BBVA pronostica que Andalucía crecerá un 3,2% en 2025 gracias al impulso de los fondos europeos y la inversión pública
El servicio de estudios de BBVA anticipa que Andalucía será una de las locomotoras económicas de España en 2025
Una sucursal de BBVA en Madrid. Foto: Eduardo Parra / Europa Press
El informe de BBVA Research sitúa a Andalucía como una de las comunidades con mejor desempeño económico para el próximo año. Según sus previsiones, el Producto Interior Bruto (PIB) andaluz crecerá un 3,2% en 2025, una décima por encima de la media nacional. Solo la Comunitat Valenciana (3,6%) y Canarias (3,5%) presentarían tasas más elevadas.
Este pronóstico reafirma la tendencia positiva que ha mostrado la región en los últimos trimestres, impulsada por el buen comportamiento del turismo, las exportaciones y el aprovechamiento de los fondos europeos. Andalucía, tradicionalmente más vulnerable ante los vaivenes económicos, ha logrado consolidar una senda de crecimiento sostenido gracias a la diversificación de su economía y al incremento de la inversión pública.
Los fondos europeos, motor clave del crecimiento
Una de las claves que explica este avance es la ejecución de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que está teniendo un impacto notable en la comunidad. Según el estudio del banco, Andalucía es una de las regiones con mayor grado de ejecución de proyectos vinculados a los fondos europeos, especialmente en ámbitos como la energía renovable, la modernización de infraestructuras y la digitalización de pymes.
El impulso a la inversión pública y empresarial está generando un efecto multiplicador en sectores estratégicos como la construcción, la ingeniería y los servicios profesionales. Además, las ayudas europeas han permitido acelerar la transición verde, con proyectos que fomentan la eficiencia energética y la producción sostenible, tanto en el sector agrario como en el industrial.
BBVA Research destaca que esta “inyección de capital europeo” está ayudando a reforzar la productividad y el empleo de calidad, lo que permite que Andalucía afronte 2025 con un escenario de estabilidad y crecimiento más sólido que en ejercicios anteriores.
Exportaciones y turismo: los pilares tradicionales que no fallan
Otro de los factores que explican la fortaleza de la economía andaluza es su capacidad exportadora. El estudio del BBVA subraya que las ventas al exterior de bienes y servicios no turísticos han aumentado de forma notable, especialmente en sectores como la agroindustria, la automoción auxiliar y la aeronáutica.
El mercado andaluz está más diversificado que hace una década, lo que ha permitido amortiguar mejor los efectos de la ralentización económica internacional. Además, la comunidad mantiene un buen pulso en el turismo, que continúa siendo uno de los motores principales del crecimiento. Aunque se prevé cierta moderación en el consumo de no residentes, el sector sigue mostrando un comportamiento resistente, especialmente en las provincias de Málaga, Cádiz y Sevilla.
La combinación de ambos factores —exportaciones dinámicas y turismo sólido— sitúa a Andalucía como una de las regiones más equilibradas en su estructura económica, con capacidad para seguir creciendo incluso en escenarios de incertidumbre global.
Comparativa regional: Andalucía, por encima del promedio
De acuerdo con el informe, solo cuatro comunidades crecerán por encima del 3% en 2025: Comunitat Valenciana, Canarias, Madrid (3,3%) y Andalucía. Esto refleja que la región andaluza se consolida entre los territorios más dinámicos de España, una posición que hace apenas unos años parecía inalcanzable.
En contraste, regiones del norte como Aragón (2,2%), Navarra (2,4%) o el País Vasco (2,4%) experimentarán un crecimiento más limitado, debido a la debilidad de algunos sectores industriales y la menor exposición al turismo extranjero. En el caso de Andalucía, su equilibrio entre el sector servicios y la industria agroalimentaria le permite mantener un ritmo más estable.
Además, el buen desempeño del sector público andaluz —que ha intensificado la inversión en infraestructuras y energías limpias— está contribuyendo de manera decisiva al avance regional.
La inversión pública y el empleo, factores decisivos
El estudio del BBVA resalta el impacto positivo de la inversión pública y los fondos europeos sobre el empleo, especialmente en sectores como la construcción sostenible, las energías renovables y la digitalización. Estos proyectos no solo generan puestos de trabajo directos, sino que también impulsan la demanda interna y la confianza empresarial.
La previsión de un crecimiento del 3,2% se apoya, además, en el incremento del gasto público productivo, destinado a modernizar el tejido empresarial y fortalecer la conectividad digital. Este esfuerzo se traduce en más oportunidades para pymes y autónomos, que están accediendo a financiación y subvenciones para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
Los analistas del BBVA señalan que la economía andaluza se beneficia de una política fiscal más expansiva y del apoyo de sectores emergentes como el tecnológico, el logístico y el agroalimentario inteligente.
Perspectivas para 2026: un crecimiento más moderado, pero estable
De cara a 2026, BBVA Research prevé que la economía española crecerá un 2,3%, con una ligera desaceleración generalizada debido al enfriamiento del consumo de no residentes y la reducción del impulso exportador. En este contexto, Andalucía mantendría un avance del 2,3%, en línea con la media nacional.
Aunque el crecimiento será menor, los analistas prevén que la comunidad mantenga su posición entre las regiones más activas del país, gracias a la fortaleza de su demanda interna y a la continuidad de los proyectos financiados con fondos europeos.
Además, la consolidación de sectores estratégicos como el energético y el tecnológico permitirá compensar la menor aportación del turismo, garantizando una senda de crecimiento sostenible y equilibrada.
Un futuro marcado por la modernización y la diversificación
El escenario que dibuja el BBVA para Andalucía es optimista: una región que ha aprendido de las crisis pasadas y que ha sabido reinventarse. El peso creciente de la innovación, la internacionalización y la sostenibilidad augura un futuro en el que la economía andaluza se acerque progresivamente a la media de renta per cápita nacional.
En definitiva, el informe confirma que Andalucía se consolida como una de las locomotoras económicas de España, impulsada por los fondos europeos, la inversión pública y la diversificación productiva.
Si las previsiones se cumplen, 2025 será un año histórico para la comunidad: un ejercicio de crecimiento sólido, equilibrado y con una clara orientación hacia el futuro.