El fracaso del pacto de rentas aboca a una guerra salarial en las empresas

La patronal y los sindicatos trasladarán sus recomendaciones salariales a las más de 4.000 mesas de negociación de los convenios colectivos, abocadas al conflicto en medio de movilizaciones sindicales

Antonio Garamendi con Pepe Álvarez y Unai Sordo. EFE

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Se avecina una elevada conflictividad en las mesas de negociación colectiva de empresas y sectores. La ruptura por parte de los agentes sociales de la negociación para el acuerdo de subida salarial en los convenios colectivos, parte molar del pacto de rentas solicitado por el Gobierno ante la alta inflación, aboca a una elevada conflictividad en las más de 4.000 mesas de negociación colectiva abiertas en toda España.

Tanto la patronal como los sindicatos batallarán para tratar de imponer sus criterios y, para ello, fuentes de la organización empresarial CEOE y de los sindicatos CCOO y UGT confirman a Economía Digital que van a trasladar sus recomendaciones sobre la subida salarial a sus equipos negociadores, por lo que ambas partes auguran un «2022 caliente» en negociación colectiva.

Todo ello después de que el jueves ambas partes diesen por cerrado el proceso de negociación de la subida salarial en los convenios colectivos para este año, a incluir en el V Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (AENC), al mantener sus posiciones «muy alejadas» y principalmente por el escollo de las cláusulas de revisión salarial.

Las negociaciones quedan por ahora totalmente paralizadas y solo cabría la posibilidad de que se retomasen con el paso de los meses, antes de final de año, señalan en fuentes del diálogo social que, sin embargo, dan prácticamente por perdida la posibilidad de acuerdo salarial.

No obstante, desde el Gobierno van a intentar encauzar la situación, para lo que la vicepresidenta primera Nadia Calviño va a tratar de interferir en el asunto este lunes aprovechando la reunión convocada para la mesa de diálogo social para el Plan de Recuperación.

Con todo, por ahora los agentes sociales han fracasado en el intento de lograr un acuerdo salarial para este año, a pesar de que el anterior AENC lleva caducado desde el año 2020, y no se llevará a cabo, al menos por ahora, el Pacto de rentas que reclamado desde primeros de marzo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a los agentes sociales para conseguir moderación salarial y control de beneficios y dividendos empresariales para evitar una espiral inflacionista en el contexto de crisis energética y guerra de Ucrania.

CEOE instará a una subida ligada al IPC subyacente y recordará los descuelgues

Lo cierto es que la batalla en materia de negociación colectiva ya se está empezando a trasladar en las mesas de negociación de las empresas, ya que este año se tienen que negociar unos 6.500 convenios y tras la ruptura de la negociación para el acuerdo salarial queda en el aire el incremento retributivo de alrededor de 13 millones de salarios.

Fuentes de CEOE confirman a este medio que se va a someter a consulta en los órganos internos de la patronal todas las cuestiones — el lunes se reunirán los vicepresidentes y el martes hay convocado un Comité Ejecutivo– y, en caso de que no sea posible un pacto con sindicatos, se formulará un documento propio de recomendaciones para la negociación colectiva. Es decir, los agentes sociales irán cada cual por su lado trasladando sus recomendaciones propias de alza salarial a las empresas y a nivel sectorial.

Desde la patronal señalan que los sindicatos se han «enrocado» en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo perdido ante el notable alza de la inflación desde este año hasta 2024 sin tener en cuenta que las empresas también sufren el impacto y no pueden seguir trasladando de forma completa toda la subida de los precios a sus productos ni asumirla en sus márgenes.

La idea que manejan los empresarios es influir en las negociaciones para que las subidas no se liguen al IPC, siguiendo lo recomendado por el Banco de España, y giren en su lugar en torno al 3% este año, en línea con la inflación subyacente (excluye los precios más volátiles como los energéticos y los alimentos no elaborados), al tiempo que apuntarán la opción de descuelgue contemplada en el Estatuto de los Trabajadores, de forma que las empresas podrían no aplicar las condiciones del convenio colectivo en circunstancias excepcionales.

La última propuesta realizada por CEOE antes de Semana Santa contemplaba una subida máxima del 8% en tres años: incremento del 3,5% este año, del 2,5% en 2023 y del 2% para 2024 y según la situación del sector y la empresa, en línea con la moderación de la inflación prevista para este periodo y sin contemplar las cláusulas de revisión salarial.

Los empresarios recurren también a las advertencias del Banco de España, que aboga por evitar fórmulas de indiciación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguarda, que actualmente alcanza a un 30%, y en su lugar pide compromisos plurianuales, incluyendo las pensiones públicas (salvo las mínimas), junto, eso sí, a compromisos también de moderación de los márgenes empresariales para repartir el coste de la inflación.

Los sindicatos avanzan movilizaciones y forzarán mayores alzas salariales

Por su parte, fuentes sindicales también anticipan ya que con «mucha probabilidad» programarán movilizaciones para exigir la subida de los salarios, toda vez que el AENC permanece caducado desde 2020 y no están dispuestos a permitir que «los trabajadores asuman el coste de la inflación con pérdida de poder adquisitivo».

Antes del Primero de Mayo, los secretarios sindicales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, ya avisaron a CEOE de una escalada de la conflictividad laboral si no prosperaba el acuerdo. Tras la ruptura, se preparan para tensionar las negociaciones mediante el bloqueo del desarrollo de los convenios colectivos en los puntos de la reforma laboral que benefician a las empresas, como pueden ser la ampliación de la duración de los contratos por circunstancias de la producción de seis mese a un año o la regulación del os contratos fijos discontinuos.

La propuesta de los salarios que intentarán impregnar en la negociación colectiva es un alza de los salarios del 3,4% este año, un 2,5% en 2023 y un 2% en 2024 a revisar con la inflación, pero unido a otro alza extra para recuperar la pérdida de poder adquisitivo, resultante de la inflación media y el cierre de subida salarial del año, de forma que este podría recuperarse el 50% del diferencial entre ambos parámetros, un 25% en 2023 y otros 25% en 2024, y para 2025 el esquema vincula el alza al dato del IPC de diciembre de 2024 más un 0,25 % adicional.

CCOO ya ha avisado de que va a desplegar con mayor intensidad el desarrollo de la negociación colectiva, tanto en el ámbito sectorial como en el de empresa, donde planteará las propuestas realizadas en materia salarial efectuadas en la mesa del AENC, así como el resto de materias que contribuyan al desarrollo, tanto de los aspectos disponibles en la reforma laboral reciente como en el resto de la normativa pactada en el ámbito del diálogo social.

«Si la posición empresarial es seguir frenando el desarrollo de la negociación colectiva, en un año en el que ésta juega un papel fundamental para que los trabajadores puedan hacer frente a la subida de los precios, la movilización y el conflicto serán inevitables«, ha avisado ya. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, advirtió de que la negativa patronal a «fórmulas razonables» de garantía del poder de compra de los trabajadores «aboca al conflicto en la negociación colectiva». 

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