El drama del motor español: el 95% de los coches que fabrica estarán prohibidos en la UE en 2035

Los fabricantes españoles cerraron el 2022 con una producción de 127.028 vehículos eléctricos, un 5% del total, pese a ser los únicos que se podrán vender en 2035

Un coche eléctrico cargándose.

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La cuenta atrás para que la venta de cualquier coche o furgoneta que emita gases CO2 sea prohibido en Europa ha empezado. Aún hay tiempo hasta 2035, el límite establecido por la Unión Europea, pero un mercado de esta envergadura no se transforma de la noche a la mañana y aún queda mucho camino por recorrer. En este sentido, la industria tiene 12 años para dar un giro de 360 grados, ya que el 95% de los coches que produce actualmente no podrán salir al mercado europeo.

Según los datos de cierre de 2022 publicados por Anfac, la patronal de los fabricantes de coches, las plantas automovilísticas ensamblaron 127.028 coches eléctricos de batería (BEV) los únicos cero emisiones producidas en el país. Solo representan un 5% de la cuota total de producción de 2022, que aumentó un 5% en comparación con el 2021, hasta sacar a la carrera más de 2,2 millones de unidades, pese a seguir por debajo de las cifras de 2019 y 2020.

Los modelos BEV dispararon su producción un 66% entre 2021 y 2022, pero siguen teniendo una pequeña cuota. Mientras que los diésel, que suelen ser los automóviles más contaminantes, continuaron en declive y se fabricaron en un 8% menos; los modelos de gasolina crecieron en el mismo porcentaje y coparon el 60% de los modelos fabricados en 2022. En total, se ensamblaron 1,3 millones de coches propulsados por gasolina.

La gran mayoría de los modelos electrificados producidos en España, el 20%, fueron híbridos enchufables, con bajos niveles de gases nocivos, pero también afectados por la normativa europea. El resto de modelos bajos en emisiones, los híbridos no enchufables (HEV), los de gas natural y los de gas natural licuado, ocuparon poco más del 2% del mercado, pese a que los HEV multiplicaron por dos su producción hasta las 24.300 unidades.

Los modelos de combustión aún se podrán vender fuera de la comunidad, pero la Unión Europea es el principal receptor de la fabricación española. Solo 2 de cada 10 coches producidos en España permanecen en las fronteras nacionales, mientras que el 70% de los que se trasladan acaban en países de europeos. Del top cinco que ocupa la mayor cuota de mercado, solo el Reino Unido y Turquía quedan fuera de la jurisdicción de la normativa de la comisión europea.

Vehículos de Mercedes, Hispano Suiza y Stellantis

Por ahora, las únicas grandes marcas que trabajan con automóviles eléctricos puros son Mercedes, Stellantis e Hispano Suiza. El fabricante alemán ensambla en la planta de Vitoria el furgón E-vito y el monovolumen EQV, mientras que el consorcio holandés ya tiene instaladas plataformas eléctricas en sus tres fábricas. Concretamente, trabaja con seis modelos eléctricos en Vigo, y ensambla versiones eléctricas de dos turismos en Madrid y Figueruelas (Zaragoza), el Citroën C4 y el Opel Corsa, respectivamente. Además, confía en atraer otra plataforma en el futuro.

En lo que respecta a Renault, hasta la fecha ha escogido la movilidad hibrida para sus fábricas españolas, produciendo versiones bajas en emisiones de tres de los cuatro coches que ensambla en Palencia y Valladolid. Por este motivo, la automovilística francesa ha pedido en repetidas ocasiones que se incluyen ayudas a los híbridos en la segunda edición del Perte del coche eléctrico. La empresa encabezada en España por Josep María Recasens confía en darles salida fuera del mercado europeo.

En plena transformación

Por su parte, Ford fabricará dos modelos eléctricos en Almussafes (Valencia), mientras que las plantas del grupo Volkswagen esperan empezar a producir modelos eléctricos en 2025. Tanto la fábrica de Seat de Martorell como la de la marca homónima en Navarra tienen asignadas una plataforma eléctrica, donde producirán tres y dos modelos eléctricos respectivamente. Los sindicatos de la firma española esperan tener una segunda plataforma, ya que consideran que una sola línea no necesitará a toda la plantilla y habrá más despidos.

En este sentido, UGT y CCOO han alertado que la transición al coche eléctrico supondrá la pérdida del 30% de los puestos de trabajo del sector, ya que el montaje de un modelo cero emisiones está más automatizado y requiere menos mano de obra. El automóvil emplea a medio millón de personas en España, contando, también, concesionarios y distribuidores.

La mayoría de empresas están a la espera de recibir los fondos del Perte del coche eléctrico, unos pagos que se han atrasado hasta marzo, para ayudarles a financiar las inversiones masivas que necesitaran para adaptar sus fábricas. Por ese motivo, están pendientes de la segunda convocatoria, sobre todo después que la ministra Reyes Maroto haya asegurado que trabaja para que las inversiones puedan acabar en 2028, justo la fecha ideal a la que apunta su patronal.

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