Funcas advierte: «La banca tendrá que discriminar entre empresas, no todas podrán sobrevivir»

Los expertos advierten que el sector financiero solo podrá dar financiación a empresas que tengan futuro cuando acaben las ayudas de la pandemia

Una oficina de Caixabank, cuya fusión con Bankia ha desencadenado la pérdida de más empleos en el sector bancario

Una oficina de Caixabank.

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Cuando acaben las moratorias, los ICO y todas las ayudas que se han puesto en marcha durante la pandemia del Covid-19, la banca tendrá que «discriminar» y analizar qué empresas podrán «sobrevivir» sin este sustento, advierte Santiago Carbó, director del Área Financiera y Digitalización de Funcas.

La morosidad está contenida, pero puede terminar convirtiéndose en un «problema importante», en este contexto de inflación, si terminar afectado negativamente al crecimiento de la economía española. El sector financiero ha jugado un papel relevante durante esta crisis, «no ha sido un lastre», y ha logrado mantener el sistema de pagos de la economía.

Pero también ahora, su decisión será crucial porque el entorno es muy competitivo. No todas las empresas se van a comportar igual, «algunas se digitalizarán bien y otras no», de manera que el sector tendrá que discriminar la financiación, otorgándolo solo a empresas «que tengan futuro».

Además, la recuperación económica no está yendo como se esperaba. Carbó revela que antes del verano, esperaban un crecimiento «muy intenso», por encima del 6% o 7%, pero el Banco de España ya anunció la pasada semana que será del 4,5%. Pese a ello, el consenso de Funcas cree que estará próximo al 4,8% este 2021 y será del 5,7% el año que viene.

El revés sanitario, tras el reciente aumento de contagios, además de la subida del precio de la energía, la crisis de suministros y la inflación (que ya ha tenido impacto en las familias y empresas) han impactado en el crecimiento de la economía. En su opinión, los problemas de suministros se están eliminando y esperan que finalicen en 2022. Pero la energía seguirá «dando disgustos»

«Curiosamente, aunque no hemos crecido tanto, el dato es significativo, pero contrasta con los datos de empleo», indica. El PIB no crece tanto y el número de empleo si, «parece entonces que perdemos productividad, algo que sorprende teniendo en cuenta que nos hemos digitalizado».  

El director del Área Financiera y Digitalización de Funcas cree que 2021 ha sido el primer año de la recuperación y 2022 también lo será, pero ¿hasta cuándo seguiremos creciendo? «Dependerá de la inflación», comenta, que ha alcanzado niveles récord en la eurozona.

La Reserva Federal de Estados Unidos ya ha anunciado que va a subir tipos de interés, pero el Banco Central Europeo va «con mucha más cautela». En todo caso, estamos en un entorno distinto, asegura, con problemas de inflación del 6-7% dependiendo del país. 

«Está claro que tenemos un problema de inflación, que EEUU ira por un lado y la eurozona por otra. Y me preocupa porque Europa, tradicionalmente, ha tenido menor productividad y si los tipos de interés tienen poco atractivo, EEUU tendrá una mayor ventaja y atraerá más capital«.

«Los bancos llevan preparados para una subida de tipos desde 2017»

Carbó cree que no hay que subir los tipos de interés «porque sí», pero el objetivo es crecer y salir de esta situación «tan complicada» así que tarde o temprano, el BCE tendrá que plantearse su política monetaria. Aunque ya ha dado un primer paso, pues en 2020 puso en marcha políticas expansivas y recientemente ha advertido que durante el primer trimestre de 2022 va a dejar las compras pandémicas.

El contexto de tipos negativos «no ayuda al funcionamiento de los márgenes financieros, y además el ahorrador casi pierde dinero», y si se revierte la situación, las entidades de CECA (entre las que se encuentran Caixabank, Unicaja o Abanca) y en general, todo el sector financiero se va a sentir más cómodo.

El de Funcas cree que los bancos se han preparado durante mucho tiempo para una subida de tipos porque desde 2017 pensaban que esto podría ocurrir. Y además, insiste en que un entorno operativo con más margen financiero «es mejor». 

Otras cosa es qué pasará con la deuda soberana, que ha estado anestesiada, sin tensiones de prima de riesgo. «Podremos ver encarecimiento del coste de la deuda y esto también afecta a los bancos, no solo por su relación con la economía, que también, sino por los riesgos propios de no saber acomodarse a una subida de tipos de interés».

En cuanto a los fondos europeos Next Generation, Carbó explica que, aunque tendrán un papel muy importante en los primeros años de recuperación de la economía, España necesita tener su propio crecimiento. «Debemos tener una reforma que haga el entorno amigable para que la economía crezca», apunta.

Mientras tanto, «es importante que los fondos se gasten bien», son más de 100.000 millones, el 10% del PIB, y hay que saber canalizarlos, por eso el sector financiero tendrán un papel esencial como evaluador de riesgos. «Durante los próximos meses hay que aprovechar los vientos de cola, los Next Generation», pero dentro de cuatro años, cuando se retiren los estímulos «estaremos ante nosotros mismos y nuestras capacidades», de ahí la importancia de invertirlos bien.

De lo contrario, la economía no podrá mantener la velocidad de crucero, y seguiremos dependiendo principalmente del turismo y la restauración. «Por eso en transcendental que el sector financiero pueda engrasar este mecanismo tan importante», concluye.   

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