EEUU echa el cierre ante la imposibilidad de Trump
El presidente Donald Trump y la Casa Blanca han responsabilizado a los demócratas del estancamiento, afirmando que sus demandas en materia de gasto social y nuevos programas imposibilitan la gobernabilidad presupuestaria

Archivo – Bandera estadounidense en el Capitolio, en Washington.
El Gobierno de Estados Unidos ha activado un nuevo cierre de agencias gubernamentales (“shutdown”) ante la falta de consenso en el Senado para aprobar los presupuestos federales, una situación que vuelve a poner en jaque el funcionamiento del país y la estabilidad de los empleados públicos.
El desencuentro entre demócratas y republicanos ha dejado suspendidos todos los servicios considerados no esenciales y afecta directamente a unos 750.000 trabajadores federales.
Un nuevo “shutdown” por bloqueo político
El cierre gubernamental, que comenzó a la medianoche del 1 de octubre de 2025, es consecuencia directa de la imposibilidad del Congreso para acordar la financiación necesaria que garantice el funcionamiento regular de la Administración Federal.
Demócratas y republicanos chocaron sobre partidas clave como la financiación sanitaria y los recortes a programas sociales, no logrando los votos suficientes para que ninguna de las propuestas presupuestarias saliera adelante.
El Senado, pese a los esfuerzos de última hora, no pudo alcanzar el mínimo de 60 votos para aprobar una prórroga presupuestaria propuesta inicialmente por los republicanos, mientras los demócratas insistían en revertir los tijeretazos a la salud y lograr una mayor financiación en ese sector.
El presidente Donald Trump y la Casa Blanca han responsabilizado a los demócratas del estancamiento, afirmando que sus demandas en materia de gasto social y nuevos programas imposibilitan la gobernabilidad presupuestaria.
Por su parte, los líderes demócratas Jeffries y Schumer acusan al Ejecutivo y al partido republicano de sacrificar los servicios públicos y la estabilidad de millones de familias por motivos partidistas y falta de sensibilidad social.
Empleados, servicios y economía bajo presión
El impacto directo del cierre afecta especialmente al personal federal: alrededor de 750.000 empleados quedan suspendidos de sueldo, saliendo de funciones temporalmente hasta que se apruebe un nuevo presupuesto.
Otros trabajadores esenciales, como los de seguridad aeroportuaria, controladores de tráfico aéreo o parte del ejército, deberán seguir trabajando sin recibir salario mientras dure el bloqueo presupuestario.
La suspensión de fondos afecta a parques nacionales, servicios administrativos, organismos de investigación y agencias que dependen de la financiación anual aprobada por el Congreso.
Además, servicios sociales críticos como el Programa de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños (WIC), trámites de la Seguridad Social o de Medicare pueden verse ralentizados si la crisis se prolonga. S
i el cierre se extiende más allá de unas semanas, existe el riesgo de despidos definitivos, deterioro de servicios básicos y bloqueo en ayuda alimentaria.
Desde una óptica macroeconómica, el “shutdown” representa un coste estimado de 400 millones de dólares diarios, afectando la dinámica de proveedores, contratistas y algunas pequeñas empresas directamente vinculadas con el sector público.