BBVA, Caixabank y Bankia retan al Banco de España con su dividendo

Las tres entidades descartan recuperar los pagos en acciones, tal como está recomendando la institución gobernada por Pablo Hernández de Cos

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Después de que el cambio de rumbo del Banco Central Europeo (BCE) en materia de tipos de interés haya obligado a varios bancos españoles –Bankia, Caixabank y Banco Sabadell– a reducir alguno de sus objetivos de negocio para este año o a más largo plazo, la banca española se ha defendido en melé contra la reciente doctrina del Banco de España sobre los dividendos.

En un escenario donde cada vez se complica más cumplir los planes estratégicos en vigor, elaborados en un contexto en el que se descontaban subidas del euribor que ahora no se esperan, el Banco de España ha pedido «discreción» a la banca con sus dividendos, incrementando la presión sobre las entidades, que habían convertido la retribución en una herramienta de marketing clave de cara a los inversores.

Así, Margarita Delgado, subgobernadora de la institución, ha defendido en las últimas semanas que una de las vías para que el sector mejore su solvencia (recordando que las entidades españoles se sitúan a la cola en este indicador dentro de la zona euro) sería recuperar el pago de retribuciones en scrip, donde se puede elegir entre efectivo o acciones, con el objetivo de retener mayores beneficios.

Sin embargo, la banca española está lejos de compartir la visión de la institución gobernada por Pablo Hernández de Cos y a lo largo de la temporada de resultados ha rechazado casi de forma unánime recuperar la retribución en papel.

Aunque con elegancia, los bancos han creado un cordón sanitario alrededor de sus políticas de dividendo contra la postura del Banco de España. Por ejemplo, Caixabank se la confirmó a los analistas durante la presentación de sus resultados: el banco liderado por Gonzalo Gortázar se ha comprometido a devolver entre el 50 y el 60% de sus beneficios vía dividendo y continuará pagándolo en efectivo.

«No tenemos planes para volver al scrip. Tenemos mucho capital», señaló Gortázar en su encuentro con analistas. «Contamos con un payout (porcentaje del beneficio que se destina a pago de dividendos) que está referenciado a los beneficios publicados, si estos suben; el dividendo por acción también lo hace; si cae; va hacia abajo. Obviamente tenemos margen para jugar dentro del rango del 50 y el 60%», explicó a la banca de inversión.  

Por su parte, Bankia lo defendió en su rueda de prensa, tanto en el caso del dividendo ordinario; como en el ‘extra’ por exceso de capital. José Sevilla, consejero delegado de la entidad, no solo rechazó el scrip, sino que no descartó que el consejo de administración pudiera valorar en la segunda parte del año si era conveniente incluso repartir un dividendo a cuenta de ese colchón extra de capital.

BBVA también rechazó recuperar el scrip -que sí contempla Banco Santander– y recordó que el banco había sido pionero al repartir dos veces por ejercicio. «Nuestras política es muy clara, predecible y sostenible. El banco fue pionero al adoptar un abono de dividendos bianual. Mantendremos el pay-out entre el 35/40% y en efectivo», repasó Onur Genç, consejero delegado de la entidad, durante la presentación de los resultados semestrales.

Banco Sabadell, al margen del desafío

Solo una entidad del Ibex, Banco Sabadell, ha dejado la puerta entreabierta a un posible cambio en su modelo de retribución en el futuro. Jaime Guardiola, su consejero delegado, aunque afirmó que era muy pronto para adoptar ninguna decisión, no rechazó que la posibilidad pudiera ser valorada por el consejo de administración. «Los dividendos son una decisión del consejo y no revisamos nuestra política de dividendos en este momento; en el segundo trimestre», explicaron los ejecutivos del banco a los analistas.

Para Sabadell, el compromiso que es inviolable es el de la solvencia, tras quedarse rezagado en los test de estrés de la EBA del pasado noviembre. El banco se ha marcado como meta colocar el ratio CET 1 Fully Loaded en el 11,6%, para llevarlo hasta el 12% en 2020. El banco insistió que sus previsiones de capital para este año contemplan devolver el 50% del beneficio en un dividendo en efectivo.

El banco confía en llegar al 11,6%, o incluso superarlo, gracias a varias desinversiones. Entre ellas, la de Solvia Desarrollos Inmobiliarios con la que se limpiaría, además, de 1.290 millones de euros en adjudicados.

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