Trump amenaza a la UE con un arancel del 50% a partir de junio

Trump propone contundentes aranceles para los productos de la UE si no se logra un acuerdo favorable en las relaciones comerciales

Archivo – El expresidente de EEUU, Donald Trump

Donald Trump ha reavivado las tensiones comerciales con Europa al anunciar su intención de imponer un arancel del 50% a todas las importaciones procedentes de la Unión Europea a partir del 1 de junio de 2025, si no se logran avances significativos en las negociaciones actuales. El anuncio fue realizado a través de su red social, Truth Social, generando una oleada de reacciones tanto en EE. UU. como en el bloque comunitario.

Un nuevo frente en la política económica de Trump

En su mensaje, Trump manifestó su frustración con el estancamiento de las conversaciones comerciales entre Washington y Bruselas. Según el mandatario, los esfuerzos por alcanzar acuerdos mutuamente beneficiosos han sido infructuosos. “¡Nuestras conversaciones con ellos no están dando frutos!”, escribió. Como solución, propuso un arancel “directo” del 50% sobre los productos europeos que ingresen al mercado estadounidense.

Esta medida excluye, sin embargo, a los bienes europeos que sean fabricados dentro del territorio estadounidense. «No se aplicará ningún arancel si el producto se fabrica en Estados Unidos», aclaró Trump, reafirmando así su tradicional postura de incentivar la producción nacional y penalizar las importaciones.

Trump no se limitó a anunciar la medida arancelaria, sino que acompañó su mensaje con duras críticas hacia la Unión Europea. Aseguró que el bloque fue “creado con el objetivo principal de aprovecharse de Estados Unidos en el ámbito comercial” y denunció un conjunto de supuestas prácticas injustas que habrían perjudicado sistemáticamente a la economía norteamericana.

Entre las acusaciones lanzadas por el presidente figuran barreras comerciales “opacas”, un sistema de IVA que considera desbalanceado, sanciones corporativas desproporcionadas, trabas no arancelarias, manipulación de monedas y litigios jurídicos que considera “infundados” contra empresas estadounidenses. Según Trump, estas políticas habrían contribuido a un déficit comercial que califica como “totalmente inaceptable”.

Preocupación internacional y posibles represalias

La amenaza de un arancel tan elevado ha puesto en alerta a los socios europeos y a los mercados globales. De aplicarse, la medida supondría un giro drástico en la relación comercial transatlántica, que en los últimos años ha transitado por períodos de tensión, pero también de cooperación tentativa.

Desde Bruselas, fuentes comunitarias señalaron que se está evaluando una respuesta coordinada en caso de que Washington avance con el aumento arancelario. Voceros de la Comisión Europea expresaron su preocupación ante la posibilidad de que esta medida desencadene una nueva guerra comercial, similar a la vivida durante la presidencia anterior de Trump, cuando se impusieron aranceles cruzados a productos como el acero, el aluminio y el vino.

De concretarse, el arancel del 50% afectaría una amplia gama de productos europeos, incluyendo automóviles, maquinaria, vinos, productos agrícolas, cosméticos y bienes de lujo. La industria automotriz alemana y francesa, por ejemplo, podría verse especialmente perjudicada, ya que Estados Unidos representa uno de sus mercados más importantes fuera del continente europeo.

El sector agrícola europeo también podría experimentar un golpe significativo, especialmente en países como España, Italia y Francia, que exportan grandes volúmenes de aceite de oliva, quesos y vinos al mercado estadounidense. Organizaciones agrarias ya han advertido que un arancel de tal magnitud provocaría un descenso drástico en las exportaciones y afectaría a miles de productores.

Un movimiento con fines electorales

Analistas consideran que esta amenaza no es únicamente una maniobra de presión comercial, sino también un mensaje dirigido al electorado estadounidense, especialmente en estados industriales clave. Trump ha convertido la protección de la producción nacional y la renegociación de acuerdos comerciales en ejes centrales de su campaña presidencial.

“Esta es una forma de reafirmar su imagen de negociador duro”, señala el economista James Talbot del Atlantic Trade Forum. “Está apuntando a los votantes que sienten que la globalización ha dejado atrás a sus comunidades”, añadió.

A medida que se acerca la fecha límite del 1 de junio, las miradas estarán puestas en las reacciones oficiales desde Bruselas y Washington. Aunque todavía existe la posibilidad de que ambas partes logren un acuerdo que evite el choque, la escalada verbal de Trump no augura un terreno fácil para el diálogo.

La amenaza de un arancel del 50% marca un nuevo episodio en la compleja relación comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, y pone en juego no solo miles de millones en comercio bilateral, sino también la estabilidad de una de las alianzas económicas más influyentes del mundo.

Comenta el artículo
Alba Carbajal

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta