Dámaso Quintana (Cunext Copper) duplica su vía de entrada en Cox y adquiere 10.000 acciones

El presidente de la empresa cordobesa ha reforzado su posición en la energética mediante Velora Investa, de la que es consejero

Dámaso Quintana, presidente de Cunext Copper y consejero dominical de Cox, durante una junta de accionistas.

Dámaso Quintana (derecha), presidente de Cunext Copper y consejero dominical de Cox, durante una junta de accionistas. Imagen: Cox

Dámaso Quintana ha dado un paso adicional en su estrategia de presencia en Cox al adquirir 10.326 nuevas acciones de la compañía a través de una sociedad distinta a la habitual. El presidente de Cunext Copper ha canalizado estas operaciones mediante Velora Investa, firma de la que es consejero y considerada persona estrechamente vinculada.

Las compras se han ejecutado en varios bloques y a precios que han oscilado ligeramente entre sí, con un desembolso total cercano a los 100.000 euros. El uso de un vehículo societario distinto supone un movimiento significativo, porque Quintana ya figuraba como referente accionarial e institucional en Cox a través de Corporación Cunext Industries, matriz de su grupo industrial.

Con esta nueva operativa, el empresario cordobés ha reforzado su exposición personal e indirecta a la compañía energética. El patrón de las operaciones indica además un proceso escalonado, con operaciones durante varios días seguidos que han oscilado entre los 500 y los 3.000 títulos, a precios comprendidos entre 9,20 y 9,97 euros por acción.

La operación de mayor tamaño corresponde a la compra de 2.526 títulos a 9,50 euros por acción. Posteriormente, se ejecutaron dos paquetes de 500 títulos a 9,31 y 9,20 euros, mientras que otro día se adquirieron 800 acciones por 9,97 euros. Las operaciones del 1.400 y 1.600 acciones, correspondientes a otras 2 jornadas, han completado el total de 10.326 acciones.

El movimiento confirma la previsión que Quintana trasladó meses atrás a Economía Digital, cuando apuntó que su intención era mantener una presencia relevante en la compañía dirigida por Enrique Riquelme: «No quiero bajar del 5% y no descarto, si llega el momento, subir la participación».

Presencia creciente y estratégica

Quintana justificaba entonces la entrada de Cunext desde una visión estrictamente industrial y no financiera. «Nosotros somos industriales, y las participaciones que tomamos tienen un sentido estratégico», explicaba. Y, en su opinión, la aportación del fabricante de cobre se basa en su conocimiento «desde la generación, con la participación en Haizea, hasta la transmisión y la baja tensión con el cableado de Cunext».

A su vez, la presencia del ejecutivo en el consejo de administración de Cox se ha consolidado en el último año, al pasar ocupar un asiento como consejero dominical. Su incorporación ha sido calificada positivamente por Enrique Riquelme, presidente y principal accionista de la energética: «Aporta muchísimo valor tangible e intangible, solo hay que ver cómo estaban Cunext, Arteche o Haizea cuando entró».

Actualmente, el capital del grupo energético está compuesto por estos accionistas significativos que se suman a las nuevas adquisiciones por parte de Velora Investa: el presidente Enrique Riquelme mantiene el 65% del capital; seguido por Alberto Zardoya (Ondainvest), que controla el 14%; Amea Energy, con cerca de un 4%; mientras que Corporación Cunext Industries aparece ya con un 5,34%.

Parte de una nueva hoja de ruta

Las nuevas compras se producen en un momento de plena ejecución del plan estratégico de Cox, que prevé inversiones por más de 3.000 millones de euros hasta 2028 y que combina crecimiento orgánico, expansión internacional y una mayor proporción de ingresos procedentes de activos de renta fija.

La compañía ha ido desplazando progresivamente su perfil hacia negocios más estables y regulados, impulsados por tecnologías de agua, redes eléctricas y almacenamiento energético, y ya ha materializado proyectos en España vinculados a desalación y a operación de infraestructuras, así como contratos internacionales especialmente focalizados en Oriente Medio, África y Latinoamérica.

Esa hoja de ruta se ha acelerado tras la adquisición de Iberdrola México, operación que Cox anunció en julio de 2025 y que ha transformado por completo la estructura de ingresos del grupo. Con la integración de estos activos, la compañía ha proyectado alcanzar un EBITDA de entre 1.500 y 1.600 millones de euros en 2028, más del doble respecto a la previsión inicial antes de la compra.

Además, el segmento de activos concesionales y contratos a largo plazo ya representa, según las estimaciones internas, alrededor del 91% del EBITDA del grupo, frente al 67% que aportaba Cox en solitario, lo que ha incrementado de manera notable su estabilidad financiera y su capacidad para generar caja.

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