El rey del jamón podrido se declara en quiebra

Valle de los Valfríos, la empresa señalada como el eje central del fraude del jamón podrido, presenta concurso de liquidación un año después de ser imputada

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El efecto dominó azota a las grandes empresas implicadas en la trama del jamón podrido, desvelada en exclusiva por Economía Digital a lo largo de 2018. Hace una semana saltó a la luz pública que Comapa, el mayor distribuidor de ibéricos de España y el proveedor principal de Carrefour, se vio obligada a pedir el preconcurso de acreedores ante sus crecientes deudas, pocos días después de que fuera denunciada por otro presunto delito contra la salud pública ante la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid.

Ahora, el golpe es para Valle de los Valfríos, la empresa señalada como el eje central del fraude de la carne caducada y en mal estado que propició una investigación en los juzgados de Badajoz que se inició el año pasado. Esta compañía, gestionada por Antonio Cordero Gamero –conocido popularmente como el rey de la trama del jamón podrido–, se declaró en quiebra al finalizar el mes de julio, y actualmente se encuentra en proceso de liquidación concursal, o concurso voluntario, según ha podido saber este medio.

Si bien Antonio Cordero Gamero no figura en la sociedad (lo hacen Amalia Gamero Coronado y su hermano, Francisco José Cordero Gamero), los investigadores de Badajoz le señalan como el responsable de la misma. La familia comparte ahora la gestión con el administrador concursal, el despacho gallego Vento Abogados y Asesores.

Valle de los Valfríos cae después de haber obtenido beneficios en 2017, último año del que se tienen datos en el Registro Mercantil. Durante ese ejercicio, la compañía ingresó más de 20 millones de euros y ganó más de 350.000 euros. Las ventas se duplicaron en 2017, desde los 9,4 millones de 2016, año en el que a su vez se habían triplicado, dado que en 2015 su facturación fue de apenas 2,7 millones. Es decir, la empresa se hizo de oro con la venta de jamones caducados o en mal estado que eran maquillados y reetiquetados para salir al mercado.

La sociedad central de la trama del jamón podrido se constituyó en enero de 2015 y acabó el año 2017 con una quincena de empleados. Vento Abogados y Asesores fue nombrado administrador concursal de Valle de los Valfríos el 30 de julio de 2019, el mismo día en que inició el concurso voluntario.

Cerebro de la trama del jamón podrido

Antonio Cordero Gamero es considerado uno de los cerebros del fraude del jamón ibérico, y es acusado de operar a través de Valle de los Valfríos y otra empresa llamada Cash La Temporada (administrada, también, por su hermano) para presuntamente distribuir cortes de carne en mal estado. Cuando declaró ante el juzgado de instrucción número 1 de Fregenal de la Sierra (Badajoz), en diciembre de 2018, aseguró desconocer los motivos de su imputación y señaló que la investigación respondía a «intereses comerciales» de otras empresas, sin justificarse.

Su hermano, Francisco Cordero Gamero, que sí aparece en las escrituras de las empresas investigadas, se acogió a su derecho a no declarar y rechazó las preguntas de la juez y de los abogados. Valle de los Valfríos era la principal de medio centenar de compañías y empresarios investigados por dar vida a una red que vendía carnes y jamones en mal estado o defectuosos. Los registros sanitarios de 2018 descubrieron jamones con moho, cadáveres de ratas y excremento de estos insalubres roedores.

La nave de Valle de los Valfríos en Badajoz era conocida por los funcionarios como «la nave de los horrores». «Era dantesco», explicó, asombrado, Miguel Batalla, el primer inspector de Salud Pública de la Junta de Extremadura que visitó los sitios investigados. «Nosotros, como personal sanitario, no estamos acostumbrados a ver esto. Los agentes del Seprona (de la Guardia Civil) no lo podían creer», añadió. En el juicio, 16 funcionarios confirmaron al juez que lo observado era todo lo desafortunado que se sospechó desde un inicio.

Valle de los Valfríos y sus jamones

Valle de los Valfríos fue una de las primeras empresas en ser investigada por la trama del jamón podrido. Su nombre se convirtió en imputado en junio de 2018, y desde entonces se prevía que podía tratarse del eje central de las operaciones de reciclaje de jamón y otras carnes. No solo había ratas y moho en sus naves, sino que se encontró hasta carne fresca infectada por larvas de moscas y gusanos. Las otras tres compañías imputadas inicialmente fueron Cash La Temporada, Pescados Saraymar y Porkytrans.

En junio de 2018, también, los servicios veterinarios de la Junta de Extremadura ordenaron la destrucción de 160.000 kilos de productos. La investigación judicial alegaba que otras de las empresas, como Porkytrans, podrían haber utilizado la nave de Valle de los Valfríos para reetiquetar jamones caducados para su venta en supermercados y otros puntos. La sociedad de Cordero Gamero en algún momento temió que la investigación manchara su marca prémium: Monsalud, comprada a Miguel Bosé y sus socios en 2017.

Monsalud había sido premiada con el título al mejor jamón del mundo hace unos años, y el fraude del jamón podrido podría haber afectado su prestigio, al estar su matriz imputada por un delito contra la salud pública. A raíz de este asunto, un empleado de la compañía explicó a Economía Digital que Valle de los Valfríos manejaba dos líneas de producción: una para «el mejor jamón del mundo» y otra para los jamones que compraban a redes que trafican con alimentos insalubres y que eran «maquillados» y «adecentados» por la sociedad.

Estos productos se vendían como jamones loncheados con fecha de consumo preferente un año posterior a la real, según el sumario del caso. Lo que es peor: después de que los servicios sanitarios detectaran graves irregularidades en la mercancía de Valle de los Valfríos, la Junta de Extremadura autorizó a la empresa abrir una nueva nave de almacenamiento de jamón en otra localidad, defendiendo que la sociedad estaba imputada pero no sentenciada.

La Junta extremeña también incluyó en 2018 a Cash La Temporada, una de las empresas imputadas y parte del entramado de los Cordero Gamero, en la feria Alimentaria, celebrada en Barcelona, cuando ya estaba siendo investigada por las autoridades. El gobierno autonómico montó el stand de la compañía y la presentó como una referencia culinaria de la región, después de que sus propios servicios sanitarios atestiguaran las condiciones en las que se producían sus productos.

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