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Andalucía lidera las exportaciones agroalimentarias en España con 9.250 millones en el primer semestre de 2025
La comunidad autónoma refuerza su posición como potencia agroalimentaria y motor de crecimiento económico

El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco. Foto: Álex Cámara / Europa Press
Andalucía se consolida como líder indiscutible en las exportaciones agroalimentarias españolas, tras registrar un volumen de ventas al exterior de 9.250 millones de euros en los seis primeros meses de 2025. Se trata de la cifra más alta desde que existen registros comparables, con un crecimiento interanual del 3,1% respecto al mismo periodo del año pasado.
Este resultado no es un hecho aislado. Ya en 2024, Andalucía batió su récord anual con 15.700 millones de euros en exportaciones agroalimentarias, una tendencia que ahora se consolida y que refuerza su papel como pilar estratégico de la economía nacional. Según la Junta de Andalucía, el éxito responde al “esfuerzo sostenido del tejido agroindustrial”, apoyado durante décadas por los fondos europeos de la Política Agraria Común (PAC).
La comunidad autónoma demuestra así que su modelo agroalimentario, basado en la diversificación, la innovación y la capacidad de adaptación, es capaz de mantener un crecimiento estable incluso en contextos internacionales complejos.
Presentación en un foro nacional
Los datos fueron adelantados por el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, en la inauguración del XV Congreso de Economía Agroalimentaria, celebrado en la Universidad de Granada. Se trata de una de las citas de referencia en el ámbito científico y empresarial, organizada por la Asociación Española de Economía Agroalimentaria (AEEA), y que en esta edición reúne a más de 300 investigadores de 17 países.
En el acto también participaron el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, el rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, la presidenta de la AEEA, Eva Iglesias, y el presidente del comité local del congreso, Sergio Colombo.
El consejero destacó que no es casualidad que el congreso se celebre por tercera vez en Andalucía, tras las ediciones de 2009 en Almería y 2015 en Córdoba. “Esto ratifica que Andalucía es una verdadera potencia agroalimentaria”, señaló Fernández-Pacheco, recordando que la comunidad concentra más de 6.080 empresas del sector, genera un volumen de negocio superior a 22.140 millones de euros y da empleo directo a 61.900 personas.
Estas cifras ponen de relieve el impacto económico y social del agro andaluz, que no solo abastece al mercado interior, sino que juega un papel clave en la seguridad alimentaria de la Unión Europea.
Innovación y sostenibilidad como ejes de futuro
Más allá de los resultados actuales, la Junta insistió en que el futuro del sector pasa por apostar decididamente por la innovación, la digitalización y la sostenibilidad. Fernández-Pacheco subrayó que el reto es “construir un modelo más rentable y respetuoso con el medio ambiente”, en el que conceptos como la bioeconomía circular tendrán cada vez mayor protagonismo.
De hecho, la Consejería ha impulsado recientemente la creación del Clúster Andaluz de Bioeconomía Circular en la cadena de valor agroalimentario, una estructura pionera en Europa que reúne a empresas, universidades, centros de investigación y administraciones. Este clúster busca impulsar proyectos colaborativos, reducir el impacto ambiental de la producción y fomentar un uso más eficiente de los recursos naturales.
El congreso de Granada se ha convertido en un espacio de intercambio donde se analizan las tendencias globales de la economía agroalimentaria, desde la seguridad alimentaria hasta la adaptación al cambio climático. Más de 300 ponencias abordarán asuntos como el uso de nuevas tecnologías en la producción agrícola, la mejora de la eficiencia hídrica y las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial en la gestión de explotaciones.
Fernández-Pacheco señaló que esta cita es una “oportunidad de oro para conectar la investigación con la práctica empresarial”, de manera que el conocimiento académico pueda trasladarse al día a día de los agricultores y las industrias.
Exportaciones que refuerzan el liderazgo nacional
El valor de 9.250 millones registrado en el primer semestre sitúa a Andalucía a la cabeza de las exportaciones agroalimentarias en España, muy por encima de otras comunidades históricamente competitivas como Cataluña, la Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha.
Entre los productos que más contribuyen a este récord destacan el aceite de oliva, las frutas y hortalizas frescas, y los productos transformados de alta calidad, que encuentran una gran demanda en mercados europeos, norteamericanos y asiáticos.
La diversificación de destinos ha sido otro factor clave: mientras que Europa sigue siendo el principal cliente, las ventas en América y Asia muestran crecimientos notables, lo que reduce la dependencia de un solo mercado.
Un motor de crecimiento para toda España
El sector agroalimentario andaluz no solo impulsa el crecimiento regional, sino que también aporta estabilidad al conjunto de la economía española. En un contexto de incertidumbre internacional, la capacidad exportadora del campo andaluz contribuye a equilibrar la balanza comercial y a generar divisas.
Además, la apuesta por la modernización ha permitido a muchas empresas del sector competir en calidad y no solo en precio, consolidando una imagen de marca que asocia a Andalucía con productos saludables, sostenibles y de primera categoría.
Con el respaldo de los últimos datos y las políticas de apoyo a la innovación, Andalucía afronta el futuro con confianza. El objetivo ahora es seguir ampliando mercados, reforzar el valor añadido de la producción y avanzar hacia un modelo más sostenible y digitalizado.
En palabras de Fernández-Pacheco, “Andalucía no solo lidera en cifras, sino también en compromiso con el futuro del agro. Nuestro reto es seguir siendo un referente, garantizando la viabilidad de nuestras explotaciones y asegurando que las próximas generaciones hereden un campo fuerte y sostenible”.