Habla una afectada de Carrefour: cierra su franquicia tras facturar la mitad de lo previsto

"He intentado reabrir la tienda con otra enseña, pero han venido a ver la ubicación y, al hacer sus estudios de mercado, no les salen los números”, argumenta la empresaria

Una tienda de Carrefour Express.

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Afloran más casos de franquiciados descontentos con Carrefour. Una empresaria denuncia que ha tenido que cerrar su supermercado después de facturar un 47% menos de lo que el gigante de la distribución había estimado en su plan de negocio en su primer año de actividad.

En conversaciones con Economía Digital, esta franquiciada, que prefiere mantener el anonimato porque sigue en procesos para desvincularse de Carrefour, explica que abrió una tienda Carrefour Express de unos 300 metros cuadrados en Móstoles a finales de 2021. Sin embargo, poco más de un año después, en febrero de 2023, no le quedó otra que bajar la persiana porque no le salían los números: había facturado 505.000 euros en su primer año, cuando la previsión de la cadena era alcanzar los 950.000.

“Decidí invertir porque era una marca reconocida y porque nos ofrecieron una viabilidad muy atractiva”, relata la empresaria, que asegura que invitó cerca de 400.000 euros, obtenidos entre fondos propios y préstamos bancarios. Los problemas tardaron poco en llegar y un par de meses más tarde Carrefour empezó a llamarla para decirle que “la tienda no funcionaba bien”.

“Eso ya los sabíamos desde el día uno. Teníamos que vender mínimo 3.000 euros diarios y a lo máximo que llegué eran a 1.700 euros en un día extraordinario”, añade. La empresaria asegura que Carrefour mandó a un trabajador interno durante unas semanas para intentar relazar el comercio, pero nada funcionó, tampoco las distintas estrategias que utilizaron para atraer clientes, como ofertas y cestas de la compra especiales. “Nos decían que no estábamos gestionando bien la tienda. Tengo experiencia en negocios propios, no pueden decirme que no lo estaba haciendo bien”, lamenta.

Al final, no tuvo otra cerrar el supermercado en febrero e intentar reabrirlo bajo el paraguas otra marca. Fue entonces cuando se percató de que el verdadero problema de su establecimiento era la ubicación. Siempre según relata la empresaria, se puso en contacto con otras distribuidoras, como Dia o Eroski, para traspasar la tienda, pero cuando representantes de estas compañías visitaron el local de alquiler para hacer su propio estudio de mercado, “a ninguno le daban los números”.

“Cuando lo vi desde fuera, me di cuenta de que la ubicación es muy mala”, añade. La franquiciada arremete contra Carrefour asegurando no saber “de dónde sacaron los datos” para hacer el estudio de población en el que basaron el plan de negocio que lo ofrecieron. “La mercancía de la tienda llegaba hasta el techo porque no tenía salida. La población flotante de alrededor no daba para eso. Se nos vencían las referencias porque no había rotación”, argumenta.

A esto, hay que añadirle presuntas prácticas recurrentes que ya han explicado a este medio otros afectados, como la llegada de mercancías no solicitadas sin garantía de que se vendan u otros problemas de aprovisionamiento. “Ellos siguen facturando y ya, cuando vas con la soga al cuello, te bloquean los pedidos”, comenta.

Trabajar «sin cobrar ni un euro»

Carrefour tomó la decisión de cerrar esta franquicia, aunque la empresaria asegura que trabajaba en la tienda “de lunes a domingo sin cobrar ni un euro”, por lo que tampoco la hubiera mantenido abierta mucho más. La caja generada la destinaba, indica, a los gastos recurrentes y al sueldo de sus dos empleados.

A la hora de bajar la persiana, el inventario final afloró una deuda de 60.000 euros, pero la empresaria tenía dos avales de 95.000 euros con Carrefour, que la empresa de centros comerciales ejecutó en su totalidad, siempre según relata. Por este motivo, dice, los bancos no le conceden otro préstamo con el que traspasar la tienda bajo otra enseña.

Por ahora, la franquiciada está centrando sus esfuerzos en cerrar un concurso de acreedores que ponga punto final al supermercado. Más tarde, ya decidirá si hace algún tipo de reclamación o si acude a la vía judicial, aunque lo ve difícil porque ha firmado “un montón de papeles que blindan a Carrefour”.

Como ya explicó Economía Digital, este no es el único caso de franquiciados descontentos con el modelo del gigante francés. De hecho, un importante franquiciado socio de 10 Carrefour Express está buscando a otros empresarios que hayan tenido experiencias similares con la compañía para montar una plataforma y defender los intereses del colectivo. Por ahora, este periódico tiene constancia de cerca de dos decenas de supermercados más que han pasado por patrones similares.

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