Choque frontal entre industria y eléctricas por el precio de los contratos a largo plazo

Las grandes empresas industriales entienden que el Gobierno debería promover marcos estables para el desarrollo de la actividad

Acerinox

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Los precios de la electricidad son un problema para el tejido productivo español. Y lo peor es que no tiene previsión de cambiar en el corto plazo. En este escenario, además, surgen posiciones encontradas. Por un lado, quienes sufren esos elevados costes; y, por otro, quienes tienen que defender los márgenes para la rentabilidad de su negocio. Empresas industriales y compañías eléctricas, cada una en un rincón, pelean para que los contratos a largo plazo sean favorables a sus intereses

Esta disputa viene de lejos, pero la ha vuelto a poner de relevancia la patronal del acero, Unesid, que ha recordado este pasado jueves antes de su junta general que la situación no puede mantenerse así. El principal motivo tiene que ver con la pérdida de competitividad frente a otros países donde el precio de la electricidad es más barato. Sobre todo, en un escenario donde los precios son locales, pero los mercados son globales. 

Ante este escenario, desde Unesid ponen de manifiestos dos cuestiones: que los PPA (contratos eléctricos a largo plazo) tienen precios muy elevados en España, lo que desincentiva su uso; y que un modelo extrapolable al mercado español sería Francia, donde aplican tarifas especiales ligadas el coste de la energía nuclear y, por lo tanto, tienen unos precios más bajos.  

Por lo que respecta al precio de los PPA, la industria asume que el mejor de los escenarios sería unos precios por debajo de los 50 €/MWh. No obstante, en Unesid no viven fuera de la coyuntura actual, y estiman que esos precios, por ahora, nunca van a volver. Como tirita ante una herida que no deja de sangrar estiman que un escenario con precios sobre los 130 €/MWh sería algo más tolerable para firmar contratos a larga plazo. Pero argumentan que ahora mismo el mercado ni siquiera está en esa tesitura. 

Desde Unesid advierten de que se están encontrando con PPA que sobrepasan los 180 €/MWh, algo que hace insostenible el sistema. Y todo eso sin contar con la posible aprobación del Fondo de Sostenibilidad que aumentará el precio del gas y, de esta forma, provocará un aumento de los costes energéticos para las propias industrias. 

Y cómo se vive al otro lado 

Por lo que respecta a las principales empresas eléctricas y promotores de generación, las intenciones son claras: no habrá por el momento PPA con los precios que hubo en el año de la pandemia y los meses posteriores

Según ha podido conocer Economía Digital en fuentes del sector eléctrico, no se trata de no ayudar a la industria, pero los costes para la generación también han subido, y se deben ajustar los precios. Además, aseguran las fuentes consultadas, el mercado se ha vuelto muy volátil, y mantener un coste tan bajo con los PPA en un periodo prolongado de tiempo, ahora mismo es muy complejo

Por lo tanto, las eléctricas se mantienen en su posición, y no tirarán el precio de los PPA. Algo, lógicamente, que choca con los intereses de la industria que deberá optar entre esos contratos a largo plazo caros, o el ‘pool’ diario, más caro todavía. 

Los problemas que pueden venir 

Y sobre la acción, la reacción. El presidente de Unesid, Bernardo Velázquez, ha dicho que el precio de la electricidad ha obligado a parar fábricas siderúrgicas en el primer trimestre del año y no descarta que haya muchas más en adelante. 

Velázquez ha señalado que el sector siderúrgico arrancó 2021 con una demanda muy fuerte y los precios de sus productos han permitido «aguantar», pese a que haya habido paradas en algunas fábricas por el precio de la luz, que podrían aumentar si siguen los precios eléctricos tan altos. 

El también consejero delegado de Acerinox ha asegurado que la industria siderúrgica española tiene una cartera de pedidos «fuerte» y no hay ningún signo de que pueda «aflojar» la demanda, por lo que las paradas en las fábricas no se producirían por falta de pedidos

Ha añadido que, no obstante, en el sector siderúrgico la competencia es mundial, se compite con todos los países, y si hay precios en otros lugares que tienden hacia abajo y se cruzan con la curva de costes de la siderurgia española, pues «hay que plantearse si merece la pena seguir trabajando». 

Raúl Masa

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