Ni Shein ni Temu: el gigante al que Trump le exige que se “coma” los aranceles y no suba los precios
El expresidente de Estados Unidos acusa a Walmart de utilizar los aranceles como excusa para subir precios
Una tienda de Walmart en Estados Unidos. Foto: Europa Press
En un movimiento que ha vuelto a encender el debate sobre el impacto de los aranceles en el comercio minorista, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una crítica directa contra Walmart, el minorista más grande del mundo. Trump, conocido por su política proteccionista durante su mandato, ha acusado públicamente a la empresa de «usar los aranceles como excusa» para justificar el aumento de precios, exigiéndole que absorba estos costos en lugar de transferirlos a los consumidores.
A través de su plataforma en redes sociales, Trump fue contundente: «Walmart debería dejar de intentar culpar a los aranceles como la razón del aumento de precios en toda la cadena. Walmart ganó miles de millones de dólares el año pasado, mucho más de lo esperado.» El exmandatario instó al gigante minorista a no repercutir estos costos en sus clientes, argumentando que tanto Walmart como China deberían «tragarse los aranceles y no cobrar nada a sus valiosos clientes».
El impacto de los aranceles en los precios de Walmart
El origen del conflicto se encuentra en las recientes declaraciones del director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon, quien advirtió que los precios de muchos productos en sus tiendas aumentarían próximamente. Según McMillon, el costo de muchos bienes importados, especialmente aquellos provenientes de China, ha incrementado debido a los aranceles impuestos, y esto inevitablemente se vería reflejado en las etiquetas de precio para los consumidores.
La empresa ha señalado que los aranceles impuestos a los productos chinos afectan directamente su cadena de suministro, ya que una gran parte de su inventario incluye artículos fabricados en el gigante asiático. Estos aranceles forman parte de las políticas comerciales que Trump implementó durante su mandato, con el objetivo de reducir el déficit comercial con China y proteger la industria nacional estadounidense.
Amazon y su polémica con los aranceles: un precedente incómodo
Walmart no es la única empresa en estar bajo presión por el impacto de los aranceles. Amazon, su principal competidor en el mercado minorista, intentó en el pasado tomar una ruta diferente. La compañía de comercio electrónico decidió etiquetar algunos productos indicando qué parte del precio final se debía a los aranceles. Sin embargo, esta iniciativa generó una reacción adversa por parte de la administración Trump, que consideró la medida como una forma de «provocar descontento» entre los consumidores. Bajo presión, Amazon finalmente retiró esas etiquetas.
La situación de Walmart, sin embargo, es más delicada debido a su gigantesca red de tiendas físicas, que dependen en gran medida de productos importados. Mientras que Amazon puede ajustar precios de forma más dinámica en su plataforma en línea, Walmart enfrenta desafíos logísticos y comerciales al aplicar aumentos de precios en sus tiendas físicas.
Trump y su política de «América Primero» siguen vigentes
Las críticas de Trump a Walmart son una continuación de su enfoque proteccionista y su política de «América Primero», que prioriza la producción nacional y penaliza las importaciones extranjeras, especialmente de China. Durante su presidencia, impuso aranceles por valor de cientos de miles de millones de dólares a productos chinos, desatando una guerra comercial que impactó tanto a productores como a consumidores en Estados Unidos.
El mensaje de Trump deja entrever que, a pesar de ya no estar en la Casa Blanca, continúa influyendo en el discurso económico y comercial del país. Su crítica a Walmart parece ser un intento de responsabilizar a las grandes empresas por los efectos negativos de sus políticas comerciales, exigiendo que asuman estos costos sin perjudicar al consumidor.
¿Qué opciones tiene Walmart ahora?
Para Walmart, las opciones son limitadas. Por un lado, puede optar por absorber parte de los costos de los aranceles y reducir sus márgenes de beneficio. Por otro, puede mantener su política de aumentar precios para compensar estos costos, arriesgándose a una pérdida de clientes sensibles a las subidas.
Una tercera opción sería la diversificación de proveedores, reduciendo su dependencia de productos fabricados en China. Sin embargo, este proceso es lento y costoso, especialmente para una empresa que opera a la escala de Walmart.
Al final, quienes se verán directamente afectados serán los consumidores estadounidenses. El aumento de precios en productos básicos podría desencadenar una reacción negativa y aumentar la presión sobre Walmart para buscar soluciones.
Mientras tanto, el debate sobre los aranceles y su impacto en la economía estadounidense continúa siendo una cuestión central en la política comercial del país, con figuras como Donald Trump manteniéndose en el centro de la conversación.