Sánchez acelera las tasas Google y Tobin para recaudar 2.000 millones

El Gobierno se pone manos a la obra para llevar al consejo de ministros los impuestos a los sectores tecnológico y bancario

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«Están listas». Lo ha dicho este miércoles la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en alusión a las tasas Google y Tobin, con las que se pretende poner un tipo a determinados servicios digitales y a las transacciones financieras, respectivamente. Los nuevos impuestos se aprobarán «en los próximos» consejos de ministros, ha avanzado la también portavoz del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Los impuestos a las tecnológicas y al sector bancario comportarían, según las previsiones del Ejecutivo, una recaudación adicional de en torno a 2.000 millones de euros: 1.200 millones por gravar con un 3% los ingresos generados por servicios de publicidad digital y venta de datos en internet, y otros 1.000 millones con el impuesto a las transacciones financieras. También se prevé aprobar una nueva Ley contra el fraude pronto.

Montero no ha garantizado que estos nuevos tipos puedan ser aprobados en febrero pero ha explicado que las leyes han pasado ya todos los procedimientos previos, incluida la audiencia pública. El consejo de ministros del pasado Gobierno socialista aprobó en enero de 2019 los impuestos digital y financiero, pero no se tramitaron en el Congreso debido al adelanto electoral. Ahora, el Gobierno se pone manos a la obra.

Si bien todavía quedan reuniones pendientes para proyectar las entradas en vigor de estas tasas, el Ejecutivo de Sánchez se muestra confiado de que el camino está allanado. Alega que las nuevas figuras tributarias ayudarán a afrontar el reto de la globalización, las nuevas formas de negocio y tener un sistema de impuestos más moderno y redistributivo, según declaraciones recogidas por Efe.

Críticas y previsiones

El Gobierno de Sánchez e Iglesias nada a contracorriente con estos impuestos. La tasa Google que recogía el proyecto de Presupuestos de 2019 proyectaba gravar con un 3% a las empresas tecnológicas con ingresos anuales superiores a los 750 millones de euros y a los 3 millones en España. Francia intentó algo parecido y Donald Trump respondió con aranceles.

En todo caso, muchos técnicos de Hacienda tienen dudas sobre este impuesto, y recomiendan esperar a un consenso europeo y global para cobrar impuestos a empresas como Google, Amazon, Apple y Facebook, un sector que en la última década evadió más de 90.000 millones de euros de impuestos en todo el mundo. Y que sigue aparentemente impune al respecto.

Las transacciones financieras, por su parte, podría estar gravadas con un 0,2% en las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas con una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros. El Banco de España avisó a mediados de enero que la tasa Tobin la terminarán pagando los clientes, una amenaza ya tradicional cuando de gravar a la banca se trata.

La nueva Ley de prevención y lucha contra el fraude que discute el Gobierno ya se había explicado en el proyecto presupuestario fallido de 2019. En aquel entonces, se planeaba endurecer la lista de morosos y limitar los pagos en efectivo por encima de los 1.000 euros.

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