La Seda solicita el concurso voluntario de acreedores

El pulso entre Anchorage Capital Group y BA Vidrio para hacerse con el control de la compañía la abocan a la insolvencia

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El consejo de administración de La Seda de Barcelona ha decidido este lunes presentar los libros ante los juzgados de lo mercantil de la capital catalana. La cúpula, encabezada por José Luís Morlanes, justifica ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la imposibilidad de refinanciar su deuda ha propiciado la decisión.

El proceso de reestructuración no ha llegado a un punto muerto por la falta de acuerdo con la banca acreedora. El pulso que mantuvo el fondo buitre Anchorage Capital Group con el accionista de referencia, el grupo portugués BA Vidrio, por hacerse con el control de la química ha imposibilitado los reiterados intentos de llevar a buen puerto un nuevo calendario para devolver la deuda.

Dos propuestas de BA Vidrio

El proceso de refinanciación de La Seda empezó en septiembre de 2012. El negocio químico estaba bajo mínimos, aunque su actividad de packaging sí que era rentable, reconocía su presidente hasta el pasado 12 abril, Carlos Moreira (BA Vidrio).

La compañía lusa propuso en dos ocasiones inyectar 40 millones de euros a la química con una ampliación de capital que ellos cubrirían. Pero el comité coordinador del préstamos sindicado, encabezado por el fondo estadounidense, rechazó la primera de las iniciativas de capitalización. En ese momento, se debatió sobre la posibilidad de solicitar el concurso voluntario de acreedores. Finalmente, los gestores de la compañía decidieron estudiar otras vías alternativas para lograr la ansiada refinanciación.

El consejo de administración, encabezado ya por Morlanes, declinó el pasado 26 de abril aceptar la segunda iniciativa del grupo portugués. Consideraron que era inviable por su dilatado calendario de implementación.

Caixa Geral

A lo largo de todo el proceso, Anchorage Capital Group se ha comprometido a refinanciar la deuda de La Seda. Pero no ha conseguido que su iniciativa recibiera el visto bueno de la mayoría de los acreedores de la empresa.

Faltó la adhesión final del banco portugués Caixa Geral. La entidad lusa desembarcó en el grupo catalán junto a BA Vidrio, aunque afirmó que se sumaría a la propuesta del fondo estadounidense si aportaba más dinero a su propuesta de refinanciación. Pero Anchorage –que llegó a La Seda tras comprar la deuda que tenían varias entidades (básicamente, la que Morgan Stanley se quedó de la CAM antes de integrarse en Banc Sabadell)– no ha modificado su propuesta inicial.

Pasivo

La tramitación del concurso de acreedores empezará ahora con la asignación de este proceso a una de las 10 salas de lo mercantil que hay en Barcelona. Cuando el magistrado reciba el caso, deberá decretar quién es el administrador concursal. Su primera tarea será hacer un inventario del pasivo y el activo de la química para saber con qué cuenta para responder ante sus acreedores y buscar, si existe la posibilidad, una alternativa que garantice su viabilidad.

Hasta que no se presente este documento, no se conocerá el pasivo de la insolvencia de La Seda.

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