El PP de Feijóo promete al Ibex evitar ‘dedazos’ desde Moncloa como en Indra, Telefónica y Red Eléctrica
La ponencia económica del partido promete una administración profesional de las empresas públicas: "se acabó llevarlas a la quiebra y repartir bonus entre los altos cargos responsables del desastre"
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Diego Radamés / Europa Press
Los nuevos posicionamientos ideológicos del PP de Alberto Núñez Feijóo, que revalidará la presidencia en el Congreso Nacional de la formación que tendrá lugar en apenas dos semanas, hacen un importante guiño a los inversores de empresas del Ibex 35, a los que calma al prometer evitar «dedazos» e intervención en las compañías cotizadas desde los despachos del Gobierno.
La ponencia del Congreso popular, con los nuevos postulados del partido, dedica seis páginas a fijar los ejes principales de la política económica del partido. Así, la formación renovará en el cónclave su compromiso con la defensa «con convicción del libre mercado y la libre empresa», rechazando las distorsiones que impiden que la iniciativa privada «se desenvuelva con eficacia».
Y, fundamentalmente, con esto se refiere a la intervención que el Gobierno de Pedro Sánchez ha venido ejerciendo sobre algunas de las empresas cotizadas más grandes del país, entrando en Telefónica con un 10% del capital gracias a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) o auspiciando cambios en la cúpula de Indra para tratar de crear un campeón nacional en el ámbito de la Defensa.
«Rechazamos situaciones como el nombramiento de altos cargos de empresas del Ibex 35 desde Moncloa«, refieren los populares en su ponencia política, en referencia a los cambios en la presidencia de la teleco, con la sustitución de José María Álvarez-Pallete por Marc Murtra, una figura cercana al socialismo catalán; y también de Indra, con el ascenso de Ángel Escribano al puesto de mayor relevancia de la tecnológica.
Puede incluirse también en esta categoría la presidencia de Redeia (matriz de Red Eléctrica), una cotizada en la que el Estado cuenta con el 20% del capital (el resto de accionistas tienen un tope del 5%) y que está liderado por la exministra Beatriz Corredor, otra designación a cargo de Moncloa que ha sido muy cuestionada por su papel durante el apagón.
En una enmienda a la totalidad a los planes del Gobierno, que ha reforzado la Sepi y ha lanzado una nueva ‘Sepi digital‘ (la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica, Sett), desde el PP optan por «poner orden y reducir el tamaño del sector empresarial público, limitar el intervencionismo a situaciones donde el mercado no sea capaz de dar un buen servicio, despolitizarlo y asegurar la profesionalidad de sus gestores».
«El estándar de exigencia ha de ser mayor cuando se trata de gestionar los recursos que son de todos. Las empresas públicas tienen que estar administradas profesionalmente: se acabó llevarlas a la quiebra y repartir bonus entre los altos cargos responsables del desastre», señala el documento.
La pata económica de la ponencia se desarrolla en seis folios en los que se desgranan sus posiciones sobre política laboral, fiscal, climática y regulatoria. Unas visiones que, apunta el texto, cuentan con «la credibilidad de haber aportado el 80% del avance económico real de los últimos 30 años» a España.
El PP apuesta por fomentar la cultura del trabajo y no «asfixiar» a los ciudadanos (que no solo contribuyentes) con impuestos. También quieren los populares «que no se persiga a los empresarios más exitosos» y se ve la Inteligencia Artificial como una «oportunidad histórica» para modernizar la economía. Sobre el modelo productivo, piden «no criminalizar el turismo» y que el campo no se enfrente a la «sobrerregulación y las políticas verdes».
En el ámbito laboral es, quizá, la parte donde más llama la atención el ideario del PP. Los populares vuelven a entrar en el debate sobre la jornada justo en la misma semana en la que han presentado una enmienda a la totalidad en el Congreso de los Diputados para frenar el proyecto de ley que pretende reducirla a 37,5 horas a la semana.
Esta vez, y a diferencia del terremoto provocado por las declaraciones de Feijóó a finales del año pasado, los populares son más claros o ponen más peros. Defienden la creación de bolsas de horas y la flexibilización del horario laboral pero solo «allá donde sea posible, mediante procedimientos que atiendan las especificidades de los diferentes sectores y no ahoguen de forma irremediable a pymes y autónomos».
Para reducir el paro, apuestan por crear empleo de calidad. «Queremos que el paro baje porque hay más ingenieros trabajando aquí, no porque hayan emigrado», dicen. Y abren la puerta a que los desempleados puedan perder el subsidio por desempleo si se rechazan de manera «reiterada e injustificada de ofertas de trabajo adecuadas».
En la parte relativa a las cuentas públicas el PP aboga por «eliminar el despilfarro» y hacer una revisión en profundidad del gasto del Estado. También apuestan por simplificar el sistema fiscal con impuestos bajos y por incorporar el «derecho al error» en las declaraciones fiscales para «reducir la indefensión del contribuyente».