Panrico se acerca al colapso

Los trabajadores tachan de “chiste” la reestructuración presentada por la dirección

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Panrico va hacia un callejón sin salida. El plan de reestructuración presentado por la dirección de la compañía ya tiene una respuesta de los sindicatos. “Es un chiste”, aseguran desde CCOO. “Tiene tal cantidad de incongruencias y contradicciones que no podemos hacer otra cosa que rechazarlo totalmente”, señala UGT de Catalunya en un comunicado.

Las negociaciones siguen en marcha. De hecho, la mesa se reúne el martes y miércoles de esta semana para intentar acercar posiciones. Aunque hay poco margen para llegar a un punto en común porque la propiedad, el fondo Oaktree Capital, no pondrá más dinero en Panrico. A pesar de que su cartera de inversión llega a los 54.400 millones de euros, tal y como ha reconocido su presidente, Howard Marks, en el XVI Congreso de la Empresa Familiar que se celebra en Jerez de la Frontera (Andalucía).

Según su punto de vista, la recuperación económica de España está en una fase muy frágil y débil. “Es difícil creer que con un crecimiento tan débil todo lo malo ha quedado atrás”, ha declarado el empresario en una intervención recogida por los medios locales.

Plan de viabilidad

La dirección de Panrico es inflexible y la plantilla no se quiere tragar el sapo si los recortes no están perfectamente justificados.

Los sindicatos se quejan de que el plan de viabilidad no asegura realmente la continuidad de la compañía. Temen de que la intención real de Oaktree sea rebajar los costes laborales para sacar mayor margen en la venta de una empresa saneada. Una idea que refuerza el conocimiento de la existencia de un plan B para colocar parte del negocio a los competidores.

Caída de ingresos

Los trabajadores incluso han pedido cabezas. Concretamente, la del consejero delegado: Carlos Gila. Aseguran que las ventas han descendido el 25% desde que el empresario tomó las riendas del grupo en septiembre y que es perfectamente conocedor de todos los movimientos que han tenido lugar a lo largo de los dos últimos años en el seno de la compañía. El directivo tuvo silla en el consejo de administración de Panrico desde que Oaktree entró en su capital.

Desde el entorno del Gila, reconocen la caída de facturación en el último mes, pero la achacan a la crisis de Panrico. Aseguran que la gente es reticente a adquirir productos por el miedo a que la empresa desaparezca de un día a otro.

Donetes desde Portugal

A todo ello, se debe sumar que un incremento en de los costes de distribución a raíz de la huelga de la factoría de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). Algunos de sus productos, como los donetes, ahora se distribuyen desde Portugal, por lo que el ahogo económico de la empresa incrementa, añaden los mismos interlocutores.

El intento de huelga en la factoría de Paracuellos del Jarama (Madrid) está desactivado, añaden. UGT tiene mayoría en ese centro de trabajo y se opone a la protesta unilateral de las factorías. Incluso desde la federación Agroalimentaria de CCOO no ven con buenos ojos la decisión del comité de empresa catalán, adscrito a este sindicato. “Que cada uno vaya por su lado limita y debilita la acción común”, aseguran.

Jordi Fábregas ‘deja’ el grupo

La crisis laboral que vive Panrico también ha llegado a la dirección. El responsable de la división Business Unit Spain, Jordi Fábregas, ha abandonado la compañía.

El directivo vino de la mano del predecesor de Gila en el cargo, Joan Casaponsa, y fuentes internas aseguran que despedida se debe al fracaso del lanzamiento de las chocolatinas Crack! al mercado. El proyecto costó dos millones de euros y sus ventas han tenido un impacto casi testimonial en la cuenta de resultados.

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