El Gobierno recula con la prohibición de la gasolina y el diésel

El Ejecutivo impulsará medidas para que desaparezcan los coches de combustión en 2050, pero no los retirará obligatoriamente como prometió

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Tras la amenaza inicial de prohibir el coche de combustión en 2040, el Gobierno aprueba una normativa sin vetos. El Ejecutivo dio a luz este martes a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética con la que pretende que en 2050 no haya vehículos contaminantes en las carreteras españolas. Aspira a alcanzar la meta a través de medidas que terminen por expulsar a la gasolina y el diésel del mercado sin tener que recurrir a las restricciones.

El Consejo de Ministros aprobó este martes la ley con la que pretende alcanzar la neutralidad climática en carbono en el año 2050. A pesar de no centrarse exclusivamente en el sector del automóvil, el Gobierno de Pedro Sánchez tratará de conseguir que los coches de combustión ya no sean una opción para los compradores.

El Estado compartirá con ayuntamientos y comunidades autónomas la responsabilidad de establecer normas para que el parque, tanto de turismos como de furgonetas, sea de totalmente limpio en 2050. Para ello, se tratará de implementar el coche eléctrico o de pila de combustible, entre otros tipos de automóviles de cero emisiones.

«Es triste ver la posición tan extrema del Gobierno español», decía el sector tras el primer boceto de ley

El Ejecutivo se comprometió a alargar las ayudas al coche eléctrico y a las estaciones de carga hasta «como mínimo» el 2025. Se subvencionará la diferencia entre el modelo limpio y el de combustión, pues no se alcanzará una igualdad de precios hasta, como pronto, 2023.

Lejos queda la beligerancia del Gobierno en otoño de 2018, cuando la entonces ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que pretendía prohibir el coche de combustión. «Tenemos que ser valientes en todo lo que tenga que ver con el cambio climático», llegó a decir en los pasillos del Congreso de los Diputados.

En un comunicado emitido tras el primer anuncio, la patronal de fabricantes, Anfac, ya lamentó que el proyecto iba «contra el principio de neutralidad tecnológica defendido al máximo por la Unión Europea«. En las mismas tesis se posicionó Carlos Tavares, director ejecutivo de PSA, en el último Salón del Automóvil de Ginebra. “Es triste ver la posición tan extrema que tiene el Ejecutivo por unas razones que no se pueden entender”.

Anfac bendice ahora la ley

Tras las desavenencias públicas entre la patronal y el ejecutivo, Anfac bendijo este martes la norma. «Es una iniciativa positiva en el marco del cumplimiento de los objetivos de descarbonización del parque en 2050, objetivos con los que el sector de la automoción está plenamente comprometido», celebró en un comunicado. 

La organización también destacó «la inexistencia de prohibiciones taxativas», a diferencia de las primeras advertencias del Ejecutivo socialista. 

No obstante, la asociación pidió que el texto no quedase en el cajón y se comience a desarrollar «cuanto antes», desarrollando «las medidas activas de política económica y medioambiental que servirán para poner en marcha esta hoja de ruta, previa consulta al sector». Más después del impacto de la Covid-19 en las ventas, que se desplomaron un 96% en el mes de abril.

 

Economía Digital

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