La ‘cúpula’ de CEOE fija directriz salarial entre presiones del Gobierno

El Comité Ejecutivo de CEOE fija este martes sus recomendaciones salariales a las empresas con una directriz de un tope de en torno al 3,5% ligado a la productividad y el empleo

De izquierda a derecha, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva; de la CEOE, Antonio Garamendi; y de ATA , Lorenzo Amor, tras la firma de incorporación de esta federación de autónomos en la gran patronal española en enero pasado. /EFE/Emilio Naranjo

De izquierda a derecha, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva; de la CEOE, Antonio Garamendi; y de ATA , Lorenzo Amor, tras la firma de incorporación de esta federación de autónomos en la gran patronal española en enero pasado. /EFE/Emilio Naranjo

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Llamadas, mensajes y una reunión pospuesta. El diálogo social se reconfigura tras el naufragio de las negociaciones entre patronal y sindicatos la semana pasada, y entre medio de presiones desde el Gobierno para encarrilar de nuevo el Pacto de Rentas reclamado, el Comité Ejecutivo de CEOE fija sus directrices salariales para recomendar a las empresas un alza máximo de salarios del 3,5% ligado a productividad y empleo.

Los secretarios generales de las organizaciones empresariales territoriales agrupadas en CEOE y Cepyme se reunieron este lunes para acordar las consignas a trasladar a las empresas en la negociación de los convenios tras el fracaso de la mesa de negociación para el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) por las diferencias con los sindicatos.

Sin embargo, el documento de recomendaciones solo se pergeñó en esta cita, pero se terminará de cerrar este martes en la reunión del Comité Ejecutivo con la ‘cúpula’ de CEOE y Cepyme, confirman a Economía Digital en fuentes de la organización presentes en la reunión, que precisan que no se llegó a fijar una horquilla cerrada en esta primer reunión.

Desde la patronal avanzan a este medio que, a falta de la guía salarial que supone la cuerdo del AENC, la directriz general que dará CEOE a sus organizaciones y estas a las empresas será no acometer un alza más allá del 3,5% o 3,6%, de forma que no exceda en ningún caso la inflación, sino que se aproxime a la subyacente (tasa que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos no elaborados) y que estaría en línea con el alza del Salario Mínimo de 1.000 euros de este año (+3,6%).

Además, en línea con lo que viene marcando la patronal en los últimos años, se instará a los sectores y las empresas a determinar las subidas salariales ligadas a la productividad y el empleo, de forma que se puedan adaptar los incrementos retributivos a la situación particular de cada sector y empresa tras el impacto de la pandemia y ahora de la crisis energética y la guerra de Ucrania.

También va a decidir CEOE si incluye directrices en sus recomendaciones para los años 2023 y 2024, pero, en cualquier caso, avanzan que todo girará en torno a la última propuesta realizada por CEOE antes de Semana Santa, que contemplaba una subida máxima del 8% en tres años: incremento del 3,5% este año, del 2,5% en 2023 y del 2% para 2024 y según la situación del sector y la empresa, en línea con la moderación de la inflación prevista para este periodo y sin contemplar las cláusulas de revisión salarial.

El Gobierno presiona por el Pacto de rentas: reunión aplazada

Precisamente las cláusulas de revisión salarial fueron el principal escollo que hizo naufragar la negociación salarial en el marco de las negociaciones que venían manteniendo desde marzo los agentes sociales, al ver sus posicionamientos «insalvables» por la exigencia sindical de dichas cláusulas frente al rechazo total de los empresarios a las mismas.

La paralización, por ahora, del acuerdo salarial de los agentes sociales supone el fracaso del Pacto de Rentas reclamado a principios de marzo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en aras de instaurar una suerte de moderación salarial y de control de beneficios y dividendos empresariales que permita evitar una espiral inflacionista.

La vicepresidenta primera Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, están tratando de mediar entre los agentes sociales para encauzar la negociación para un acuerdo salarial, tras romperse entre las partes con el fin de evitar efectos de segunda ronda, según apuntan a Economía Digital en fuentes del diálogo social, que confirman «llamadas y mensajes» pidiendo encarrilar la negociación o «al menos evitar la tensión» en las más de 4.500 mesas de negociación en las que se determinarán los alzas salariales.

Precisamente por ello, señalan desde CEOE y Cepyme, en la reunión de los secretarios generales de las organizaciones de la patronal se habló de cifras pero no se quiso fijar una horquilla ni cifra cerrada del todo para «no tensar tanto la situación por ahora.

Calviño iba tratar de intermediar este lunes con la patronal y los sindicatos aprovechando mesa de diálogo social para el Plan de Recuperación, convocada con carácter previo a la ruptura de la negociación salarial por parte de los agentes sociales el pasado jueves, pero finalmente se pospuso.

«Se pospone la reunión de la mesa de Diálogo Social para el Plan de Recuperación por causas sobrevenidas que han determinado la ausencia de varias personas convocadas a la cita», informó al respecto el Ministerio de Asuntos Económicos. Según ha podido saber Economía Digital, la ausencia de los máximos dirigentes de patronal y sindicatos nos e debió a ningún tipo de plantón.

Fuentes de CEOE aseguran que iba a asistir una delegación de la patronal, aunque no estaba previsto que acudiese el presidente, Antonio Garamendi, quien en los últimos días ha pedido que el Gobierno no interfiera en el pacto de rentas . El secretario general de CCOO, Unai Sordo, que iba a haber asistido junto el secretario confederal de Transformaciones Estratégicas de CCOO, Vicente Sánchez, tuvo que comunicar su ausencia por una «indisposición», pero él mismo ha dejado claro que «CCOO no deja nunca de estar en mesas de interlocución».

Por su parte, la asistencia del líder de UGT, Pepe Álvarez, no estaba prevista desde el principio al encontrarse en Berlín en el Congreso de la DGB alemana, el sindicato más grande de Europa en el marco de Día de Europa. En representación del sindicato iban a haber asistido el vicesecretario general de Política Sindical, Mariano Hoya, y el secretario de Recursos y Estudios, Luis Pérez Capitán.

Evitar la guerra salarial en las mesas de negociación

El Gobierno trata de encauzar el Pacto de rentas y, sobre todo, evitar que la ruptura por parte de los agentes sociales de la negociación salarial aboque a una elevada conflictividad en las más de 4.000 mesas de negociación colectiva abiertas en toda España que pueda acabar provocando efectos de segunda ronda, es decir, que suban los salarios y las empresas trasladen los mayores costes a los precios creando una espiral inflacionista.

La idea que manejan los empresarios es influir en las negociaciones para que las subidas no se liguen al IPC, siguiendo lo recomendado por el Banco de España, y giren en su lugar en torno al 3-3,5%% este año, en línea con la inflación subyacente, al tiempo que apuntarán la opción de descuelgue contemplada en el Estatuto de los Trabajadores, de forma que las empresas podrían no aplicar las condiciones del convenio colectivo en circunstancias excepcionales.

Por su parte, fuentes sindicales también anticipan ya que con «mucha probabilidad» programarán movilizaciones para exigir la subida de los salarios, toda vez que el AENC permanece caducado desde 2020 y no están dispuestos a permitir que «los trabajadores asuman el coste de la inflación con pérdida de poder adquisitivo».

La propuesta de los salarios que intentarán impregnar en la negociación colectiva es un alza de los salarios del 3,4% este año, un 2,5% en 2023 y un 2% en 2024 a revisar con la inflación, pero unido a otro alza extra para recuperar la pérdida de poder adquisitivo, resultante de la inflación media y el cierre de subida salarial del año, de forma que este podría recuperarse el 50% del diferencial entre ambos parámetros, un 25% en 2023 y otros 25% en 2024, y para 2025 el esquema vincula el alza al dato del IPC de diciembre de 2024 más un 0,25 % adicional.

Tras la ruptura, se preparan para tensionar las negociaciones mediante el bloqueo del desarrollo de los convenios colectivos en los puntos de la reforma laboral que benefician a las empresas, como pueden ser la ampliación de la duración de los contratos por circunstancias de la producción de seis mese a un año o la regulación del os contratos fijos discontinuos.

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