta para ir contra el sistema formando parte del sistema».

Uno de los cargos públicos de Ciudadanos con peso institucional en aquellos tiempos ofrece una versión diferente. «Va de antisistema pero ha sido, como tuve que ser yo, aplaudidor oficial. De joven estuvo en UPyD, luego en Ciudadanos y subió con el ascensor de Toni Cantó y luego en Vox y subió con el ascensor de Santiago Abascal. Ha intentado comer de los partidos toda su vida y ahora ha cogido a chavales de 20 años y ha creado su club de la lucha».

También asegura que la indisciplina propia de los antisistema forma parte del ADN de Alvise. «Le llamaron la atención por varias acciones políticas que impulsó», recuerda. «Tuvo discrepancias con la dirección nacional, Espejo y Hervías, porque no era de centro sino de extrema derecha», añade. «El siempre tenía que ser el aceite que está encima del agua«, remata.

Cuando las preguntas sobre Alvise se trasladan a cargos públicos lejanos de aquella cúpula de Ciudadanos, la indiferencia sobre el personaje aumenta. «Éramos 18 diputados y yo no tenía trato estrecho con él. Su faena era con el síndic (Toni Cantó)». Otras personas que tuvieron acta de Cs cuando Alvise estaba por Valencia son tajantes en su rotunda negativa a hablar sobre él.

En el campo de los asesores, hay incluso quien tras haberlo conocido lo recuerda con la emoción de quien compartió mesa con alguien que ahora es eurodiputado. «Era un vasallo maravilloso de Toni Cantó. Muy preparado. Muy visceral, como demuestra ahora«, apunta.

Otras asesoras lo recuerdan como una persona «que no tiene habilidades sociales y que llamaba para preguntar las cosas más básicas del funcionamiento de las administraciones en Valencia». Otro reconoce que no todavía no ha salido del asombro que le provocó el día que lo conoció: «Estamos hablando de barracones en los colegios y de la suciedad en las calles y llegó diciendo que lo primero que hacía él por las mañanas era ver Al-.Jazeera. Nunca entendí que podía aportar con eso pero la obsesión por admirarle en el Ayuntamiento de Valencia era extrema porque Madrid había decidido que viniera».

«El siempre tenía que ser el aceite que está encima del agua«

De hecho, cuando su relación con Ciudadanos expiró en otoño de 2019 ya no volvió a mirar a atrás. Tanto es así, que Manolo Camarasa, uno de los concejales de la primera legislatura de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, volvió a encontrarse con Alvise en la calle durante esta campaña de las elecciones europeas. Tal y como reconoce Camarasa, «ni sabía que se presentaba a las elecciones».

Ocurrió el miércoles 29 de mayo, dia en el que Alvise repartió sobres con su papeleta en el centro de Valencia. Camarasa cuenta lo que pasó: «Yo salía del Ayuntamiento de Valencia y ví que había unas colas enormes y no sabía de qué. Me empecé a encontrar con gente y, de repente, aparece Alvise, me da un abrazo y me dijo lo bien que había estado conmigo. Me dijo que se acababa la fiesta. Y continué hacia la calle de las Barcas».

Economía Digital ha hablado con más de 10 personas que tuvieron trato más o menos directo con Alvise y ninguno de ellos ha apuntado que tras aquella relación en Ciudadanos haya vuelto a tener trato con él. El número de móvil que utilizaba en aquella época ayer por la tarde estaba apagado. De hecho, en plena pandemia, cuando Ciudadanos aún era un partido político que no se había quebrado por sus incongruencias, Alvise ya había dado un paso más en sus ataques vía twitter.

Tal y como recuerda el dircom de una de las empresas del IBEX, durante el confinamiento por el Coronavirus preguntó a Ciudadanos en Valencia por el contacto de Alvise por unas acusaciones sobre material sanitario que había subido en la red social que aún se llamaba Twitter. “Le llamé para explicarle que uno de los tuits que había puesto sobre las mascarillas no era correcto. Me dijo que no me iba a hacer ni caso y desistí porque carecía de sentido hablar con él”, recuerda. Lo importante era ganar seguidores, likes y RT.

Sin evolución en el discurso

Después de eso, en una entrevista en Economía Digital Comunidad Valenciana publicada el 14 de junio de 2020, a la pregunta sobre si se veía en unas futuras elecciones contestó: «Nunca he estado en listas y, de momento, no me veo. Creo que se hace bastante más política desde fuera de las instituciones que desde dentro«.

Previamente, había marcado un discurso que aunque pronunciado hace cuatro años no ha evolucionado en exceso. «Se está iniciando un cambio político en España, está germinando un hartazgo y un hastío tremendo de generaciones, pero la gente ha comprendido por fin que las ideas no se pueden vender en bloques», aseveró entonces el recién salido de Ciudadanos que cuatro años después conseguiría el acta de eurodiputado.

Un asesor de Ciudadanos de aquella época resume: «Alvise es un buen repartidor de dopamina política. Daba a los políticos de Ciudadanos lo que anhelaban. Sólo con ver que el tuit tenía interacciones o que el acto que convocaban tenía gente ya se sentían alcaldes o miembros del gobierno autonómico. Este modus operandi cortoplacista es ideal para los agitadores sociales. Alvise fue útil para hacer crecer la espuma de Ciudadanos, cuya dirección fue incapaz de pensar a largo plazo y fracasó a corto. Veremos cuando dura el gas de Alvise».

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