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Grupo Alfil reorganiza su accionariado: salto a la cuarta generación tras el fallecimiento de Fátima Gómez Palma

La participación de una de las sucesoras de Francisco Gómez Reyes se ha repartido entre sus hijos y uno de sus nietos

Salida a bolsa de Grupo Alfil.

Salida a bolsa de Grupo Alfil. Imagen: BME Growth

La socimi marbellí Alfil Patrimonial ha dado paso a la tercera y cuarta generación de la familia Gómez Palma tras el fallecimiento de Fátima Gómez Palma, una de las hermanas propietarias de la compañía hasta este último ejercicio. 

La empresa familiar, que ha sido la primera de la localidad malagueña en cotizar en bolsa (concretamente, en el segmento Scaleup de BME Growth) se creó en 1952 de la mano de Francisco Gómez Reyes, pasando a manos de sus hijos Francisco, Irene, María, Manuel y Fátima en 2017. 

Con el deceso de esta última a los 70 años, su participación del 16,66%, que era idéntica a la de sus hermanos, se ha dividido entre sus hijos Mauricio Mesa, Paola Mesa y Elena Gómez-Palma; y su nieto Luca Mesa. El reparto de las acciones, sin embargo, no ha sido igualitario: les corresponde un 6,3%, un 2,4%, un 5% y un 3%, respectivamente. 

De esta manera se pone de manifiesto en sus cuentas anuales depositadas al finalizar el ejercicio 2024, donde se recoge en la categoría de «acontecimientos ocurridos después del cierre». 

De igual manera que se han producido dichos movimientos en su accionariado, a nivel societario también ha habido ajetreo en los últimos meses. La socimi ha realizado en dicho periodo una escisión parcial financiera del Hotel Baviera y otras dos empresas (Promociones Calanorte y Local Finlandia) a favor de Holding Gopal 2024. 

Los objetivos, según expresa la propia empresa, son «desarrollar cada actividad social en una sociedad, optimizar la organización y gestión de dichas actividades y mantener la independencia frente la actividad inmobiliaria realizada por Alfil Patrimonial al objeto de delimitar sus respectivas responsabilidades y cumplir con los requerimientos propios de dichas sociedades». 

Entrada en el ámbito de los apartamentos turísticos

La socimi ha señalado además que prevé un incremento más significativo a partir de 2026, cuando espera poner en marcha un proyecto clave: un edificio en el centro histórico de Málaga con 42 apartamentos destinados al alquiler, pendiente todavía de obtener la licencia de obras. 

También ha anunciado «dos nuevas líneas de negocio» para dichas fechas, momento en el que «espera tenerlas operativas». 

Para sus previsiones, la compañía que preside Francisco Gómez Palma se ha apoyado en la evolución de la economía y del sector inmobiliario español. Ha presentado en su informe datos más bien negativos, exponiendo el desajuste entre oferta y demanda, y la consecuente subida de precios que, según sus cálculos, moderará los crecimientos. 

Pero Alfil Patrimonial asegura que «esta tendencia no afecta a su actividad» por dos motivos: que sus activos inmobiliarios no son para la venta, sino de alquiler; y que casi la totalidad de sus propiedades se concentran en zonas de alta demanda lo que le indica «que los precios mantendrán su evolución actual e incluso puede que sea superior». 

Su cartera inmobiliaria está compuesta por 23 activos que suman 35 unidades y cuyo valor se sitúa en 71,57 millones de euros. De ellos, 3 están en Almería, uno en Córdoba y los restantes 19 en Málaga, que sigue siendo su principal área de operación. 

Descenso de la facturación y mejoría en los beneficios 

Además de la reorganización accionarial, la compañía ha registrado en 2024 un notable avance en sus resultados. Ha alcanzado un beneficio de 1,42 millones de euros, lo que ha supuesto un incremento del 30% respecto al año anterior, impulsado principalmente por la venta de ciertos activos y la optimización de los procesos. 

El resultado de explotación también ha mostrado una evolución positiva, con 2,15 millones de euros, mientras la estrategia de rotación de cartera ha permitido reducir costes y generar liquidez para reinversión en sus inmuebles. 

Pese a un descenso en la facturación, que se ha situado en torno a 3 millones de euros tras superar los 4 millones el año previo, la compañía confía en estabilizar sus ingresos este ejercicio y proyecta un crecimiento del 3% con la actual cartera de activos. 

La actividad de arrendamiento ha continuado siendo su principal motor operativo, generando 3,7 millones de euros de ingresos frente a unos gastos de 2,3 millones. Entre sus principales fuentes de renta destacan edificios como el Almanzor en Málaga o el Alfil y las Parcelas Artola en Marbella. 

En el plano bursátil, la compañía se ha situado con una cotización de cierre de 7,35 euros por acción, lo que le ha proporcionado una capitalización de 73,5 millones de euros. 

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