ASAJA Sevilla recorta la previsión de aceituna de mesa a 495.000 toneladas y alerta de retrasos en la campaña

La sequía y las olas de calor obligan a ajustar las cifras y ponen en riesgo el arranque del verdeo en la principal zona productora de España

Aceitunas. EFE/José Manuel Pedrosa.

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Sevilla (ASAJA-Sevilla) celebró este miércoles la 43ª Jornada de Aceituna de Mesa en la cooperativa Olivarera San José de Lora de Estepa S.C.A., un encuentro que reunió a más de un centenar de agricultores, técnicos y representantes institucionales. El acto contó con la financiación de la Diputación de Sevilla y la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur y ASEGASA, y sirvió como plataforma para analizar el complejo escenario que atraviesa el sector.

Durante la inauguración, el presidente de la cooperativa anfitriona, Juan Ruíz, recordó que la última campaña “no fue nada fácil” y animó a los olivareros a mantener la apuesta por un olivar sólido, innovador y sostenible, recordando que se trata de un patrimonio cultural y económico de primer orden.

La aceituna de mesa, símbolo de identidad andaluza

La delegada territorial de Agricultura de la Junta de Andalucía, María Isabel Solís, subrayó la relevancia de la aceituna de mesa como producto emblemático de la provincia de Sevilla, líder en producción no solo en Andalucía, sino también en el conjunto de España.

En su intervención, insistió en que este cultivo, al igual que el resto de la agricultura y la ganadería, desempeña un papel esencial para la economía, el medio rural y la sociedad en su conjunto. Solís advirtió que el sector primario no debería convertirse en moneda de cambio en negociaciones políticas o comerciales, recordando que en situaciones críticas como la pandemia o los conflictos internacionales, la agricultura ha demostrado ser un pilar fundamental para garantizar la seguridad alimentaria.

El momento más esperado de la jornada llegó con la intervención del secretario general de ASAJA-Sevilla, Eduardo Martín, que presentó un análisis técnico de la campaña. Según los datos de la organización, las existencias iniciales de aceituna de mesa ascienden a 321.000 toneladas, un 6% menos que la media de las últimas cinco campañas.

La producción estimada para este ejercicio se sitúa en torno a 495.000 toneladas, lo que supone un descenso del 7% respecto al año pasado y un 3% menos que la media de los últimos cinco años, incluso considerando temporadas marcadas por la sequía.

La sequía, principal culpable

Las causas de este retroceso están directamente relacionadas con la adversa situación meteorológica. Durante los últimos cinco meses, las principales zonas olivareras han sufrido una ausencia total de precipitaciones, unida a varias olas de calor consecutivas y a un verano en el que se han registrado temperaturas récord.

La falta de agua ha afectado tanto al cuajado del fruto como a su engorde, retrasando el desarrollo natural del cultivo. La incertidumbre se incrementa ante la previsión de que no lleguen lluvias significativas a corto plazo, lo que podría empeorar aún más la situación.

El informe de ASAJA también advierte de retrasos en el inicio de la campaña de verdeo, práctica que consiste en la recolección manual de aceitunas destinadas directamente al consumo como mesa. Esta actividad, que tiene una enorme importancia económica y social en Andalucía, podría arrancar más tarde de lo habitual debido al desfase en la maduración de los frutos.

Estos retrasos no solo afectan a la organización de las cuadrillas de trabajadores, sino también a la planificación logística y comercial de las cooperativas y empresas envasadoras, que dependen de un calendario muy ajustado para atender los compromisos con la distribución.

Un sector con impacto global

No hay que olvidar que España es el principal productor mundial de aceituna de mesa, y que más del 60% de la producción se destina a la exportación. Por ello, cualquier reducción en las previsiones tiene un impacto directo en el mercado internacional, donde competidores como Turquía, Egipto o Marruecos tratan de ganar cuota.

En este sentido, la reducción a 495.000 toneladas preocupa no solo a los agricultores sevillanos, sino también a los compradores internacionales que dependen de la calidad y regularidad de la aceituna española.

Durante la jornada, ASAJA-Sevilla hizo un llamamiento a las administraciones para que apoyen al sector en un momento crítico. La organización agraria reclama medidas que permitan a los olivareros afrontar los sobrecostes derivados de la sequía y la energía, además de incentivos para la modernización del regadío.

También insistieron en la necesidad de trabajar conjuntamente en campañas de promoción internacional, para reforzar la imagen de la aceituna de mesa española en mercados estratégicos como Estados Unidos, donde las tensiones comerciales han añadido más incertidumbre en los últimos años.

Un cultivo con futuro, pero con retos inmediatos

El mensaje final fue de esperanza y resiliencia, pero también de realismo. Los agricultores sevillanos saben que la aceituna de mesa sigue teniendo un futuro prometedor por su valor gastronómico, cultural y económico, pero son conscientes de que la falta de agua y el cambio climático obligan a repensar las estrategias de producción y comercialización.

El propio presidente de la Olivarera San José de Lora de Estepa recordó que “el olivar es parte de nuestra herencia y de nuestro legado”, y que solo con innovación, sostenibilidad y unidad entre productores, cooperativas e instituciones será posible mantener el liderazgo mundial que Sevilla y Andalucía han conquistado durante décadas.

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