El Gobierno admite en sus informes que España pierde competitividad frente a la UE por la inflación

España también pierde competitividad respecto a la OCDE y los países emergentes en los nueve primeros meses del año

La vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en plena pandemia por el coronavirus. Foto: Efe

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La inflación está afectando a la economía. Gobierno, a través de la vicepresidenta primera Nadia Calviño, sigue defendiendo un tono optimista respecto a la recuperación y sus «prudentes» previsiones económicos. Sin embargo, los informes que maneja el propio Ejecutivo a través del Ministerio de Industria indican que esta situación está perjudicando ya la competitividad de España respecto a la UE.

Se aleja la convergencia en un elemento muy importante ante la delicada situación de la industria en España, afectada ya de lleno por la crisis de suministros y la crisis energética internacional. Los principales organismos sostienen que la tendencia alcista de la inflación será «transitoria» y aunque el Gobierno se afana a este pronóstico de corrección progresiva en los próximos meses, admite una pérdida de competitividad frente a la UE por primera vez en dos años y medio.

Y es que la competitividad exterior de la economía española en el tercer trimestre del año, tomando como referencia los índices de precios al consumo, retrocedió frente a la Unión Europea, como consecuencia de la elevada inflación española, según el Índice de Tendencia de Competitividad (ITC) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

En concreto, el índice de competitividad calculado frente a los 27 países de la UE subió un 0,7% interanual, lo que supone un empeoramiento del indicador, ya que las reducciones reflejan ganancias de competitividad y los incrementos un empeoramiento.

Cambio de tendencia

El dato es relevante porque supone un cambio de tendencia tras diez trimestres consecutivos de mejoras y supone la caída de la competitividad de la economía de España respecto a sus socios europeos en plena escalada de la inflación y crisis energética y de suministros por el alza de los precios de electricidad y los cuellos de botella en las cadenas globales de producción.

En el periodo analizado, el tercer trimestre, la inflación escaló al 2,9% en julio, para intensnficarse al 3,3% en agosto y al 4% en septiembre como consecuencia del incremento imparable del precio de la electricidad por la crisis energética internacional. De hecho, el dato definitivo publicado este viernes por el INE refleja que la tasa subió al 5,4% en octubre, su nivel más alto en 29 años, concretamente desde septiembre del año 1992, como consecuencia del tirón del precio de la electricidad y los combustibles.

El dato de octubre y la acumulación ya de un alza del 5% del IPC en lo que va de año, hace presagiar que el empeoramiento de la competitividad podría sucederse también el cuarto trimestre del año.

El Ministerio detalla en el informe que esta pérdida de competitividad fue resultado del aumento del 0,7% interanual del índice de precios relativos de consumo, mientras que el índice de tipo de cambio se mantuvo estable.

Pérdida de competitividad respecto a la zona euro

En el tercer trimestre de 2021 el ITC calculado frente a la zona euro (UEM-19) se incrementó un 1% respecto al mismo trimestre del año anterior, lo que confirma el cambio de tendencia iniciado el trimestre anterior. Este deterioro de la competitividad se explica porque la variación en media de los precios de los países de la eurozona fue inferior a la registrada en España.

En detalle, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en la zona se observa que desde noviembre de 2018 y hasta abril de 2021, la eurozona había tenido tasas superiores a las de España, pero en los dos últimos trimestres las tasas de España han sido superiores a las de la eurozona.

Respecto a los países de la Unión Europea que no pertenecen a la zona euro en cambio el ITC decreció un 0,5% en términos interanuales en el tercer trimestre de 2021, por lo que se ganó competitividad gracias a la depreciación del euro frente a la media de las monedas de estos países (el índice de tipo de cambio disminuyó un 0,1% interanual) y porque el índice de precios relativos disminuyó un 0,4%. 

De esta forma, el ITC frente a la UE-27 hasta septiembre registró una ganancia de competitividad del 0,1% interanual. Esta mejora de la competitividad fue mayor frente a los países de la Unión Europea que no pertenecen a la zona euro (-1,3% en tasa interanual). En cambio, se registró un deterioro de la competitividad del 0,2% frente a la zona euro.

Cede respecto a la OCDE y los países emergentes

Por el contrario, frente a la OCDE, la competitividad precio de la economía española en el tercer trimestre mejoró, ya que el ITC disminuyó u 0,2%, un 1% en el caso de los países de la oCDE que no pertenecen ala eurozona y un 1,1% en el de los países de la OCDE no UE. Sin embargo, en lo que va de año registra un empeoramiento, al subir un 1% el ITC frente al ‘club de los países ricos’.

En relación con los países Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), la competitividad de España mejoró notablemente en el tercer trimestre, al registrarsse una caída del ITC del 3,7%.

Sin embargo, se produce un empeoramiento de la competitividad respecto a los países emergentes en los nueve primeros meses del año, ya que el ITC acumula un alza del 1% y, por tanto, hay una pérdida.

Por encima de la media en competitividad digital

A pesar de este empeoramiento de la competitividad de la economía española respecto a la UE, la Comisión Europea publicó este viernes los resultados de la edición de 2021 del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), en el que se hace un seguimiento de los progresos realizados por los Estados miembros de la UE en materia de competitividad digital en los ámbitos del capital humano, la conectividad de banda ancha, la integración de las tecnologías digitales por parte de las empresas y los servicios públicos digitales.

España ocupa el noveno puesto entre los países de la Unión Europea en el índice En las cuatro competencias que se miden, el país obtiene una puntuación de 57,4, casi siete puntos por encima de la media de la UE, que es 50,4.

Los buenos resultados se dan en materia de servicios públicos digitales gracias a la estrategia digital por defecto aplicada en toda su administración central, así como en el ámbito de la conectividad, aunque persisten algunas diferencias entre las zonas urbanas y rurales.

En cuanto al capital humano, España ocupa el puesto número 12 y durante los últimos años ha subido posiciones, pero aún existe margen de mejora, especialmente en el indicador de especialistas en tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC).

España ocupa el decimosexto lugar en la integración de las tecnologías digitales; su puntuación coincide con la media de la UE y ha aumentado considerablemente el número de pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas que venden a través de internet. Sin embargo, las empresas aún no están aprovechando lo suficiente las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA), los macrodatos y la nube, que podrían contribuir a un mayor desarrollo de la productividad y el comercio electrónico, según Bruselas.

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español, cuyo presupuesto total asciende a 69.500 millones de euros, destina el 28,2% del total de los fondos invertidos al ámbito digital, superando el objetivo del 20%, y en total asciende a 19.600 millones euros.

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